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sábado, 23 de enero de 2016

Blanca Nieves y el Simbolismo de la Iniciación

Blanca Nieves y el Simbolismo de la Iniciación


Las antiguas escuelas de los misterios se encargaron de encerrar en un lenguaje simbólico todas sus enseñanzas secretas, convirtiéndolas en relatos populares, con el propósito principal de mantenerlas ocultas a los ojos y el conocimiento de los profanos.

Es por ello que muchas de estas leyendas, como el caso de "Blanca nieves y los siete enanos", así como el Libro de la Selva y Pinocho, contienen conceptos, mensajes y enseñanzas esotéricas que son narradas en toda la historia y que están dirigidas y solo son develadas a los verdaderos iniciados, quienes reciben las claves para descifrar y entender la verdadera enseñanza. Esta ha sido la única forma segura de preservar y difundir los conocimientos secretos que se transmitieron de generación en generación, hasta nuestros días.

Jacob Ludwig Karl Grimm y Wilhelm Karl Grimm, nacidos en Alemania, recorrieron su país entrevistando a los campesinos, vendedoras de mercados y leñadores, recogiendo historias de los lugareños, estudiando además la lengua y su uso, al igual que el antiguo folclore de cada región. Los hermanos Grimm escucharon todas las leyendas que los campesinos alemanes, habían oído a sus abuelos y que estos, a su vez, habían aprendido también de sus abuelos.

Se dice que obtuvieron de una mujer llamada Pastora la mayor parte de las historias que fueron recopiladas como Los Cuentos infantiles y Caseros, en 1812 y Cuentos para la Infancia y el Hogar, en dos volúmenes en 1812-1815, esta colección fue aumentada en 1857 y hoy es conocida como los Cuentos de Hadas de los Hermanos Grimm, en ellas recrearon las historias de los campesinos y las relataron con gracia y gran sencillez, logrando que los niños del mundo entero apreciaran la belleza y la maravilla de sus cuentos.

"Blanca Nieves y los siete enanitos" con el transcurrir del tiempo se convirtió en uno de los cuentos clásicos infantiles, más populares. El año 1934 empezó el aumento de su popularidad y difusión con la intención de nuestro V.·. H.·. Walt Disney de adaptarlo y crear un largometraje completamente animado en Technicolor, esta película fue estrenada en diciembre de 1937, en una avant-première que reunió a las grandes estrellas hollywoodenses del momento (cosa insólita tratándose de una animación), al término del film se escucharon sollozos en la sala y luego una gran ovación para nuestro Q.·. H.·. Disney.

QQ.·. HH.·. todo eso es parte sólo del aspecto exotérico, para poder entender el simbolismo iniciático que encierra este cuento, es necesario identificar a sus protagonistas, para ello les asignaremos los siguientes significados simbólicos a cada uno:

1. La Madrastra es el mundo profano, con sus constantes ataques y maldad imperante, que pretende adueñarse de nuestro corazón.

2. Blanca Nieves representa al iniciado que debe escapar y alejarse de la malvada Reina y así empezar el proceso de la iniciación, que le permitirá encontrarse o conocerse a sí mismo, llegando a identificar y reconocer a los siete pecados (defectos) capitales, que son aquellos, que forman parte de nuestra propia naturaleza humana, estos están simbolizados por los siete enanitos.

Es importante para el iniciado que desea avanzar en el camino de la superación interior o espiritual, aprender a detectar y reconocer estas tendencias en su propio interior, debe realizar un examen interior sobre las características de estos defectos o pecados, tomando en cuenta que ellos están presentes en todo nosotros, nadie escapa, todos los tenemos ya sea uno de ellos, o a todos.

Debemos comprender que todo lo que se deseamos o rechazamos en los pecados puede tener naturaleza material o espiritual, pero si son afrontados con la voluntad (el mazo) y la verdadera conciencia (el cincel) para vencerlos, se dará lugar a una encarnizada lucha interior que permitirá vencer a cada uno de ellos y así podremos transformarlos en virtudes (pulir la piedra bruta), este es el método más adecuado que nos hará avanzar en el camino hacia nuestra superación, labor que hemos emprendido y nos hemos comprometido a seguir y cumplirla al ingresar a nuestra augusta orden.

QQ.·. HH.·., ahora me queda por explicar y tratar de identificar a cada uno de los siete enanitos, que forman parte de nuestro propio ser. Cada una de estas personalidades, en ciertos momentos nos gobierna y hace que actuamos de cierta forma. Los siete pecados capitales están claramente representados por sus respectivos enanos, la siguiente explicación mostrará claramente la relación que existe entre una virtud que se debe cultivar y el pecado capital o personalidad, que se debe derrotar. Les pido que hagamos un viaje imaginario para poder visualizar estos personajes en nuestro modo de ser e identificarlos con las características de propias de cada pecado y así hagamos el firme propósito de trasmutarlos en virtudes.

Enanitos, Pecados Capitales que simbolizan y Virtudes para Vencerlos

DOC.- Soberbia: es el deseo de recibir altos honores y gloria a cualquier costo, creerse superior a los demás.

Humildad. Reconocer que nosotros mismos solo tenemos la nada y los siete pecados y también somos nada comparados con el G.·. A.·. D.·. U.·.

ESTORNUDO.- Avaricia: es el deseo desmedido de acaparar riquezas materiales, sin importar el daño que se haga al prójimo.

Generosidad. Dar con gusto de lo propio a los pobres y los que necesiten, sin esperar nada a cambio.

TONTIN.- Lujuria: Ante el apetito sexual, que nos convierte en esclavos tontos.

Castidad. Logra el dominio de los apetitos sexuales.

GRUÑON.- Ira: es la dificultad para aceptar contrariedades o vivir en permanente descontento y odio a los demás.

Paciencia. Sufrir en paz y serenidad todas las adversidades.

FELIZ.- Gula: ante la comida y bebida nuestro accionar.

Templanza. Moderación en el comer, en el beber y en nuestro actuar.

TIMIDO.- Envidia: vivir resentido por las cualidades, bienes o logros de otros, reduciendo
nuestra auto-estima.

Caridad. Desear y hacer siempre el bien al prójimo.

DORMILON.- Pereza: desgano por obrar en el trabajo o por responder a los bienes espirituales y hacer el bien a los demás.

Diligencia. Prontitud de ánimo para hacer el bien, sin mirar a quien.

Para recorrer el camino iniciático descrito en este cuento y haber vencido a estos siete pecados, tenemos que morir (renunciar) al mundo profano (abandonarlo o escapar de él) y al igual que lo hizo Blanca Nieves y así renacer como virtuosos, teniendo dentro de nuestro ser a los siete enanitos convertidos en virtudes, que nos alumbraran el sendero y permitirán continuar la eterna búsqueda de la verdad y de la luz.

QQ.·. HH.·. pidamos al G.·. A.·. D.·. U.·. que nos ayude a evitar la SOBERBIA que solo nos hará tener un amor propio indebido, buscando solo la atención y el honor, creyéndonos superiores a todos los demás, ocasionando daño a todos los que nos rodean por el mal trato que se les podemos dar. También es importante evitar caer en las GARRAS DE LA AVARICIA, tal como le sucedió al personaje de Ebenezer Scrooge en el clásico de Charles Dickens, titulado "Un Cuento de Navidad", que representa a un impiadoso empresario, oprimido por la avaricia, que tuvo la oportunidad de escoger entre sus amigos y el dinero, prefiriendo el segundo, por ello representa a un hombre con un estilo de vida confuso y siniestro, obcecado por la avaricia.

En conclusión QQ.·. HH.·., debo decir que para lograr encontrar esa riqueza que muchos han buscado y no la han encontrado aún, hay un pequeño, pero significativo secreto, "La verdadera búsqueda de este Gran Paitití o Dorado, debemos hacerla en nosotros mismos, toda esa riqueza, está dentro de nosotros", recordemos esas palabras sabias, antiguas y muy conocidas, que estaban inscritas en el TEMPLO DE DELFOS, que indican claramente el camino a seguir y que dicen lo siguiente:

"Te advierto, quien quiera que fueres, Oh! Tu que deseas sondear los arcanos de la Naturaleza, Que si no hallas dentro de ti mismo, aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo fuera. Si tu ignoras las excelencias de tu propia casa, ¿Cómo pretendes encontrar otras excelencias? En ti se halla oculto el tesoro de los tesoros. Oh! Hombre, conócete a ti mismo y conocerás al Universo y a los Dioses."

Que de una manera muy resumida dice "Nosce Te Ipsum" o "Conócete a ti mismo".

Es cuanto,

Israel Hernández Arriaga, M.·. M.·.


Agradecemos a Juan Manuel, por este aporte.


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sábado, 16 de enero de 2016

La Leyenda de las brujas de Benedeto


LA LEYENDA DE LAS BRUJAS DE BENEVENTO

Si bien es cierto que para rastrear los orígenes de la leyenda de las brujas hay que remontarse a la antigua samnita y romana, cuando, en el siglo IV aC, con los antiguos lidios de la Magna Grecia trasplantado a Samnio el culto orgiástico de Cibeles y cuando cantó Ovidio los búhos horribles tienen hambre de niño sangre, y también es cierto que la saga – ya conocida en el siglo XIII – se extendió rápidamente en Italia y en Europa en 1600, cuando en Benevento, al verdadero lugar de origen de la tradición, hubo una intensa discusión entre los expertos sobre el mismo. Si otras ciudades, de hecho, se inspiraron en un famoso brujas a menudo tristes, Benevento en lugar de los procesos relacionados con el mal y monstruosas, cuenta con la distinción de una leyenda encantadora que nació allí, ha inspirado a poetas y artistas durante siglos. Nació cuando la creencia de la existencia de las brujas se fusionó con los ecos de los ritos orgiásticos misteriosos de los lombardos en Benevento que habían hecho de la capital de su gran ducado sur. En aquel lejano siglo VII, con nostalgia leal a las tradiciones nacionales, feliz en la nueva tierra que les había dado la bienvenida y luego tuvo que absorberlos con su conversión al catolicismo y la adhesión a la civilización romana sobrevivir, ellos practican el culto a la Wothan, el padre de los Dioses. Se reunieron también, fuera de las murallas de la ciudad, en torno a un árbol sagrado que sospendevano piel de una cabra, y entre un paseo salvaje y el otro la golpeó con flechas y comió un pedazo. El Benevento parecía aterrorizada y temerosa, y sus ojos para el rito católico parecía demoníaco, mientras que las descripciones que hicieron de él cada vez volvieron y lo llevaron lentamente en el campo de la maravilla. Así que incluso cuando la costumbre de estas ceremonias terminó para la conversión del Duque Romualdo II y su gente, que, por temor a que él no pudo resistir el emperador bizantino Constante II, prometió la renuncia obispo San Barbato de prácticas idólatras, a cambio de la salvación milagrosamente ocurrió, incluso cuando la demoníaca tuerca, por lo tanto, fue derribado, los rumores de misteriosos acontecimientos continuaron circulando. Y así, la leyenda ya estaba formada, que los guerreros fueron reemplazados malas mujeres que bailan frenéticamente alrededor del árbol, a los gritos de guerra había sucedido a la orgía din descompuesto, donde incluso el diablo tomó parte en la forma de una cabra, y en lugar del fragmento la piel se vio envuelto incluso el banquete. Y cuando los lombardos, amalgamatisi con el pueblo ganó, aumentó su esplendor de Benevento, en especial mediante la promoción de las artes y las letras, e incluso cuando, después de varias vicisitudes, la ciudad se convirtió en “la isla del Papa” en el Reino de Nápoles, se adaptó a las sucesivas civilizaciones a partir de ese ferviente y prometiendo a los fines de la Edad Media a la luz de la Renaissance, la leyenda continuó viviendo razones aspectos cada vez más rica y más variada, siempre y cuando la diferencia de edad barroca con la forma luego permaneció típico, uno que describe el horda. En la gran explanada de nogal reunir noche mágica de los dos mil y más brujas, guidatavi cada por un demonio guardián – Martinello o Jack – que es a la vez amante y criado, y que antes de la carrera, su mujer grasienta con un ungüento mágico, y allí, a la luz de las antorchas, después de que el líder venerado de los demonios que aparece en el disfraz de la cabra, que premia las mejores brujas y castigar a los que tienen infingarde látigo, empieza la orgía. Y si entramos en alguna neófito que ha renunciado a la fe verdadera, el rey de la oscuridad, después de haberle hecho jurar sobre la sangre exprimido de la mama izquierda de ser, ya que todas las brujas, por lo menos una vez a la adúltera meses y asesina y sembrar sin parar melefici y odios, asigna un Martinello y promete una larga vida y los placeres de todo tipo. Ahora bien, si esta terrible escena, que se disuelve la invocación de Jesús y la Virgen María o la mañana del sonido de campanas y los gallos anunciaban el amanecer, se encuentra sólo entre los pintores en Benevento un siglo intérprete desconocido e inexperto, que, sin embargo, en su ingenuidad ha sido capaz de darnos más de una pequeña sugerencia de la leyenda, poetas, escritores y músicos de muy diversa estatura dictadas páginas notables. Desde el autor de La flor problemática, Ser. Durante el siglo XIV, la Redi alegre de El jorobado de Peretola, por San Bernardino de Siena, que fue llamado celo por el exterminio de malliarde en sus sermones fervorosos, Agnolo Fiorenzuola varias veces una leyenda Benevento entrado en la verdadera literatura, así como en la música no penetraron con el mando de Benevento por Franz Xaver Sussmeyer, discípulo de Mozart y Salieri, a continuación, para inspirar a una de las composiciones más singulares de Paganini, titulado, precisamente, de las brujas. Pero en Benevento, aparte de las disputas académicas pictóricas y documentos que apenas superan los límites de la ciudad, algo que se iba a construir en todo el mundo recuerdan la leyenda con la misma intensidad y tal vez con mayor continuidad de muchas obras de genio. Ese algo – todo el que ve no es exageración parroquial – era licor sublime Giuseppe Alberti, su creador, por más de un siglo, gracias a las brujas de calidad para el sabor que lo distinguen, no podía llamar a esa bruja.


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Referencia adicional:  La fiesta de las harpías, Las brujas en Benevento, El descenso de Orfeo a las cavernas, Mal de ojo, Las Euménides.     Autor Cayetano Pisani

viernes, 8 de enero de 2016

¿Puede la razón obstruir la percepción mística interna?




¿Puede la razón obstruir la percepción mística interna?
Por Ralph M. Lewis, F.R.C.

Muchos estudiantes de metafísica y misticismo, particularmente los miem­bros de las escuelas populares que enseñan estas materias, miran la razón como una facultad totalmente mundana. Piensan de ella como una función mental incapaz de transcender  su  propio  estado  orgánico y aprehender la realidad final o, como común­mente se dice, la verdad cósmica. La razón, para estos pensadores, está reducida a un status más bajo de ese que ellos pueden llamar revelación psíquica o percepción mística interna.

Desde su punto de vista, razonar sobre un tema abstracto, un misterio que desafía al intelecto humano, solamente obstruye la iluminación que se está buscando. La conclusión de la razón es considerada encarcelar los "altos" aspectos de la mente y prevenir su posible inspiración divina en un plano más elevado.

A través de las centurias, la razón ha sido promulgada como un medio principal para arribar a una evidencia de conocimiento, mien­tras, por otra parte, se ha pensado que ella es aquello que realmente podría conducir a los hombres desviándolos de la verdad. Debido a que la razón dio al hombre una respuesta per­sonal y autoevidente a muchas preguntas que embrollaban y perturbaban, los filósofos de la antigüedad (y muchos en períodos relativamente más recientes) la igualaron con la inteligencia divina.

Estos antiguos reconocieron a la razón como siendo los más exaltados procesos mentales comunes del hombre. La razón continuamente se esfuerza por una unidad de experiencia como ella busca convertir lo desconocido en conocido. Es la razón que mira tras los efectos para una posible causa. La mente razonante es la ver­dadera mente pensante. Razonar es analizar obstinadamente las ideas y luego combinarlas en una continuidad útil y comprensible.

Todo razonamiento no es necesariamente pragmático, es decir, que tenga que ver con los asuntos prácticos del día. No obstante, la razón no provee una orientación personal para nuestra vida porque nos da una comprensión que reduce la confusión. Las respuestas o soluciones de nuestra razón personal pueden no ser infalibles, pero nos dan, por lo menos, una temporaria justificación para los actos que siguen de ella. Los actos incitados por la razón son un ímpetu íntimo, que es decir que conocemos que estamos siendo impulsados por la fuerza de nuestro propio pensamiento.

Aristóteles dijo que la razón activa es un motor que no se mueve, es decir, un tipo de inteligencia cósmica en la que existe toda forma y toda realidad. Ella impulsa al hombre y a todas las cosas a manifestarse, siendo, sin em­bargo, en sí, un motor que no se mueve. Esta razón activa, afirmaba Aristóteles, penetra al hombre y lo hace sobrevivir a la muerte; por lo tanto, el alma y la razón activa son presentadas como teniendo una relación divina. 

Alma 

Plotino, filósofo neoplatónico, (205?-270 D.C.) declaró que la razón contemplativa es alma. La esencia del alma, dijo, es un esforzarse después de esa verdad contemplativa que es la prerrogativa de la Razón Divina. Nuestra común razón humana, afirmaba Plotino, es la más cercana a la razón contemplativa, que es el alma.  En esto, entonces, vemos expuesta la doctrina de que el alma y la razón contempla­tiva son un acercamiento a la inteligencia divina en que se piensa que existe la verdad en su estado absoluto.

En un período relativamente más moderno, Immanuel Kant (1 724-1804) dijo que nuestro mundo exhibe tres aspectos:  1. Un sujeto pensante y perceptivo, como el hombre; 2. Un mundo de fenómenos que el ser pensante percibe; 3. Los objetos del pensamiento en general. La razón, afirmaba Kant, trata de introducir una unidad absoluta en cada uno de estos factores. En otras palabras, Kant afirmaba que la razón está en busca del alma como el terreno unificador de la actividad de la mente. De esto podemos deducir que Kant implicó que la razón es el instrumento que usa el alma para revelar al hombre su fugaz resplandor de realidad.

El tiempo ha mostrado los numerosos errores existentes en el razonamiento de muchos de los grandes pensadores, tales como Aristóteles, que muy a menudo, especialmente antes de la época de Aristóteles, acudieron a la razón exclusivamente para explicar los fenómenos de la naturaleza más bien que usar cualquier método empírico u objetivo de indagación y búsqueda. Los filósofos escolásticos de la Edad Media, asimismo, dependían enteramente en la razón para encontrar una respuesta a cualquier pre­gunta que dejara perpleja a la mente. Cual­quier cosa que fuera lógicamente satisfaciente (esa que la razón no podría refutar) era aceptada como verdad. Existía muy poca inten­ción para substanciar con hechos las conclusiones de la razón.

Mucho de lo racional de los primitivos pensadores no era lógicamente perfecto, y críticos posteriores fueron capaces refutarlo usando los mismos métodos lógicos. John Locke, filósofo inglés, en Un Ensayo Concerniente con la Comprensión Humana, preguntaba por qué los hombres razonan tan pobremente. Procedió, entonces, a dar tres respuestas a su propia pregunta.

Primera: La mayoría de las per­sonas jamás razonan del todo. Son conducidas por el pensar de otros, y sostienen opiniones por fe y no por investigación original. La autoridad de otros sobre la que se basa la fe crea certeza, pero es peligrosa porque conduce a aceptación dogmática. Segundo: La razón está impedida por las emociones. "Sentimos" antes de pensar en respuesta a la mayoría de la experiencia. Esto cubre a nuestra verdadera razón y lleva a una mente cerrada y de juicio anticipado.  Tercero: Nuestra mente está limitada a la parcialidad. "Vemos, pero en parte, y conocemos, pero en parte". Esto, entonces, lleva muy rápidamente a la generalidad.

Se nos conduce a la percepción mística interna y a la apertura de canales de intuición o de percepción interna por la prueba intelectual de la razón. Esa es razón contemplativa que establece un motivo, un objetivo para una actividad intencional de la mente. Es principalmente el método de razonamiento deductivo de un principio general, que finalmente engendra ese estado de consciencia que puede resultar en experiencia mística. Es la abstracción del hombre, por ejemplo, acerca de una Causa Primera, Dios, una Mente Suprema, o acerca de causas naturalistas que crean para él el estado de ánimo por medio del cual puede eventualmente inducir ese estado meditativo por el cual tuvo la experiencia mística del asunto.

 Verdad

La razón puede arribar a una respuesta que sea satisfactoria para el intelecto, pero puede carecer de realismo de lo que puede llamarse la verdad de la percepción mística interna. Sin embargo, la conclusión de la razón para la persona que todavía no ha alcanzado la percepción mística interna relacionada con algún asunto, puede ser convincente.  Es entonces solamente después de que uno ha tenido percep­ción mística interna con referencia al mismo asunto, que puede aparecer para uno tener una más grande claridad y autoridad que razón provista.

Puede realizarse que es solamente condi­cionando primeramente la mente objetiva por medio de la contemplación de ciertos temas profundos  que  eventualmente abrimos los canales  para tales experiencias psíquicas que pueden llamarse la gran iluminación. Nadie es súbitamente iluminado con relación a un asunto al que jamás le ha prestado algún pensamiento. Debería considerarse que las ideas que la mente humana concibe necesitan primero haber estado relacionadas con algún precepto previo para su comprensión.

Simplemente, la iluminación in­tuitiva o psíquica debe ser en términos de tener una relación a algunos elementos de previas experiencias objetivas o de ideas que salieron de ellas. La iluminación debe ser en términos de nuestro lenguaje y de nuestras cualidades sen­sorias. En el análisis final está la razón, el intelecto, que debe formar la experiencia mística en un total comprensible.

Como una alegoría, el tema de Dios (lo que es o significa) es completamente subjetivo. Esto es algo que no puede ser transmitido a otro en el mismo sentido íntimo en el que uno forma su propia idea acerca de ello. El con­cepto persona de uno de tal idea abstracta no puede ser establecido empíricamente en una forma que pueda ser percibida igual por los sentidos de otras personas. La idea de Dios es completamente una interpretación individual de uno que ha contemplado tal idea. El in­telecto da pensamiento a la idea de Dios y llega a una conclusión que puede ser o no una realidad que corresponda a ello, y, si es así, cómo podría ser. La razón puede no engendrar suficiente respuesta emocional para dar realidad a la propia conclusión de uno. Pero un sincero e intenso razonamiento contemplativo acerca del tema puede producir ese destello intuitivo que substancia o efectúa hasta un más grande desa­rrollo de la idea.

En la meditación hay estados positivos, activos y pasivos.  El estado positivo es el propósito  intencional  que uno  tiene  para arribar a, por ejemplo una respuesta que la razón todavía no ha producido. La gran mayoría de los meditadores son aquellos que buscan conocimiento de una clase específica. Quizás, como otra analogía, ellos deseen paz. Pero primeramente la razón o la contemplación ha establecido en sus mentes alguna idea de lo que la paz debería ser. Obviamente, ellos no buscarían algo de lo en que ya no tuvieran por lo menos una opinión.

El estado pasivo de la meditación es donde el meditador no ha formulado específicamente algún objetivo que espere alcanzar en el procedimiento. Sin embargo, él ha formado un concepto de lo que la meditación es en general. y lo que puede derivarse de ella. Puede no conocer exactamente sus resultados, pero la considera como una ayuda personal para él y su razonamiento y, por consiguiente, es razón que ha predeterminado la verdadera naturaleza y función de la meditación a la que el medita­dor acude.

Una verdadera iluminación no puede ser místicamente derivada si la existencia de su contenido no ha sido primeramente considerada intelectualmente.  La razón debería ser el cimiento sobre el cual descansa la búsqueda de iluminación mística y meditación. La meditación debería ser la corte de última apelación y el examen crítico de la razón. Aquel que primeramente no piensa ha desdeñado proveer la luz de percepción mística interna para reflejar sobre ella.

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