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miércoles, 30 de octubre de 2013

Tao


Tao

La persona sabia vive como el agua. El agua
sirve a todos los seres y no exige nada para sí. El
agua permanece más bajo que todos. Y en esto es
parecida a Tao.

La vida debe seguir el principio de la naturalidad.
¡Sigue el sendero del corazón! ¡Sé afable!
¡Di sólo la verdad!

¡Dirige observando el principio de mantener la
tranquilidad!

Cada acción debe ser factible y oportuna.

Quien no procura estar delante de los otros puede
evitar muchos errores.

No hay que verter agua en un vaso lleno. Y
no tiene ningún sentido afilar demasiado la hoja del
cuchillo. Y si la sala entera está repleta de oro y jaspe,
¿quién podrá resguardarla?

El exceso en todo provoca la desgracia.

Cuando el trabajo ha sido terminado, hay que
retirarse.

Estas son las leyes de la armonía sugeridas por
Tao.

*


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