ACCIÓN KÁRMICA
Del Libro Divagaciones Poéticas por “Un Viejo Niño”
En la vida, dos alforjas llevan los humanos seres,
en una van las desdichas y en otra los placeres.
No son de igual medida, ni tampoco del mismo peso,
el objetivo es el mismo; experiencia y progreso.
Hemos acumulado desdichas, por falta de perfección,
faltando a la Ley, quizás por carecer de comprensión.
No nos agradan los sufrimientos, tampoco las penas,
pero el karma nos tiene, como presa entre cadenas.
No cumplimos con el karma, si sólo buscamos placeres,
y nos desentendemos del cumplimiento de los deberes.
Karma no permite gran desnivel en la vida, y es por eso
que prepara el reajuste con la Ley, da el contrapeso.
Pues no ignoramos que karma es la Ley de Consecuencia,
y su inexorable acción, es purificar la conciencia.
El que cumple la Ley kármica, ya no vive perturbado,
porque sabe transcender todo el mal y queda liberado.
Siempre traté a todo semejante, con bondad y ternura,
hasta el ingrato, halló en mí, frases de mucha dulzura.
Y, muchas veces, quise conocer el misterio de la Vida,
mas, no pude, pues no era todavía para mí cosa merecida.
Comprendo que la Vida fluye, y el diario vivir exige
reconocer lo eterno, que todo lo prevé y dirige.
Pensando en El, la falta del hermano dejamos en olvido,
sabiendo que todo lo ve el Dios, en nosotros escondido.
A todos nos quiere El, dándonos vida, salud y poder,
así como la luz de la inteligencia para comprender.
Sabemos que para evolucionar, hay un tiempo eterno,
y no existe la destrucción del alma, ni el infierno.
Por temor al infierno, que no existe, la gente se alarma,
sin conocer que todo lo regula, esa Ley del Karma.
No se dan cuenta que, nuestro deber hay que cumplirlo,
y muchas faltas diarias y errores, hay que reducirlo.
Cuando es necesario, el Karma nos lleva al dolor,
y de nosotros depende saberlo afrontar con valor.
De no hacerlo así, jamás llegaremos a la victoria,
Ni podremos nunca alcanzar la tan anhelada gloria.
En este mundo, debemos entender bien las lecciones,
no importan tanto, los sufrimientos y las emociones.
Esta es escuela de la vida, hay que saber aprovechar,
y lo esencial es, a nuestro semejante, saberlo amar.
Nos parece, que no recibimos ayuda alguna de la razón,
entonces apelamos a tiempo, a la luz de la intuición.
En esa forma, vamos cumpliendo bien nuestra misión,
convencidos que la Ley karmica, es cierta en su acción.
Así, finalmente, marchamos más tranquilos por el mundo,
pues, la experiencia nos enseña con su saber profundo.
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454 - JOYAS ESPIRITUALES - 04/00 - FRATERNIDAD ROSACRUZ DEL PARAGUAY
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