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domingo, 12 de mayo de 2013

Sólo amanece para los que están despiertos


Sólo amanece para los que están despiertos



Adriana Ceballos
Adriana Ceballos
Técnico en Educación Especial, Diplomado API desde 2005. Durante años se ha dedicado al estudio y la práctica de Filosofía Esotérica, Astrología y Psicología Astrológica, Tarot Egipcio, Sanación Espiritual a través de Arquetipos, impartiendo últimamente cursos de las obra de Lucille Cerdercrans. Su Urano en el Ascendente la ha llevado desde hace unos años a dedicarse a la grabación, edición y producción de vídeos como los que se pueden disfrutar gratuitamente desde La Mediateca de la escuela.
Thoreau, dijo: ¿Cuántos días amanecen, en realidad, para nosotros? ¿Cuán a menudo estamos realmente despiertos, activos y alerta para toda oportunidad, toda experiencia, toda ocasión de aprender, de crecer, de contribuir, de servir, de disfrutar, de sufrir, de aprovechar y de dar lo que cada día nos trae?
La mayoría de nosotros tiene una rutina que se repite, en la misma forma, casi todos los días. Hay algunas variaciones en los fines de semana, en las vacaciones, semana santa, navidad, fin de año, reyes etc. pero las actitudes que tenemos antes los sucesos del día, por lo general no cambian mucho.

Cuando, nos abstraemos de nuestro entorno, cuando hacemos nuestros deberes con indiferencia y con el propósito de olvidarnos de ellos, cuando no somos capaces de observar, escuchar, pensar, nos estamos perdiendo los acontecimientos del día, lo que nos lleva a perder mucho de la experiencia de la vida y del Crecimiento Anímico potencial que cada uno de nosotros tiene.
Si vivimos en el Aquí y  el Ahora, el mayor tiempo posible, haciendo lo que tenemos que hacer cada vez mejor y de modo consciente, el aprovechamiento de cada minuto será grande y nuestra vida será  mucho más rica en experiencia y al final se convertirá en Poder Anímico.
El estar en el Aquí y en el Ahora, no solo implica observación y pensamiento, también implica alegría, entusiasmo, optimismo. La naturaleza rutinaria de lo que hacemos es lo que nos adormece y nos aletarga, a menos que la llenemos de amor, entusiasmo, y ganas de practicar la creatividad donde quiera que podamos
Las oportunidades para ejercitar la creatividad se dan con sorprendente frecuencia si estamos despiertos para ellas. Si comenzamos cada día con una actitud mental positiva, determinados a concentrarnos en lo mejor que encontremos y ver lo mejor de todo y todos, y en esforzarnos por transmutar lo negativo en positivo, podemos hacer de ese día una ofrenda agradable para nosotros.
La energía no es sólo una cualidad física, sino también mental y emocional que irradiamos por donde quiera que vamos, es sorprendente ver cuánta energía poseemos, aún cuando creemos que estamos totalmente fatigados. A esa energía se le puede dar buen uso si aplicamos la creatividad  sobre  nosotros mismos.
Hablar del trabajo sobre si mismo no es difícil, pero llegar a entenderlo claramente, si que presenta alguna dificultad; esto se debe a la lucha del razonamiento de la mente y la consciencia creativa.
El ser humano siempre ha ido en busca de la felicidad.
¿Existe la felicidad o es una utopía?
¿Se nace con un grado de posibilidades de alcanzarla?
¿Se puede aprender a ser feliz?
No hay un tema más universal que éste. Todo el mundo busca la felicidad de una forma u otra como un objetivo en la vida; sin embargo, muy pocos pueden afirmar que la hayan conseguido.
Se relaciona la felicidad con tener salud, dinero y amor. En los cuentos infantiles, encontramos estos tres elementos: el príncipe fuerte y sano conquistará el tesoro y alcanzará el amor de la princesa...

En realidad ser felices no cuesta mucho lograrlo, lo que realmente cuesta es dejar de ser Infelices, ya que estamos metidos en una rueda de la que no podemos salir, en esa rueda está la rutina, el pasado, el futuro, pero nunca el presente que es el que realmente debemos vivir, o sea el aquí y el ahora, cada momento cada situación, cada alegría, y por qué no cada pena o desdicha pero sin sentirnos victimas de las circunstancias o creer en la mala suerte.

El  mundo exterior nunca puede hacernos felices. Somos nosotros los que creamos nuestra propia felicidad. Creemos que la gente es la que nos hace infelices, pero en realidad nos hacemos infelices a nosotros mismos.

Podemos y tenemos la capacidad controlar y cambiar nuestros sentimientos y emociones porque provienen de nuestros pensamientos. Tenemos el poder de decidir entre estar alegres o estar tristes, enfadados o desenfadados, pero siempre dependerá de lo despiertos que estemos.
Somos responsables de todo lo que nos sucede en la vida, lo mejor y lo peor; porque cada uno de nosotros crea sus propias experiencias con lo que piensa y siente. Cuando creamos paz, armonía y equilibrio en nuestra mente, lo encontramos en nuestras vidas. Lo que creemos de nosotros mismos y de nuestras vidas llega a ser nuestra realidad. Por lo tanto debemos decir y hacer lo que sentimos y pensamos, no pensar una cosa sentir, decir y hacer otra.
La mente es como un talismán invisible.
Con las iniciales AMP (actitud mental positiva) grabadas en una cara.
Y las iniciales AMN ( actitud mental negativa) grabadas en la otra cara.
Este talismán invisible posee dos poderes sorprendentes.
1º  La facultad de atraer la riqueza, el éxito, la salud y la felicidad.
2º  La facultad de repeler todo lo anterior.
Somos los dueños de nuestros destinos porque somos, ante todo, dueños de nuestras actitudes. Estas configuran nuestro futuro. Se trata de una ley universal, esta ley afirma que convertimos en realidad física los pensamientos y actitudes que albergamos en nuestra mente, con independencia de lo que sea (pobreza- riqueza, salud- enfermedad).
Algo importante para conseguir la felicidad es evitar los pensamientos de preocupación. Todo el mundo se preocupa por algo, la salud, los hijos, el dinero, por lo que piensan los demás etc...

¿Pero qué adelantamos con preocuparnos?
¿Por qué tenemos que preocuparnos por cosas que  ni siquiera pueden llegar a pasar?




Lo importante es vivir el aquí y el ahora. El pasado ya pasó, el futuro tiene que venir, solo hay presente. Debemos darnos  cuenta de que en la vida todo pasa, y si estamos pasando por malos momentos pensar que pronto pasarán; y si todo pasa, ¿por qué preocuparnos?.

Debemos vivir el presente, debemos estar despiertos, en el aquí y el ahora  no hay otro momento real que sea posible vivir.
Por lo tanto en nuestras manos esta la decisión de que cada día puede amanecer con renovada brillantez y, al final del día, al final de la vida  experimentaremos la satisfacción de un trabajo bien hecho.
Adriana Ceballos
e-mail: acb@adrianaceballosb.es

"El presente es un regalo … por eso se llama “presente” y hay que disfrutarlo cada momento del día".




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