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jueves, 8 de agosto de 2013

VIDA ¿CUANTO VALES?


VIDA   ¿CUANTO  VALES?

         En ocasión de un censo periódico, un encuestador llamó a una casa y pidió detalles de la familia que vivía en ella: “Bueno”, contestó la dueña de casa, “tenemos a Juancito, a María, a Sara, a Roberto…” “No, no” interrumpió el encuestador. “el número el número. ¡no los nombres¡ “Mis niños no tienen números”, insistió la señora.” “Tienen nombres.”

         El mundo se torna más impersonal cada día. Parece que tenemos que luchar para mantener nuestra identidad y, como esa madre, todos insistiríamos – “No somos números, ni casos, ni proyectos. ¡Somos  personas¿ Lo mayor de la creación terrenal de Dios.

         Los dilemas morales del día de hoy no son el resultado del orgullo ni aún del egoísmo, sino que se deben al menosprecio que tiene el hombre por si mismo y aún lo que es peor, su menosprecio por los demás.

         Como nos escandaliza leer acerca de un acto de terrorismo que ha provocado muertes y tragedia. Nos horrorizamos al leer de un avión de pasajeros que fue saboteado sin dejar sobrevivientes. Pocas horas después un grupo o secta proclama, con aparente orgullo. su responsabilidad por el hecho y nosotros, el mundo, suspiramos con alivio y parecemos estimar que ahora que sabemos quien ha sido el responsable por una acción tan cobarde, ya está todo bien. De todos modos, ¡al día siguiente habrá en alguna otra parte un episodio semejante.

         ¡Todo esto es realmente muy lamentable¿ Pareciera que la vida no tiene ningún valor a los ojos de tantos y por ende, merece muy poca consideración tanto ética como moral.        

         Para el Cristiano,  sin embargo, la vida tiene un gran propósito, es el de Dios mismo a la humanidad. Es tan preciosa que El mismo se involucró para elevar la calidad de “vida” a “vida abundante.” Dios creó la vida y es el sostenedor de ella. ¡Es Santa¡  -para ser atesorada y disfrutada con la mayor consideración por los demás.

         Vistos desde este ángulo, los dilemas éticos y morales adquieren su correcta dimensión.-


Agradecemos al Sr. Raúl Sasia, por este aporte.

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