sábado, 31 de octubre de 2015

LEXIS NOVO










LEXIS NOVO 
– El Nuevo Verbo (Interpretación sobre lo traducido al 11/07) 

Esta “interpretación” o “vivencia personal” del Lexis Novo surge de los primeros trabajos sobre ellos, comenzados en vida del Prof. Stelardo y aún en proceso…

 * * * 

           LEXIS NOVO – Es el Nuevo Lenguaje para expresar el Verbo, el Verbo de la Humanidad como un Todo, como Unidad.
            La “experimentación” (vivencia) de estos Tercetos parece ser una forma de revincular al hombre con su Alma. La “contemplación activa” de los mismos, debería resultar un medio para percibir lo que somos, de dónde venimos, hacia dónde vamos y por qué... 
           Si partimos de supuesto de que “materializar el espíritu” y “espiritualizar la materia” son los extremos de un único proceso, podríamos decir que éste tiene al Creador en un extremo y al hombre en el otro, y en realidad sería en el medio dónde el Creador puede actuar a través del Hombre o mejor dicho dónde el Hombre con Verbo es un Creador, lo cual sólo será posible entregándose y dejándose guiar por el Alma y no por la personalidad. A esto refieren los primeros 11 Tercetos. 
       Es el planteo de cómo interactúan forma y esencia (el Hombre y su Alma) y de cómo el Verbo evoluciona a través de sí mismo, de la unidad a la multiplicidad y luego nuevamente a la unidad. La vibración producida por la verbalización de los tercetos hace evolucionar al Huevo-Hombre-Alma-Grupal que bien podríamos representar en el punto medio de encuentro entre materia y espíritu, siendo la resolución trina de la dualidad espíritu-material.
          Y cómo se llega allí? A través de la pureza de intenciones, del desapego y de la despersonalización de la obra... Por ello en el “Hábil Corazón” florece y tiene su ser la “Blanca Rosa”.
       Hablan de Proserpina estableciendo su vínculo de Fuego en la Tierra y esto es muy importante...
     También hablan de Stella Fulgen, una fuerza viviente, un rayo que ilumina a la Vida desintegrando a Maya. Será tal vez éste el vínculo de Fuego de Proserpina?. 
     Así, vemos que es el final de los primeros 11 Tercetos, la primera etapa del ciclo del descenso del espíritu a la materia y del despertar del hombre. 
       Más luego, al realizar el hombre sus bodas alquímicas (Coito Mágnum) la Naturaleza fluye a través del Ser y es influida por el Ser. 
       Es así que Proserpina se establece en la Tierra (vuelve del Hades) uniendo su Fuego singular (y dual) al Fuego trino de la unidad. Se termina un ciclo a través de un vínculo de Fuego. El hombre se establece como Divinidad de Fuego en la Tierra y la Humanidad rompe sus cadenas y se libera de sus ataduras al proceso material. 
     Y es así como el Ser Pleno individual vehiculizará al Ser Pleno Universal. 
      La unión con el Fuego reconquista a la Divinidad para el Hombre (como Humanidad) a través del Verbo y lo que expresan los primeros 11 tercetos es que la cadena que detiene al Ser en evolución será rota sólo por la Acción de él mismo, bajo el imperio de su Voluntad. 
     El hombre primero se re-crea a sí mismo, luego re-crea a la Naturaleza y por último re-creará al Hombre como Humanidad.
     Primero fueron las revelaciones Ezequiel, luego las del Evangelio de San Juan y ahora, las revelaciones a través de Lexis Novo son como un nuevo Apocalipsis.
    Juan el Bautista bautizaba con agua (con luna, con una sola fuerza, la de la noche)... procedía de una etapa anterior, una etapa de pluralidad, de “yo grupal”, es decir sin individualidad. 
    El Cristo trajo la auto-iniciación del individuo auto-conciente, a través del bautismo en Fuego (proceso narrado por Juan en el Apocalipsis). El hombre conquista el Yo Soy a través del dominio de las 6 fuerzas solares (de amor) + 1 lunar (de sabiduría). Por ello la Luna llena es Sabiduría más Amor.
     Y así la trinidad Sol-Luna-Tierra tienen por finalidad el desarrollo del Yo Soy, de la autoconciencia, que a través del ejercicio pleno de la Voluntad conquistará el Verbo Creador.
     En la etapa “Lunar” el hombre logró sabiduría, en la Tierra debe desarrollar y perfeccionar el “Amor” y en el final de este ciclo será la “Acción” de su Voluntad la que lo llevará a evolucionar hacia la luminaria Venus (no el planeta) como Humanidad.
     Los Tercetos hablan de una iniciación a nivel de la Humanidad como un todo... Porque ahora el hombre debe comenzar concientemente a ir más allá... Del individuo al grupo, al revés de la etapa anterior. 
   Y cuál es la diferencia? Que en la etapa lunar del yo-grupal no existía el “Yo”, ahora el “Yo” debe concientemente ser un canal para el “Grupo” Humanidad. Es el tiempo de la “Acción”. 
     Y cómo será esto? Será como sucede con las abejas... 
    El Fuego del hombre “maduro” produce la “miel” que alimenta al hombre-larva hasta que la miel llene todo el huevo (colmena) de la Humanidad y se pueda producir la primera migración, que no es en realidad la primera, pero sí lo es para este ciclo, para esta quinta raza.
     El hombre-abeja se transforma así en la misma miel (alimento), siendo a la vez materia prima, obrero y obra.
    La miel vendría a ser algo así como la “energía de acción” que el Verbo pone en movimiento con su Voluntad. Pero los hombres, vehículos y resultados, son Uno más allá del velo de la ilusión, en los planos sutiles.
      Es la colmena (el huevo) llena de miel el Alma de la Humanidad ya iniciada. 
     El Hombre está en el Alma y el hombre (cada uno) puede expandir su conciencia y ser concientemente el vehículo a través del cual el Alma se manifieste singularmente, pero también puede lograr ser un canal para la manifestación del Alma Grupal.
    Así el hombre-canal-abeja entrega su vida, su existencia, para ser un vehículo de manifestación de la Vida y se convierte en un Prometeo, que “roba” el Fuego de los Dioses para alimentar a los hombres de barro (hombres-larva).
   Somos seres espirituales teniendo una experiencia en la Tierra, pero esta es una verdad que palpita silenciosa en el recinto dormido mientras desde el otro extremo nos empecinamos en la creencia de ser seres físicos (humanos) teniendo una experiencia Espiritual. 
    Luego de la iniciación a nivel de Humanidad, vendrá la migración a través del huésped germinal... la semilla de la nueva vida, de la nueva colmena... Una nueva mutación de la especie Humanidad, una y única que habiendo sido “iniciada” -y en un paralelismo con el hombre- “al morir no morirá”. 
     Pero mientras el hombre se crea un ser humano intentando tener una experiencia espiritual no habrá Verbo encarnando en la materia, su acción no nacerá del mandato de la Voluntad Universal, es decir del Espíritu y su creación no estará vivificada por la esencia del Alma porque no estará guiada por ésta.
     Este Huevo es como un punto en el centro del círculo, pero cuando se expande y su energía se libera más allá de sus propios límites, él llena todos los espacios vacíos y traspasa la circunferencia... emigra. 
     Antes del amanecer... de la vida nueva. 
    La comprensión y experimentación de los Tercetos llevará a la iniciación del Hombre como Humanidad. Se tensa el arco-útero para este nuevo nacimiento y el silencio se transforma en Verbo, es decir pasa de la inactividad a la Acción conciente, guiada por la Voluntad Universal. 
    En el primer grupo el hombre se auto-inicia y se convierte en un Creador con Verbo. 
   Los segundos 11 Tercetos hablan de la etapa cúspide, del punto medio, pero mientras la evolución sigue se comienza a gestar una nueva etapa. Esto ocurre en el tercer grupo de Tercetos... 
   En este segundo grupo se anuncia una iniciación a nivel del Hombre como Humanidad, por la Acción individual pero conjunta de los hombres abeja que llenan la colmena con la miel que alimenta a los hombres larva. El ciclo está asegurado...
     En el tercer grupo se anuncia el tiempo de la migración, el nuevo nacimiento. Se prepara el advenimiento de la nueva colmena...
    Los 33 son le mensaje y el medio, pero también son una advertencia.
    Tercetos 12 al 22: 
   El segundo grupo de tercetos es según mi entender, el momento presente, lo central del Lexis Novo, del nuevo Verbo, el Verbo de la Humanidad... Porque lo recreado en los tercetos 1 a 11 es una clarificación del mensaje sobre el camino que del hombre cuando comprende su destino. Entonces “La Rosa de Sal vence al espejo y el Trébol domina la Tierra”. “Sic transit Gloria Mundi”. 
   Los hombres-larva viven en sus celdillas hexagonales (six stella) que no alcanzan a percibir. Es la estrella de 6 puntas, los triángulos de oro y planta, etc., pero sólo perciben el cubo dentro de ellas, el cuaternario de la manifestación (cuadruplex dono).
    La miel es como el maná, alimento de los Dioses. Sólo que estos DiosesLarva potenciales, aún duermen en un estado de existencia germinal. Los hombresabeja producen la miel del accionar de su Alma y así mantienen el orden y alimentan a las futuras obreras. 
    Y finaliza diciendo... “predice el Verbo, en la morada de los Dioses (colmenaHombre), el siguiente en llegar a Ser.” El hombre-Dios (abeja) será el canal (Verbo) de la manifestación del Hombre-Dios (Humanidad).
    El Alma Grupal de la Humanidad será “el siguiente en llegar a Ser”, el siguiente en llegar a la manifestación como una unidad, a través del canal de la pluralidad que dejará de ser tal. 
   Si tratamos de explicar este “salto” evolutivo sobre el árbol de la Cábala, podríamos hacerlo de la siguiente forma: 
   La Humanidad presente tiene planteado como desafío llegar al Cristo, a Thipheret, al Sol, pero la revelación del Lexis Novo nos habla de un ir más allá. 
     Tal vez será en Daath, donde el Hombre vehiculiza el Viento Cósmico (Universo estrellado). El centro, la unidad existencial del Ser ya no se representará en su corazón sino en el centro de su cabeza. 
    Partiendo de la base de que las cadenas-rondas-razas que se van sucediendo en la evolución del Universo se superponen en su transición y no comienzan ni terminan abruptamente, es que comprendemos como la revelación de esta futura ampliación del “horizonte” tiene por misión un efecto de arrastre hacia “arriba” de la Humanidad como un todo, siendo los punteros los nuevos Hombresabeja, las nuevas semillas.      El mensaje de Lexis Novo ha sido en estos tiempos revelado a la Humanidad en latín y ello no ha sido por casualidad. 
    Siendo éste un idioma muy rico en acepciones y significados permite infinidad de traducciones a otros idiomas. Tantas, como osados hombres que se arriesguen a sumergirse en la decodificación de su mensaje.       Y tengan la certeza de que cada quien encontrará una “traducción” afín a su tiempo y lugar en el Sendero; un mensaje que lo impulsará a ir un poco más allá... siempre y cuando esté dispuesto a aceptar el desafío de vencerse a sí mismo.
    Esta ha sido mi palabra…
    Sea la vuestra, vuestra contribución a la Gran Obra! 

* * * 

jueves, 29 de octubre de 2015

Perdonar


PERDONAR

            Dice un escrito: Si un imprudente me agravia, le corresponderé con mi voluntario amor y perdón. El mal está de su parte, el bien de la mía. Dijo un sabio persa: siempre opongo la suavidad a la dureza y la bondad y el perdón a la perversión. Dice un proverbio chino: Vence el enojo con el amor; el odio nunca por el odio, sino por el amor y el perdón.
            El odio es un derroche de energía que se puede emplear para mejores obras y que se puede curar con el perdón. Solo quienes tengan la mente amplia, el corazón magnánimo, la mirada franca, el alma noble y un anhelo irrefutable de perfeccionamiento, puede perdonar y pasar a integrar el ejército de los que quieren ser buenos verdaderamente.
            No hay que ensombrecer nunca la vida de nadie, no maldecir a aquellos que viven en la penumbra, oscurecida su mente por amargo desengaño o cualquier otro inconveniente. Más bien, perdonemos y pidamos al Señor por la corrección de su senda para que vuelva por la ruta del bien y del perdón.
            Con nuestro recto pensar, con nuestro noble sentir y sobre todo con nuestro bien obrar y nuestro perdón, seamos la antorcha que ilumine el camino de todos los que viven extraviados y están en forma permanente en busca de la paz.
            El amor es vida, el amor es todo en todos. Cuando es confianza no es celos, cuando es paz no discordia, cuando es perdón no es odio, de esa manera  es brújula de la existencia.
            Recordemos que los mártires han sido siempre más felices cuanto mayor han sido sus sufrimientos y sus dolores y no olvidemos de que todos más o menos, somos mártires de las injusticias o de las calumnias o de la envidia o de tantas cosas. Perdonemos de todo corazón a aquellos que nos han martirizado con su envidia y con sus incomprensiones.
            El que nunca ha consolado al que sufre, el que se niega a practicar la caridad; el que se niega a abandonar su vanidad, el que ha sembrado en su corazón el resentimiento y con la dureza de su corazón pretende encubrir la dureza de su forma de actuar, nunca conocerá la infinita dulzura de lo que significa el dulce perdón, que es lo que nos devuelve la paz que tanto necesitamos.
            Cuando alguien te haya ofendido de alguna manera, recuerde que el que ofende siempre sufre más que la persona ofendida y perdónelo en nombre del Maestro. El perdón es el don de los dones y el más difícil de practicar.
            Vale la pena perdonar. ¿Quién sufre? ¿El que odia o el que es odiado? Sufre más el que odia, ya que nunca tendrá paz, en cuanto no decida perdonar. El día que perdone, sentirá un alivio tan grande que acabará diciendo: valió la pena perdonar. Gracias Dios mío.
            San Pablo dice de Jesús que se olvidó de si mismo y se despojó de su rango; de ahí el máximo de su humildad. Fue humillado hasta morir como un esclavo, lo que lo llevó a manifestar: “Aprended de mi que soy manso y humilde de corazón”; agregando que son felices los humildes de corazón, ya que están preparados para recibir a Dios y los mansos que no perdonen con violencia, sino con el perdón.
            El que no es capaz de perdonar una ofensa, no sabe perdonar, no conocerá nunca ese estado interior y plenitud de la conciencia que llamamos paz y quien no conoce la paz, nunca podrá ser feliz.
            El perdón es una práctica que no debemos olvidar. El perdón trae las fuerzas de los planos invisibles que nos rodean. Disuelve las formas de los pensamientos de odio, de venganza y de mala voluntad. En el perdón está la fuerza restauradora y creativa.
            Cuando albergamos o enviamos pensamientos de odio, no solamente generamos un veneno en nuestro cuerpo físico, sino que nos afinamos con las vibraciones inferiores del Mundo del Deseo. Por el contrario, cuando enviamos pensamientos de perdón, de bondad, de compasión, nos ponemos a tono con las vibraciones del Cristo.
            Nuestros principales líderes religiosos y filósofos, han sido las personas con mayor capacidad para perdonar. Jesús de Nazaret fue modelo de perdón. Perdonó a las prostitutas, a los malhechores, la traición de sus propios discípulos y finalmente a aquellos que lo mataron.
            Probablemente, no hay alegría más auténtica que la del perdón, porque posiblemente no existe congoja mayor que el sentimiento de culpa, por este amargo binomio: vergüenza y tristeza. Podríamos afirmar que el perdón es la más alta expresión de amor y la más genuina. El perdón nos hace superiores a los que nos injurian. El perdón es el sustento de la vida, es siempre un consuelo, una esperanza de calma.
            Todos sabemos que el odio conturba la mente, como si tuviese un velo pesado y es ese peso el que nos impide el claro raciocinio; el análisis claro y la justa comprensión de los hechos y las cosas. En cambio, el perdón tiene la virtud de dulcificar, de suavizar, de inspirar nobles acciones.-

            Tema extraído del Boletín del Centro Rosacruz de Santiago de Chile.

ASOCIACION INTERNACIONAL DE CRISTIANOS
MISTICOS MAX HEINDEL
Colombres 2113 – Bº Lomas de San Martín
5.008 – Córdoba – República Argentina

*

Agradecemos al Sr. Raúl Sasia, por este aporte

domingo, 25 de octubre de 2015

Todos tenemos un poco de culpa


TODOS  TENEMOS  UN  POCO  DE  CULPA

            Muchos Dicen que deberíamos orar en forma constante para mejorar el mundo y así lo hacemos cuando vamos a los Templos y escuchamos benéficos sermones, oímos misas, etc., Más, lo que ocurre en la vida práctica es que pronto nos olvidamos de todo lo que aceptamos internamente, aunque algo siempre afecta nuestro sentimiento.
            El pensamiento creador que tiene una esencia divina, podrá mejorar lo que hoy lamentablemente ocurre con gran frecuencia, tales como las guerras que estamos viviendo, así como las innumerables perturbaciones sociales.
            Pero aclaremos mejor este tema: Se puede decir, sin vacilación alguna, que es una verdad de que una mayoría extraordinaria continúa luchando tanto para defender como acumular más y más bienes y riquezas materiales, sin preocuparse mucho, tal vez ni siquiera un poco de la Ley Divina.
            Creyentes y ateos, todos intentan defender su bolsa y su dinero, mientras que millones de seres padecen hambre o sed espiritual, hambre que podría ser saciada mediante donaciones de un poco de los que mucho tienen y que les sobra o sed que podría ser aliviada por la fe en el Señor.
            El egoísmo humano se enseñoreó tanto de los corazones, que cuando se medita acerca de los hechos de nuestra vida, se comprende con facilidad que ni aún los creyentes, que dicen amar a Dios, no se dieron cuenta de los consejos del Divino Maestro  Cristo Jesús, de sus máximas puras y perfectas que podrían salvar al mundo del caos que sigue precipitándose por su locura egoísta.
            Sabemos que existe una minoría que puede gozar de los beneficios espirituales que produce el amor, el servicio y la caridad, más son muchísimos los que se suman al número de la indiferencia, olvidando casi con naturalidad las enseñanzas de Jesús, porque no todas las religiones siguen fielmente los verdaderos postulados, enseñando y practicando esencialmente la verdad de Cristo; las religiones que tergiversan las verdaderas enseñanzas del Divino Maestro, que de nada sirven sus alardes y  ceremonias llenas de ostentación, si no se deciden a rectificar su conducta y hacer que el hombre pueda recuperar su fe, mediante sus buenos consejos, buenas acciones y siendo verdaderos ejemplos mediante una vida recta y justa.
            La falta de fe consciente trajo a la sociedad males muy graves, precipitando a una de las peores calamidades: “La Guerra”.
            La verdad es que todos tenemos un poco de culpa de este momento tan difícil por el que atravesamos. Vivimos engañándonos a nosotros mismos y esta cruel barbaridad nos sitúa en este ambiente tan asfixiante. Ni los políticos ni las religiones que no cumplen con los mandamientos pueden salvar esta situación; no se trata de un problema de unos pocos hombres de buena voluntad, es una solución que deben hallarla  todas las mujeres y hombres del mundo.
            Se precisa pues reconocer la verdad que Jesús enseñó y que hoy está falsificada por el egoísmo. Rompamos la cadena de la indiferencia y retornemos al camino de la espiritualidad, más entremos totalmente decididos a trabajar y estudiar.
            El Rosicrucianismo de Max Heindel es un excelente curso de verdades que revelan la existencia eterna de nuestro destino; si nos decidimos a estudiar y practicar sus enseñanzas, comprenderemos con facilidad la gran misión de Jesús y de otros enviados para tratar de liberar a la humanidad de sus sufrimientos y de la misión que cada uno de nosotros tenemos que cumplir.
            Si somos buenos y fieles discípulos del Maestro, la respuesta será caminar por el sendero espiritual, donde llevemos a Dios en nuestros corazones y en nuestras obras. Si la mayoría se interesa por buscar la Paz en el mundo, la Paz que deseamos para la felicidad de los pueblos, en la medida de nuestras fuerzas, debemos colaborar en la conquista sublime de la humanidad. Y no olvidemos nunca que nuestro esfuerzo contribuirá en alguna medida, para que nuestro Señor, el Cristo, vuelva a reinar, estableciendo el orden de “Paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad.” Que no son en verdad meras palabras, sino esencialmente una gran verdad.
            Para crear aquella poderosa Fe tan necesaria, tenemos que aceptar la inmortalidad del Espíritu y comprender bien que es la Vida, que para definirla Max Heindel anotó en sus libros: “Si se pregunta a un hombre de ciencia cual es el origen de la vida, comenzará a hablar de protoplasmas, protones y cualquier otra cosa de naturaleza parecida, mas esto solo concierne a la forma, no importa cuan insignificante, pequeña o simple que sea esa forma y desde el punto de vista del ocultista, la pregunta está mal formulada, porque el Espíritu Es y siempre Será”.
            Dice Sir Edwin Arnold en su hermoso poema “La Canción Celestial”: “Nunca nació el Espíritu y nunca dejará de ser. Nunca hubo tiempo en que el no fuese, ya que principio y fin  son solo sueños / el Espíritu permanece siempre sin nacer ni morir y la muerte no puede afectarlo absolutamente. / Así como alguien deja la ropa ya usada y tomando otra dice: Hoy usaré esta, así también el Espíritu deja su ropaje de carne y va en busca de otra nueva”.
            Es la vida que construye las formas y las emplea por un cierto tiempo para progresar con su ayuda y cuando su utilidad se termina, la Vida se va, dejando a la forma en estado inerte. De manera que la Vida Es,  no teniendo origen ni fin. ¿Y la muerte? Pues ella es apenas un paréntesis.

            Tema extraído de la Revista Joyas Espirituales, publicación del Centro Fraternidad Rosacruz de Asunción del Paraguay.


ASOCIACION INTERNACIONAL DE CRISTIANOS
MISTICOS MAX HEINDEL
Colombres 2113 – Bº Lomas de San Martín
5.008 – Córdoba – Argentina

*

Agradecemos al Sr. Raúl Sasia, por este aporte

Encuentro Fraternidad Rosacruz de Córdoba Charla Sres.Alejandro López y Osvaldo Tapia




ENCUENTRO ROSACRUZ INFORMAL 
HERMANOS ALEJANDRO LOPEZ Y OSVALDO TAPIA, PARTE ( 1a)


*

ENCUENTRO ROSACRUZ INFORMAL
 HERMANOS ALEJANDRO LOPEZ  Y OSVALDO TAPIA, PARTE ( 2a)



*
Agradecemos al Sr. Ángel Iacono, por este aporte


Encuentro Fraternidad Rosacruz en Córdoba - Charla del Sr. Arnaldo Pozzi



ENCUENTRO ROSACRUZ INFORMAL
 ARNALDO POZZI PARTE (1)

Primera Parte


ENCUENTRO ROSACRUZ INFORMAL
 ARNALDO POZZI PARTE (2)
Segunda Parte

*

Agradecemos al Sr. Ángel Iacono, por este aporte.


Encuentro Fraternidad Rosacruz en Córdoba - 2º parte Sra Martha Osores




ENCUENTRO ROSACRUZ INFORMAL
 HERMANA MARTHA OSORES 
Cordoba Argentina 2015 ( 2a ) parte


*




Agradecemos al Sr. Ángel Iacono, por estos envíos

*
http://variedadesfrmh.blogspot.com.ar/2015/10/encuentro-fraternidad-rosacruz-informal.html

domingo, 18 de octubre de 2015

jueves, 8 de octubre de 2015

Naturaleza y arte



Naturaleza y arte
"Hacer aparecer la unidad divina oculta bajo la diversidad del mundo es la obra de la naturaleza. Incorporar el espíritu más elevado al cuerpo más bajo y llevarlos a la perfección absoluta es la obra del arte"
Louis Cattiaux


¿Qué es "arte"?, ¿cómo podríamos definir "naturaleza"?, ¿y cómo, después, relacionar ambas ideas?
Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, arte es el "acto o facultad mediante los cuales, valiéndose de la materia, de la imagen o del sonido, imita o expresa el hombre lo material o lo inmaterial, y crea copiando o fantaseando". Asimismo, se define naturaleza como "conjunto, orden y disposición de todo lo que compone el universo". A partir de aquí, se podría concluir que el vínculo entre ambos conceptos consiste en que el arte, en su afán de imitar o expresar, puede llegar a copiar o fantasear la naturaleza. Sin embargo, esta explicación no es suficiente, tiene que haber algo más puesto que, en caso contrario, cualquiera podría, con un ordenador y por medio de ciertas ecuaciones, realizar una obra de arte. No hay duda, tiene que existir algo más y así lo expresa un pintor chino de época medieval: "Hay innumerables artesanos que pueden copiar todos los detalles de la forma, pero la naturaleza interna sólo puede ser comprendida por los espíritus sublimes". Hablamos, pues, de espíritus sublimes, de "locos" que, como Van Gogh, consiguen ver "expresión, e incluso alma, en toda la naturaleza".

Estos conceptos son complicados hoy en día puesto que nos hemos alejado de la naturaleza y el arte se ha convertido en un asunto estético y experimental. A esto se añade que la existencia de la realidad viene determinada por los medios de comunicación: si algo no sale por televisión, no existe. Tiempo atrás, por el contrario, la obra de arte era una continuación de la obra de la creación, ambas seguían la misma inercia. "Todo arte viene de la naturaleza, el que puede arrancarlo de ella, solamente éste, lo posee", para Durero, estos espíritus sublimes, estos artistas verdaderos son los que dan un paso más allá de la naturaleza, los que arrancan el arte de las formas naturales.

Podríamos preguntarnos qué es lo que hace pintar a un pintor o esculpir a un escultor, cuál es la magia del creador. Para Cezanne, está muy claro: "No se debe representar la naturaleza sino realizarla". Así pues, el artista debe "realizar la naturaleza" y este acto mágico sólo es posible de una manera: vinculándose con la energía que da vida a dicha naturaleza. Por tanto, la fuerza del artista es la misma fuerza que hace crecer un árbol; esta energía, este impulso es idéntico para uno y para otro. Ambos se funden con la energía del mundo, la que hace girar el universo, lo que los antiguos llamaban el "Spiritus Mundi". Es más, esta energía, este impulso es estrictamente el contenido de la naturaleza y el contenido del arte, entendiendo por contenido lo que da coherencia, cohesión, realidad, la propia vida, esa energía interior que es el contenido de las formas y sin la cual, todo se convierte en polvo. Lo que hace que una pintura o una escultura siga viva después de 4.000 años es ese impulso interior que la anima. Sin esta fuerza mágica que le da cohesión, cualquier obra perdería su significado tras la generación en la que vio la luz.

Para Leonardo da Vinci, el pintor es el hijo de la naturaleza; es aquél, realmente creativo, que la ha reencontrado y, tras descubrir esta energía, dota de contenido a su obra. También Rodin distinguía dos formas de ver la realidad: una primera que se queda en la apariencia externa de las cosas y otra más profunda, la del artista, que "ve, es decir, que su ojo, inserto en el corazón, lee profundamente en el seno de la naturaleza". El artista es el que tiene la capacidad de percibir más, de atravesar con la mirada la realidad accidental y ver la realidad esencial. Esta vía de la naturaleza consiste, efectivamente, en retornar al origen de las cosas, a la identidad misma de la creación. Para Paul Klee hay que dejar "a los alumnos que experimenten en qué se convierte un capullo, cómo crece un árbol, cómo se abre una mariposa; ellos mismos serán así tan ricos, tan volubles, tan obstinados como la gran Naturaleza. Imitando los caminos de la creación natural, tal vez, algún día lleguen a ser naturaleza para poder crear como ella".

El artista es, pues, el que tiene capacidad de percibir el interior de la naturaleza, el que, como decía Platón, es capaz de "hacer visible lo invisible", manifestarlo en su obra. Se trata justamente de ver a través de las apariencias. Todo el problema del arte es, en realidad, un problema de percepción, de captar la realidad, esta realidad que es única e idéntica para todas las cosas. Y, tras captar esta energía, manifestarla, expresarse. El arte viene, pues, del espíritu porque él es la energía que hace crecer una planta, la energía que hace pintar a un pintor. El espíritu del mundo es la energía del mundo, es lo que da vida a un ser (cuando una forma está habitada por el espíritu, como decían los antiguos, está viva; cuando el espíritu desaparece, está muerta). En el pensamiento del antiguo Egipto, las imágenes estaban habitadas por el espíritu, un jeroglífico, por ejemplo, contenía el significado de lo que representaba. Por este motivo, en caso de invasión, los mismos sacerdotes destruían las formas externas para liberar sus espíritus internos, para que los invasores pudieran robar el continente pero no el contenido que en él residía.

Hemos visto, hasta aquí, que existen dos aspectos de la realidad: un primer aspecto que sería la forma, el aspecto exterior de la realidad, la apariencia externa; y un segundo aspecto que consiste en la realidad interna de la naturaleza, la energía que da vida a dicha forma, que hace crecer a una planta pero que también hace girar el universo, es el "Spiritus Mundi", el espíritu del mundo. Existe, sin embargo, un tercer nivel y en él consiste, además, la grandeza del arte: el arte puede ir más allá de la naturaleza, puede actuar como ella y mover una pintura o una escultura siguiendo este impulso natural pero puede también reconocer el origen de este movimiento. El arte va más lejos, llega donde no llega la naturaleza: llega a conocer al creador, al pensamiento que está detrás de esta energía, de este espíritu del mundo. Para crear es preciso considerar que detrás de la vida hay un creador, un origen, una conciencia que mueve dicha vida. En realidad, el arte sirve para ir más allá de la naturaleza, para ver lo sobrenatural dentro de lo natural, es decir, para ver al creador en las criaturas. El arte es una cognición, es un conocimiento de la realidad que mueve la creación, del Gran Arquitecto del universo. El arte desvela la sobrenaturalidad de la naturalidad, la fuente de creación que continuamente está creando, en un impulso creativo continuo. Sin embargo, es preciso remarcar que esto no tiene nada que ver con la imagen teológica de la divinidad sino con la fuerza que hace mover el universo; es física y no metafísica o teología. Si todo está en constante movimiento, si todo sigue el ritmo del universo, en el momento en que esto se pare, todo se destruye. El arte manifestará, nos enseñará, nos mostrará esta fuerza sobrenatural, origen de la naturalidad pues el arte, como decía Platón, es aquello que "hace visible lo invisible".


Louis Cattiaux

Louis Cattiaux nace en Valenciennes, Francia, el 17 de agosto de l904. Pierde a sus padres muy pronto y es educado por su hermana mayor hasta que, en 1914, debido a la guerra, ambos hermanos son separados y desplazados. El pequeño Louis es internado en el pensionado Hanley, en los alrededores de París.

A los diez y ocho años ingresa en la Escuela de Artes y Oficios artísticos y poco más tarde es enviado a Alemania para cumplir el servicio militar. Al finalizar este periodo, Cattiaux deja Europa y viaja al África central, al antiguo Dahomey, como empleado de una empresa comercial. Este viaje le influye en todos los sentidos, tanto en su faceta artística, pues es allí donde empieza a pintar regularmente, como en la búsqueda del misterio primordial. Al cabo de un tiempo regresa a Francia enfermo y arruinado. En este momento decide dedicarse plenamente a la pintura y comienza a frecuentar los medios artísticos de París.

En 1932 se casa con Henriette Péré. La pareja se instala en unos bajos de la calle Casimir-Périer, en pleno centro de París, al lado de una placita de aires provincianos presidida por la iglesia de Santa Clotilde. En el mismo espacio montan una galería de arte llamada Gravitations , en honor al título de un libro de poemas publicado por Jules Supervielle. En dicha galería exponen algunos de sus amigos, como Jean Marembert o Jean Lafont. Todos ellos, además de Pierre Ino, Eric Olson, René Paresce, Louis Coutaud, el escultor Etienne Beothy y los poetas Fernad Marc, Louis de Gonzague Frick, el ya citado, Jules Supervielle y el mismo Cattiaux, redactan el Manifeste du Transhylisme , en 1934. En este mismo año expone en el Salon des Indépendants .

Paralela a la inquietud artística, su búsqueda espiritual prosigue sin descanso. Atraído por los escritos herméticos y alquímicos, que combina con la lectura de textos clásicos como la Biblia , el Corán y el Libro del Tao, Cattiaux pasa largas horas en la Biblioteca del Arsenal, copiando pacientemente los tratados de los antiguos alquimistas, sobre todo, los de Nicolas Valois, con quien le une una singular afinidad espiritual. Mientras, continúa pintado y empieza a relacionarse con Raoul Dufy y con Derain.

Toda esta actividad no desemboca en ningún éxito y en 1935 los Cattiaux se ven obligados a cerrar la galería y a dedicarse a los trabajos más peregrinos para mantener su hogar. Empieza entonces un periodo decisivo para Cattiaux, pues, al tiempo que su pintura se vuelve más y más personal, desvinculada de las corrientes de la época, su búsqueda desemboca en la redacción, a partir de 1938, de un libro fuera de lo común que acabará titulando El Mensaje Reencontrado . En las sentencias de este libro Cattiaux, destiló con paciencia el resultado de “una iniciación y una mística estrechamente unidas.” También el estilo pictórico se ve afectado por la vida espiritual del artista y deja ver un trasfondo que no puede calificarse de otro modo que de visionario. La pasión que Cattiaux siente por la filosofía hermética marcará profundamente su pintura y sus escritos.

En 1939, Cattiaux expone varias veces en la galería de Berthe Weill, una amante del arte que su época se interesó por los jóvenes artistas tales como Matisse, Derain, de Vlaminck o Picasso, por lo que su galería consiguió una gran celebridad. En 1942 participa en el Salon des Tuileries y en otras exposiciones organizada por el famoso crítico de arte, Gaston Diehl.

A partir de 1940, Cattiaux se consagra casi exclusivamente a la redacción del Mensaje Reencontrado . Pinta un autorretrato para ilustrar esta obra, y empieza su amistad con Lanza del Vasto, quien redacta un prólogo para El Mensaje Reencontrado . En 1945 aparece una edición de sus poemas titulada Les Poèmes du Fainéant y en 1946 se autopublica, en París, la primera edición de los doce primeros capítulos del Mensaje Reencontrado .

A partir de este hecho, inicia una serie de amistades, algunas de las cuales serán decisivas en su vida. Conoce a Jean Rousselot y se cartea con René Guénon, hasta que, en 1949, entra en contacto con los hermanos Emmanuel y Charles d'Hooghvorst, miembros de una noble familia belga, con quienes mantendrá una inalterable y fecunda amistad hasta el final de sus días. El resultado de tal amistad se concretó en un volumen titulado Florilegio epistolar, reflejos de una búsqueda alquímica , compuesto por fragmentos de sus cartas, así como en la obra publicada por Emmanuel y Charles d'Hooghvorst, influida directamente por el pensamiento de Cattiaux.

En 1951 empieza la redacción de un ensayo sobre la pintura que ya llevaba tiempo meditando y que llevará por título Física y metafísica de la pintura . La prematura e inesperada desaparición de Cattiaux, el 16 de julio de 1953, hace que no pueda ver ninguna de sus obras publicadas.

Sus poemas fueron editados en 1954. Extractos de la Física y metafísica de la pintura se publicaron en la revista suiza “Inconnues”, gracias a la gestión del barón d'Hooghvorst, la primera edición completa de los cuarenta capítulos del Mensaje Reencontrado fue realizada por la editorial parisina Denoël, en 1956. Desde entonces, han aparecido numerosas reediciones de sus obras tanto en francés, como traducidas a diversos idiomas, entre ellos el español.


A finales del siglo XX han aparecido, editadas en francés y en español, las obras de Emmanuel y de Charles d'Hooghvorst. Se trata de estudios y comentarios sobre distintos aspectos de la tradición occidental, inspiradas en el pensamiento de Cattiaux.


*

Mística y hermetismo. Reflexiones epistolares de Louis Cattiaux


Mística y hermetismo. Reflexiones epistolares de Louis Cattiaux

Presentación del libro de L. Cattiaux, “Florilegio epistolar. Reflejos de una búsqueda alquímica”, con la selección de un fragmento del mismo dedicado a la relación entre santidad y sabiduría. Edición, R. Arola y L. Vert.

Desde el otoño de 1980 y hasta el verano de 1994, fragmentos seleccionados de algunas de las cartas de Louis Cattiaux (Valenciennes, 1904- París, 1953) a sus amigos, fueron publicados ininterrumpidamente en forma de artículos en la revista belga Le Fil d’Ariane, y la mayoría de ellos traducidos al castellano en la colección La Puerta. En esta edición se presentan en su totalidad, respetando el orden de aparición, con las repeticiones y notas que creyó oportuno añadir el barón d’Hooghvorst, quien se encargó de la selección. En este libro el lector encontrará los fragmentos más interesantes de las cartas por su contenido filosófico e iniciático, a los que su recopilador denominó florilegio, una voz latina compuesta de flos, ‘flor, lo mejor’ y legere, ‘reunir, escoger’; y que significa lo mismo que la palabra griega antología, que ha tenido más suerte en el devenir de las lenguas románicas. En este caso se trata de la reunión de las flores epistolares de Cattiaux.
En esta entrada hemos recogido algunos fragmentos de las cartas de Louis Cattiaux a sus amigos que se refieren a dos aspectos de la búsqueda de Dios: la mística y el hermetismo, que, como afirma el propio Cattiaux, son complementarios pero no iguales. En el contexto de la cultura moderna, que ha llegado a denominarse líquida por su capacidad de asimilar conceptos y desdibujar límites, nos parecen, si más no, provocadoras las palabras de este amante del arte hermético que vivió en el siglo XX.portada.florilegio2
Mística y hermetismo
No hay que olvidar que la mística corre pareja con el hermetismo y que la primera puede realizarse sola [santidad], mientras que el segundo no puede llevarse a cabo sin la primera [sabiduría]. En efecto, el tesoro de Dios y su secreto no son confiados más que a los santos, ¡a algunos santos! Aquí hay una jerarquía que la Iglesia ha perdido desde el momento en que renegó de la ciencia de Dios. La Iglesia no conoce más que a los santos y ha olvidado el segundo grado, formado por los sabios. De este modo, en la actualidad está ridiculizada y enloquecida por la ciencia de los impíos que invade victoriosamente el mundo y que amenaza la vida y la libertad de los hombres como jamás lo ha hecho ninguna potencia.
El conocimiento es una vía única y casi mortal, así de enorme es el don. ¡Imagínate la vida! Cuando la recibimos, podemos perfectamente morir a causa de ello. En cuanto a la muerte prematura, es como las demás y no hay que hacer un drama de ello, si no es por el hecho de no haber conseguido la revelación aquí abajo. Permíteme que, de paso, te indique que el hermetista verdadero es forzosamente cristiano o musulmán o taoísta, etc., es decir, está religado a Dios por su religión de nacimiento o elección, ya que no puede imaginarse un hermetista que sea impío. Evidentemente tienen un lado irritante, al ver las cosas de manera sintética y no ser patriotas, partidarios, sectarios, excluidos como aquellos a quienes horroriza el vacío y la plenitud de Dios, así como su unidad. Sin embargo, observa que quienes quieren reconciliar posturas antagónicas, que se pelean por un mismo objeto o una misma idea… son aborrecidos por todos aquellos a quienes intentan poner de acuerdo … y parecen sospechosos a los ojos de todos, pues no pertenecen a ningún bando. Es la ley, sin embargo su recompensa sólo puede ser más amplia, como lo son su pensamiento y su amor.
La frase que me citas: «¡Oh ser que ha formado su propio cuerpo!» (Libro egipcio de los muertos XVII, 3) es puramente iniciática, mejor dicho, alquímica y describe al fénix legendario. Quienes han estudiado seriamente la alquimia y conocen bien sus símbolos y su terminología, reconocen y penetran a la primera las escrituras sagradas egipcias, que se refieren formalmente a ello. El Génesis les es abierto, por decirlo de alguna manera, así como los misterios religiosos e iniciáticos gracias a esta llave única, verdadera llave maestra del conocimiento.
Así, todos los cristianos predican la muerte de Cristo, pero ninguno es realmente consciente del misterio de la resurrección. La Iglesia acepta la muerte mística de los santos, pero rechaza la resurrección hermética del sabio adepto, oponiéndolas, sin darse cuenta de que uno precede y engendra al otro y que el Cristo muerto en la cruz es el mismo que resucita gloriosamente. El error es buscar la resurrección antes de haber pasado por la muerte al mundo, y ahí está el orgullo de los buscadores inspirados por Satán, que quieren recibirlo todo sin dar nada. Éstos desembocan en el desastre y en el crimen, como puede verse fácilmente, desde Gilles de Retz hasta M. Jolliot-Curie. El místico engendra al adepto, al igual que la oruga, al morir, se convierte en crisálida y seguidamente en mariposa. Desgraciadamente, Cristo es casi el único salido de la crisálida de la muerte; lo que no es razón para negar o rechazar esto al considerarlo posible solamente en el juicio final, como hacen muchos religiosos y predicadores mal instruidos. El Libro XXV [deEl Mensaje Reencontrado] está dedicado a poner todo esto en claro, y es muy importante, pues estamos llegando al alba del tercer día cósmico, en el que la resurrección empezará a manifestarse en el mundo.
El hermetismo y la mística
Tienes razón al no dejarte extraviar por la interpretación mística de las verdades herméticas. Irás descubriendo cada vez más, y también con creciente sorpresa, que los verdaderos hermetistas son los únicos materialistas dignos de este nombre, pues a su lado los peores materialistas de este mundo parecen idealistas desencarnados. El misterio de Dios encarnado es tan enorme que muy pocos pueden tener acceso a él sin peligro de muerte. Se puede decir que un hermetista es absolutamente lo contrario de un soñador, pues éste sueña a Dios ¡y aquél lo toca! Existe una extraordinaria vigilancia en torno a los misterios de la realidad; no obstante, la vía mística debe acompañar a la vía hermética para que la unidad se vea realizada en nosotros.
Casi todos los que conozco se desvían hacia la interpretación mística, otros se hunden en la crisopeya  y muy pocos saben unir estos puntos de vista opuestos.
En suma, la vía mística y la vía hermética se complementan pero no se mezclan; sin embargo, la enseñanza mística y la hermética siempre aparecen mezcladas en los grandes textos de los sabios, pues van a la par.
La búsqueda hermética
Cuántos curiosos la abandonan después de algunos pequeños ensayos miserables. En ella, el Señor nos prueba como en un crisol, pues su prudencia es extrema y sólo se decide en el momento oportuno, después de haber verificado, experimentalmente, la pureza y tenacidad de nuestro deseo. Es como si pasáramos de antemano por el purgatorio y no hay para menos que gemir y agitarse sobre la parrilla. Me sorprende que ningún filósofo haya pensado en san Lorenzo como patrón de los noveles en la búsqueda hermética. Sí, querido amigo, uno se vuelve loco o muere, pero nunca retrocede. Sin embargo, es necesario procurarnos momentos de descanso y romper la tensión, aunque sólo sea para ejercitarnos en la liberación final, que es la libertad para los hijos de Dios, a la cual aspiramos.
No es tan absurdo como parece preferir esperar tranquilamente recibir la cosa santa y sagrada, que buscar para tener su conocimiento; pues esto es casi imposible, ya que se precisa un permiso muy especial de Dios.
Los estados místicos y la búsqueda sustancial
Los estados místicos no son sino etapas de reposo en la dura búsqueda del Señor de resurrección, Señor palpable y tangible ya desde aquí abajo. Ésta es la búsqueda sustancial del Señor de vida, es la resurrección inaudita y, por así decirlo, increíble. Los estados místicos son preconizados por los hindúes, que no conocen nada más elevado ni más profundo en la realización de la unión divina, pues para ellos se trata de la unión espiritual y anímica, y no de la unión corporal que lo trasciende todo. Observa cómo Cristo superó a todos los yoguis y a todos los santos.
Existe la realización mística, la cual actúa en espíritu y en alma, pero existe la realización hermética que actúa en espíritu, alma y cuerpo.
Hermetismo y misticismo
Pareces falto de paciencia y es grave, ya que la fe y la paciencia tienen fama de ser las  mayores cualidades exigidas por este Arte.
De lo que habla Hermes Trimegisto es del mercurio crudo y libre. Este es el que se ha de concentrar y corporificar (cf. El Mensaje Reencontrado I, 50’) a fin de obtener de él la piedra de los sabios. El mercurio crudo y libre es, en efecto, todo lo que se quiera, como el maná. Algunos individuos tienen la facultad de modelarlo por la imaginación (cf. El Mensaje Reencontrado X, 63’) y la voluntad; se trata de la fuerza de los médiums, (cf. El Mensaje Reencontrado XVII, 21’)  que produce tantos fenómenos extraños y efímeros.
Casi todos los que yo conozco desvarían en la interpretación mística; otros se hunden en la crisopeya, y muy pocos saben unir (cf. El Mensaje Reencontrado XIII, 44’) estos puntos de vista opuestos.
Me he permitido ilustrar esta carta con algunas citas de El Mensaje Reencontradopara hacerte ver que bastaría con leerlo y meditarlo seriamente. Cuando tus ojos se hayan abierto, ¿habrá algo más claro que la palabra inspirada de las escrituras santas?
Todavía meditarás durante años y años sobre estas cosas (cf. El Mensaje Reencontrado XV, 41’) hasta rozar la locura; finalmente, deberás operar a ciegas sobre mil cosas extrañas hasta rozar de nuevo la locura, y después, desanimado, te tumbarás en el suelo como un andrajo; ¿quizá en ese momento te llegará la suerte? Pero estarás muy enfermo de amor y de desesperación. Y si entonces llegaras a encontrar, después de sufrir mil martirios y mil agonías, serías privilegiado sobre los grandes santos de la cristiandad y del islam. ¡Examina, pues, ahora mismo tus posibilidades antes de correr tal riesgo!
En resumen, la vía mística y la vía hermética se complementan pero no se mezclan. Sin embargo, la enseñanza mística y la enseñanza hermética siempre están mezcladas en los grandes textos de los sabios, ya que van a la par.
La alquimia
La alquimia sólo está permitida a los que, en verdad, están suficientemente desprendidos como para recibir el poder, la riqueza y la vida desvelada, sin tener nunca la tentación de utilizarla contra alguien, ya sea para aplastar a los demás, ya sea para glorificarse personalmente.
Desgraciadamente, muchos de los que se acercan a ella lo hacen con un afán de lucro que los extravía irremediablemente y toda su malicia se vuelve en su contra, los arruina de todas las maneras y les hace patear ante el muro de la razón razonante durante toda su vida, a pesar de su notable fe en la realidad de la ciencia divina. Por ello debemos rogar y atraer a los maestros que han poseído dicha ciencia santa, en profundidad, a fin de que nos inspiren en la búsqueda, tan larga y tan difícil que apenas uno o dos hombres entre miles de individuos lo consiguen sin la instrucción de un maestro viviente, quiero decir encarnado, ya que precisamente los maestros son los vivientes por excelencia, al igual que Cristo.
La vida es corta, el Arte es largo y difícil, y todos los hombres se ocupan de las cosas vanas del mundo. Por eso hay tan pocos vivientes.
La alquimia no es el yoga de Occidente
La alquimia no es el yoga de Occidente; es la ciencia primera y última, la ciencia de la renovación de la creación, el misterio de los misterios, y es Cristo, la piedra filosofal y angular capaz de salvar al mundo. Pero también contiene una trampa para los codiciosos y los groseros, y el fracaso de muchos de ellos es el justo castigo a su malicia, maldad y orgullo.
¡Van Helmont es un soplador!… Deja la química para los químicos y el veneno para los locos. Escucha a Jeremías, a Pablo y a los demás a quienes Dios habló… y ora locamente para alcanzar el conocimiento añadiendo estas palabras: «si el conocimiento no ha de destruirme», (cf. El Mensaje Reencontrado XVIII, 56’) es lo más prudente.
La realidad
¿Consideras la alquimia como algo desencarnado, espiritual y evanescente, y yo qué sé más? No deja de ser extraño que todas las personas que se han interesado por los libros de falso ocultismo lo desencarnen todo en bloque y lo interpreten todo en este sentido. Desde esta óptica, las mariposas que han salido de larvas y gusanos deberían ser astrales, ya sabes, el cuerpo glorioso, etc. Sin embargo son de carne y hueso, querido amigo mío. Los libros de los ignorantes y de los intelectuales son vanos, y aquí tienes a los desencarnados a quienes das tanto crédito, los fantasmas y demás cuerpos astrales, pues no sabes que la finalidad de la creación es la encarnación a ultranza hasta la eliminación de la muerte. Medita, pues, un poco esta sentencia de los profetas: «Nuestro Dios es una roca», (Deuteronomio XXXII, 24)  ¿acaso hay algo más real y encarnado que una roca?
Mientras tanto, deja de lado tu cuerpo psico-espiritual, cuida el que tienes e intenta salvarlo de la disolución: es una obra más difícil que confiar en el Paraíso para consolarte del hecho de estar pudriéndote vivo sobre la tierra.
Sigo afirmando que no es un mérito reventar de tuberculosis, cáncer o arteriosclerosis, aun llamándose hermanita Teresa. Dios está aquí mismo, o sea, también la vida, la paz, la inmortalidad, el amor, la alegría, etc., y en vez de perder nuestro tiempo discutiendo inútilmente sería mejor que intentáramos alcanzarlo aquí abajo, porque después es demasiado tarde.
La lectura de los tratados de alquimia
La lectura de las antiguas obras herméticas te abrirá el camino a la lectura de las santas Escrituras, si las lees con ojos desinteresados y amorosos, si no, te conducirán a la locura de la química como a muchos demasiado sabios y demasiado astutos. Todos los tratados llamados alquímicos de buenos autores como Basilio Valentin, el Cosmopolita, Nicolás Valois, Nicolás Flamel, Arnaldo de Vilanova, Moriano, Raimundo Lulio, Grosparmy, Rhumelius, Guillermo Salmon, Pernety, etc., te ayudarán a desembrollar el caos y a separar la luz de las tinieblas, pero, sobre todo, la santa plegaria al Señor de vida, que los buscadores orgullosos y estúpidos suelen despreciar.
FNAC. Charles. RaimonCharles d’Hooghvorst y Raimon Arola durante la presentación del “Florilegio epistolar” en el FNAC, 1999.


INFORMACIÓN DEL LIBRO