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martes, 29 de enero de 2013

MARÍA, MADRE DE JESÚS




MARÍA, MADRE DE JESÚS

María: “Es la imagen arquetípica del futuro desarrollo espiritual de la humanidad, ya que simboliza
el nacimiento de la conciencia crística dentro del hombre mismo”. Un ángel del Señor se le presentó y le dijo: “Ana, el Señor ha escuchado tus ruegos y ha atendido tu súplica. Concebirás y parirás y se hablará de tu
progenitura en toda la tierra.”

Queridas hermanas y hermanos:
La Virgen con el niño, la Virgen Eterna, la Eterna Madonna,
es un tema inmemorial y que ha acompañado a la raza humana a lo largo de su desarrollo y tiene un profundo significado. Es la imagen arquetípica del futuro desarrollo espiritual de la humanidad, ya que simboliza el nacimiento de la conciencia crística dentro del hombre mismo. Lo femenino representa un alma despierta e iluminada; y la conciencia crística sólo puede nacer en un alma de tales características.
Hace unos pocos días atrás vivimos la Fiesta Santa de la
Navidad y recordamos nuevamente a la Virgen y al Niño.
La humanidad cristiana ha honrado esta festividad desde
el advenimiento del Cristo.
Varios siglos después, llegaron a la tierra, Maestros
artistas para perpetuar el significado y el propósito de la Virgen ideal, tal como se visualiza en los planos internos.
Uno de ellos fue Correggio,cuyo estudio era un santuario y
aseguraba que cuando estaba trabajando en una pintura de la Virgen, lo hacía de rodillas.
Fra Angélico fue otro de esos pintores divinamente
iluminados. Se ha dicho de él que vivía la mitad en el mundo de los ángeles y la otra mitad entre los hombres. Hay leyendas que aseguran que los mismos ángeles posaban para sus cuadros.
Pero le cupo al gran Rafael Sanzio el proyectar en su
máxima perfección y con su máximo poder espiritual el ideal de la gloriosa Virgen. El creó su obra de acuerdo a lo que veía en la Memoria de la Naturaleza. Su Madonna Sixtina ha sido considerada por muchos críticos como la más grande pintura del mundo y muchos grupos cristianos esotéricos la usan para sus meditaciones curativas.
Pero quién fue esta María, inspiradora de tanta devoción?
Les propongo que viajemos en el tiempo. Les propongo
que retrocedamos 2000 años, o más, 2026 años, cuando María de Palestina encarnó en el plano físico.
Dice el Evangelio Aprócrifo de Santiago: “era un día triste para Joaquín, esposo de Ana”. Joaquín era un hombre próspero y generoso, pero ese día en la Sinagoga del pueblo, los demás feligreses no le permitieron hacer sacrificios porque lo consideraban “maldito de Dios”.
Joaquín y Ana eran mayores y no tenían descendencia.


“Hanna y Joaquín eran dos altos iniciados de la escuela Esenia de Israel, que estaban concientes  de la importancia de la misión que se les había encomendado al engendrar a un ser como María”

Corinne Heline: “María es ejemplo de cómo será la humanidad en la Era de Capricornio”.


Apenado, Joaquín revisó los libros Sagrados y encontró
que todos los justos habían tenido descendencia, pero también recordó que Abraham era muy mayor cuando engendró a Isaac.
Joaquín no volvió ese día a su hogar, sino que se retiró al
desierto, allí puso su tienda y ayunó 40 días, con sus 40 noches diciendo para sí mismo “no comeré ni beberé hasta que el Señor Mi Dios me visite y la oración será mi comida y mi bebida”.
Mientras tanto Ana, su esposa, lloraba y lloraba por la
ausencia de su esposo y por su esterilidad. Y estaba un día
orando cuando un ángel del Señor se le presentó y le dijo: “Ana,
el Señor ha escuchado tus ruegos y ha atendido tu súplica.
Concebirás y parirás y se hablará de tu progenitura en toda la tierra.”
Otro Angel del Señor, se había presentado a Joaquín con
la misma noticia, por lo que él abandonó el desierto y volvió a su hogar.
Nueve meses después, las oraciones de Ana y Joaquín,
fueron premiadas con una niña a la que llamaron María.
Esta es la información para la humanidad en general, pero
el ocultista sabe que Hanna y Joaquín eran dos altos iniciados de la escuela Esenia de Israel, que estaban concientes de la importancia de la misión que se les había encomendado al engendrar a un ser como María.
Cuando Anna concibió, ambos agradecieron en oración y
ofrecieron su hija al servicio del Templo. Estando en éxtasis,
ellos fueron rodeados por una nube celestial hasta que se
volvieron luminosos y brillaban con un extraño brillo.
Nunca antes dos humanos habían logrado un estado
sobrenatural como ese.
La influencia de la santa niña penetraba toda el aura de su
madre. Donde sea que Hanna entraba, ella era precedida por una gran luz. Extraños fulgores salían de sus dedos y cuando ella entraba en una habitación, donde había enfermedad se tornaba en salud y toda discordia se convertía en armonía.
Cuando María estaba por nacer, su madre se arrodilló en
oración y una luz estaba delante de ella, radiante y sobrenatural, que comenzó a brillar más y más llenando toda la habitación hasta que Ana estuvo abrazando contra su corazón a su pequeña hija.
Como todos los maestros que encarnan concientemente
con un propósito específico, María estuvo en completa posesión de todas sus facultades desde su nacimiento. Desde el principio de su vida en la Tierra, ella reconoció a los mensajeros angélicos quienes la rodeaban y de quienes recibía guía e instrucción.
Es entonces cierto que los ángeles formaron parte de la
vida y de los juegos de María, incluso según los Evangelios Apócrifos, (el del Pseudo Mateo) ellos la alimentaban y la cuidaban.
Tanto María como su hijo Jesús, fueron concebidos
“virginalmente”. Según Corinne Heline, María es el ejemplo de cómo será la humanidad en la Era de Capricornio.




San Ambrosio sostiene que José se distanció de María, no porque
desconfiara, sino porque, aún siendo tan puro y santo como él era,
se sentía indigno de estar cerca de ella.

Muchos clarividentes han descrito el nacimiento de Jesús con diferentes versiones
y detalles pero todos coinciden en que la luz que rodeaba
a los presentes era intensa y cegadora.




Tal como sus padres habían prometido, María fue
consagrada al servicio del Templo, cuando tenía 3 años.
Cuando María estaba cerca de los 15 años, Joaquín y Ana
fallecieron con pocos meses de diferencia y María estaba en el Templo de Jerusalén, del cual salió a los 15 años, vestida con una túnica de blanco y con corona de flores, en la cabeza, para casarse con José de Nazareth.
Dice la leyenda que al llegar la época en que María había
superado todas las pruebas a las que era sometida (las
humanas; la envidia de sus compañeras del Templo, que ella perdonaba y compadecía y las espirituales, las diferentes iniciaciones por las que pasó), el Sumo Sacerdote del Templo no sabía qué hacer con ella, esa rara flor de pureza y superioridad espiritual que estaba a su cargo.
Por lo tanto, orando, pidió al Señor que le diera una señal
y mientras oraba recibió el mensaje de que debía reunir a todos los hombres solteros de la Casa de David. Y habiéndolos reunido, salió del Templo una paloma blanca como la nieve, que revoloteó sobre la cabeza de José y luego volvió al Templo.
De acuerdo a la tradición esotérica, María y José
pertenecían a las más elevada orden iniciática de los Esenios, pero se mezclaron con los esenios de menor grado para llevar a cabo la gran misión que se les había encomendado, que era la de proveer un cuerpo purísimo a un elevadísimo ser espiritual para que viviera como hombre entre los hombres. El santo y virginal corazón de María sólo podía contraer nupcias con otro corazón virginal.
José fue diferente desde su más tierna infancia. Desde
temprana edad, él había sido conciente de los mundos
espirituales y mantenía constante comunicación con los ángeles.
A la edad de 13 años, dedicó su vida a la oración, al servicio y a la castidad, por lo que su vida era dirigida por los ángeles.
En una de sus constantes comunicaciones con los
ángeles, le fue dada la instrucción que debía presentarse al
Templo de Jerusalén y él obedeció.
José en esa época tenía 33 años, era de maneras
agradables, buen mozo de apariencia e irradiaba la luz que sólo los espíritus iluminados tienen.
La historia de amor de María y José, es una historia de
amor celestial. Dice San Ambrosio que ellos “eran uno en mente, corazón y espíritu”. Y las investigaciones ocultas confirmar que ellos llevaron un matrimonio virginal previamente al nacimiento
de Jesús.


José y María fueron dos seres de gran elevación
espiritual que encarnaron a la vida física con la misión de traer al
mundo al ser que había alcanzado un nivel evolutivo
aún más alto al cual debían proveer un cuerpo purísimo, concebido
sin pasión animal.


Después de la Anunciación angélica, la Virgen estaba tan
rodeada de gloria, que ella literalmente caminaba en la Luz. Es por esta razón, que pocos podían estar en su presencia.
San Ambrosio sostiene que José se distanció de María, no
porque desconfiara, sino porque, aún siendo tan puro y santo como él era, se sentía indigno de estar cerca de ella.
La Inmaculada Concepción La Inmaculada Concepción ocurrió varias veces en la historia y los nacimientos fueron el 25 de diciembre. Mitra el santo de Persia, Baldur de Escandinavia, fijo de la Virgen Freya, Quetzalcoatl de México, nacía de una madre virgen.
La Suprema Diosa Madre, adorada por todo el universo, es
el gran e ilustre Ser que dirige la Jerarquía Virgo, los Señores de la Sabiduría.
Todas las vírgenes iniciadas realizan su entrenamiento y
preparación bajo la supervisión de esta Madre Celestial. A
Palestina vino la más exaltada de todas ellas: María de Belén, madre de Jesús. Ella fue más que ninguna otra ha sido jamás en el mundo. Fue y es un Gran Maestro Espiritual.
José y María fueron dos seres de gran elevación espiritual
que encarnaron a la vida física con la misión de traer al mundo al ser que había alcanzado un nivel evolutivo aún más alto al cual debían proveer un cuerpo purísimo, concebido sin pasión animal.
Jesús necesita para encarnar, un ser de excepcional
pureza. Cuando las almas al descender van formando los
cuerpos mentales y de deseos, atraen materia de esos planos en armonía con sus naturalezas.
Esto es una realidad en los planos superiores, pero en el
plano físico, no toman materia de la tierra, sino materia física de la madre, en el seno de la cual el cuerpo se forma.
Un cuerpo físico con una baja frecuencia vibratoria, no
puede contener unos cuerpos superiores, vibrando a altas
frecuencias. Es decir, un alma grande, no puede morar en un cuerpo defectuoso y es por ello que Jesús necesitaba una madre que ofreciera para la formación de su cuerpo, materiales de elevada frecuencia, o de lo contrario, no hubiera podido proveer de un cuerpo purísimo al Cristo, es decir, no hubiera podido cumplir su misión.
Es entonces verdad, que tanto María como José, eran
vírgenes, pues engendraron a su hijo como un sacrificio, como un acto de amor, tal como había sido en su momento, concebida la propia María.
Cuando María concibió, su casa estaba constantemente
rodeada de luces rosadas, azul y oro que ascendían y bajaban como tenues hilos. Los comentarios de los vecinos, que no comprendían lo que pasaba y tejían todo tipo de conjeturas, perturbaban a la dulce y serena
María, por lo tanto, José decidió llevarla a Belén, a casa de su tía Sara, casada con Elcana, hasta
que diera a luz.
Muchos clarividentes han descrito el nacimiento de Jesús con diferentes versiones y detalles pero todos coinciden en que la luz que rodeaba a los presentes era intensa y cegadora.
Algunas místicas clarividentes como Catalina Emmerich de Alemania, la Venerable Madre Superiora, María de Jesús de Agreda, española del siglo XVII, María Valtorta de Italia, todas de diferentes siglos y culturas, sostienen que María entró en oración y en éxtasis, radiante y luminosa,
mientras su hijo Jesús nacía.
María hizo posible la primera venida de nuestro señor Jesucristo. Y será otra vez a través de su
intervención que toda la humanidad estará lista para Su segunda venida. “Sin María no hay Cristo”.Está divinamente determinado que así como la humanidad recibió a su Salvador a través de la bendita santidad de María, así en la próxima edad, ella preparará a la humanidad para reunirse
con El. La venidera era de María marcará el comienzo de una humanidad cristificada.
Esta noche, aquí reunidos en este amado Templo de la Fraternidad Rosacruz, rememoramos
esa gloriosa noche en que llegó al mundo el más amoroso representante de la oleada de vida humana, el más generoso, el que se preparó espiritualmente durante varias encarnaciones para entregar su cuerpo físico para que se cumpliera la grandiosa misión del Cristo.
Ese niño Jesús a quien hoy recordamos, nace todos los 24 de diciembre a medianoche. La noche más larga y más oscura en el Hemisferio Norte. Simbólicamente, el Niño Luz, nace en la mayor oscuridad, cuando más se lo necesita.
Queridas Hermanas y queridos hermanos: ese niño luz, ese niño de amor, no debe nacer
solamente la noche del 24 de diciembre, debe nacer cada día en nuestros corazones.
Así cómo Jesús preparó su cuerpo para recibir al Cristo, ese mismo esfuerzo es nuestra tarea cada día, para recibir también, cada uno de nosotros a ese Cristo generoso que llegó a la tierra para limpiarla de nuestros errores, de nuestros odios, de nuestras guerras y ambiciones, de nuestras envidias y de todas las emociones negativas y bajas que atan a la humanidad a la materia.
Sí hermanos, cada uno de nosotros es un Jesús en potencia preparándose para recibir al Cristo, al espíritu del Amor, de la Generosidad, del Desapego y la Filosofía Rosacruz nos indica claramente la vía a seguir: el servicio. “El servicio amoroso y desinteresado, es el camino más corto
y más gozoso que nos lleva hacia Dios”.
Llegará el día que nuestras almas estarán tan purificadas y llenas de Amor que cantaremos el
cantar de los Angeles: “Gloria a Dios en las alturas y en la Tierra, Paz a los hombres de Buena
Voluntad.”

Que las rosas florezcan sobre vuestra cruz.
María Rosa Gil
Fraternidad Rosacruz del Paraguay

video desde aqui,




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Extraído del, Resumen del Encuentro, publicado por:
encuentrosrosacrucesamericanos@gmail.com 

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