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martes, 2 de noviembre de 2010

EL RETRATO DEL HIJO



EL RETRATO
DEL HIJO

TOMADO DE ROSANET


Un hombre rico y su hijo tenían gran pasión por el arte. Tenían
de todo en su colección; desde Picasso hasta Rafael.

Desgraciadamente, el hijo fue a la guerra. Fue muy valiente y
murió en batalla mientras rescataba a otro soldado. El padre recibió la
noticia y sufrió profundamente la muerte de su único hijo. Un mes más
tarde, justo antes de la Navidad, alguien tocó a la puerta. Un joven con
un gran paquete en sus manos dijo al padre: «Señor, usted no me
conoce, pero yo soy el soldado por quien su hijo dio la vida. Él salvó
muchas vidas ese día, y me estaba llevando a un lugar seguro cuando
una bala le atravesó el pecho, muriendo instantáneamente.

Él hablaba muy a menudo de usted y de su amor por el arte.» El
muchacho extendió los brazos para entregar el paquete: «Yo sé que
esto no es mucho. Yo no soy un gran artista, pero creo que a su hijo le
hubiera gustado que usted recibiera esto». El padre abrió el paquete,
era un retrato de su hijo, pintado por el joven soldado.

Él contempló con profunda admiración la manera en que el soldado
había capturado la personalidad de su hijo en la pintura. El padre
estaba tan conmovido por la expresión de los ojos de su hijo que los
suyos propios se arrasaron de lágrimas.

Le agradeció al joven soldado y ofreció pagarle por el cuadro.

«Oh no, señor, yo nunca podría pagarle lo que su hijo hizo por mí. Es
un regalo.»

El padre colgó el retrato arriba de la repisa de su chimenea.

Cada vez que los visitantes e invitados llegaban a su casa, les mostraba
el retrato de su hijo antes de mostrar su famosa colección. El hombre
murió unos meses más tarde y se anunció una subasta con todas
las pinturas que tenía. Mucha gente importante e influyente acudió
con grandes expectativas de hacerse a un famoso cuadro de la colección.

Sobre la plataforma estaba el retrato del hijo. El subastador golpeó
su mazo para dar inicio a la subasta.

«Empezaremos los remates con este retrato del hijo, quién ofrece
por este retrato?»

Hubo un gran silencio. Entonces una voz del fondo de la habitación
gritó:

«Queremos ver las pinturas famosas». Sin embargo el
subastador persistió:

«Alguien ofrece algo por esta pintura, $100.00, $200.00?» Otra
voz gritó con enojo: «No venimos por esa pintura, venimos por los Van
Goghs, los Rembrandts. Vamos a las ofertas de verdad».

Pero aún el subastador continuaba su labor: «El Hijo, El Hijo,
¿Quién se lleva El hijo?», Finalmente una voz se oyó desde muy atrás
de la habitación:

«Yo doy diez dólares por la pintura». Era el viejo jardinero del
padre y del hijo. Siendo un hombre muy pobre, era lo único que podía
ofrecer. «Tenemos $10?», «Quién da $20?», gritó el subastador.

La multitud se estaba enojando mucho. No querían la pintura de
El Hijo.

Querían las que representaban una valiosa inversión para sus
propias colecciones. El subastador golpeó por fin el mazo:

«Va una, van dos, VENDIDA por $10».

«Empecemos con la colección!», gritó uno. El subastador soltó
su mazo y dijo: «Lo siento mucho, damas y caballeros, pero la subasta
llegó a su final».

«Pero, y las pinturas?», dijeron los interesados; «Lo siento»,
contesto el subastador; «cuando me llamaron para conducir esta subasta,
se me dijo de un secreto estipulado en el testamento del dueño.

Yo no tenía permitido revelar esta estipulación hasta este preciso momento.

Solamente la pintura de EL HIJO sería subastada. Aquel que
la aceptara recibiría absolutamente todas las posesiones de este hombre,
incluyendo las famosas pinturas.

«El hombre que acepte quedarse con EL HIJO se queda con
TODO».

Dios nos ha entregado a su Hijo, quien murió en una cruz hace
más de 2,000 años. Como el subastador, su mensaje hoy es: «Quien
ama al Hijo lo tiene todo», no busques la salvación en cosas, lugares,
situaciones o personas donde nunca la encontrarás, la salvación de tu
alma es un maravilloso regalo de Dios, un regalo que se hizo extensivo
a ti aquella tarde en que Jesús dijo las palabras «Consumado es», es
un regalo de Dios y como tal debes aceptarlo, el buscar otras cosas es
equivalente a decirle a Dios que el sacrificio de su hijo no es suficiente
para ti.

Jesucristo mismo dijo estas palabras en Juan 3:16 «Porque de
tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para
que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna». Y
en Juan 14:6 «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al
Padre, sino por mí».

No busques más, Dios ha hecho todo para que tú seas feliz,
bendecido, prosperado y que goces de la salvación desde ahora, sólo
si aceptas el sacrificio de Jesucristo y le recibes en tu vida como tu
guía, tu ejemplo, tu modelo, tu Señor.

«Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre
bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos»

Hechos de los Apóstoles 4:11-12

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469 - JOYAS ESPIRITUALES - 07/01 - FRATERNIDAD ROSACRUZ DEL PARAGUAY

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