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miércoles, 26 de marzo de 2014

CAMBIOS CICLICOS



CAMBIOS   CICLICOS

             En la revelación del Gran Plan, tal como le fue dado a Max Heindel, se nos enseña que la Época Aria es la más fructífera en diversidad nacional. Se nos dice que la evolución de la Jerarquía Humana a través de estas fases del desarrollo espiritual, constituyen los dieciséis senderos que conducen a la destrucción. Esto no es una mera frase sino un hecho real, debido al peligro de que existen grupos de espíritus que se hacen separatistas o se atan a un ideal nacional, frustrando o retardando así sus experiencias en los aspectos superiores de la Verdad Universal.
            Encontramos este peligro de cristalización en conceptos limitados de la Verdad , que se hacen todavía más acentuados por la devoción natural a una de terminada religión o dogma, hasta que se convierte en fanatismo ciego que nos conduzcan a fanatismos religiosos u odios internacionales.
            Todas las religiones fueron dadas por Dios. El Espíritu Universal reveló un propósito especial a todos y cada uno de los grandes fundadores de religiones nacionales y sus verdaderos mensajeros compondrán algún día un Libro de la verdad que todos los discípulos de la Verdad puedan leer como revelación de Dios, guiando a cada cual por muchos senderos hacia Si Mismo.
            Los grandes Maestros estaban poseídos de gran Sabiduría y Amor, mucho más allá de aquellos a quienes enseñaron y tuvieron que traducir grandes conceptos espirituales a términos simples adaptados a sus pueblos.
            Tan pronto como una nación ha recibido una revelación de la Verdad como fundamento para su dirección religiosa, apóstoles, discípulos, sacerdotes y escribas comienzan a interpretar y comentar, analizar y aumentar el mensaje, hasta que su simplicidad y pureza  originales han quedado obscurecidos por una diversidad de opiniones y aplicaciones. Así, la religión nacional o institucional que nació con una original hermosura, se empaña lentamente y puede quedar enterrada o simplemente velada.
            Todo aspecto de la Verdad Divina dado al hombre para su guía, permanece siendo un hecho eterno, un atributo de Dios, impoluto y separado de cualquier concepto limitado o aplicación que la mente pueda hacer de él. De aquí que el discípulo de la Verdad debe despojar a toda religión de sus vestiduras externas, institucionales y regresar al Fundador. Debe eliminar toda consideración de su vida personal, contemplar la verdad que el Cristo reveló en sus momentos de santa comunión.
            Conforme traemos a la conciencia estas verdades fundamentales, vemos que ellas siguen su secuencia a menudo repetida, que ha de ser, la suma total de todo lo pasado, a la siguiente raza o nación para su recapìtulación y demostración ulterior.
            En una de las más antiguas religiones, el primer llamo a la humanidad para su instrucción espiritual, fue entrar dentro de si mismo en paz, silencio y desapego personal, para buscar la fuente del ser y de la verdadera comprensión. El fruto de esta práctica fue el libro del Camino de la Sabiduría y la Virtud. En otra, el maestro enseñó la aplicación de los frutos de la meditación o la observancia religiosa correcta y a la conducta social.
            Todavía otro gran instructor enseñó la doctrina de la conquista del yo, matando el deseo personal y alimentando el deseo espiritual de la Unidad con la Fuente del Ser – siendo las obras exteriores las de la fe, comprensión y recta conducta.
            La aceptación voluntaria de la pobreza y la humildad, junto con el ayuno y la oración por un período de años,  la contemplación, la curación y la enseñanza, fue la vida indicada en otra enseñanza. El iluminado trabajaba entonces en el mundo con Su Luz.
            El fundador de una gran religión, después de ayunar, orar y negarse a si mismo, tuvo una gran revelación de los poderes del bien, dioses y todo lo que afecta al destino humano. El aconsejó a los estudiantes de esoterismo continuar  las austeridades hasta recibir la Luz , pero no después, pues ya habían superado las pruebas del egoísmo y debían cuidar del cuerpo físico como Templo Divino. “Nadie que no tenga suficiente Fortaleza puede hacer la obra de pura santidad”.
            Moisés, emancipador y legislador, puso los fundamentos de nuestra religión mediante los Diez Mandamientos, los que fueron recalcados de nuevo por Cristo Jesús.
            Cristo Jesús, con divina Sabiduría, recolectó las gemas de todas las religiones anteriores y las reveló de nuevo, en la perfecta oración, el ayuno, la negación de si mismo, la compasión y una definición del amor para nuestra guía. El ayunó cuarenta días y cuarenta noches en el desierto y frecuentemente se apartaba de todos los hombres para entrar en sagrada comunión con el Padre bienamado y con ello preparar las verdades recibidas para luego ofrecerlas a la humanidad.
            Cristo Jesús nos dio el extracto de la sabiduría de las edades de la religión revelada y a través de toda ella corre siempre la admonición reiterada de “Buscad primeramente el Reino de Dios y Su justicia y todo lo demás se dará por añadidura”. “El Reino de Dios dentro de vosotros está”.
             Todas estas religiones fueron muy necesarias para ayudar al hombre a discernir los valores eternos para el alma como fruto de la vida. La urgencia de vivir y el ambiente de dominio sobre la tierra, es siempre una fuerza que puede usurpar el lugar más alto de los corazones y en las mentes humanas. El Santo de los santos en todo ser humano debe ser consagrado a Dios y al propósito que El tenga con nosotros. Ese lugar es la mente humana, el lugar de reunión de todo el amor del corazón y la comprensión de que todo ha venido por la humana experiencia. Es el lugar donde el hombre personal y el hombre espiritual tienen comunión.
            Todos los que nos hallamos luchando por comprender y vivir la verdadera vida cristiana, sabemos cuan difícil es echar fuera los clamores urgentes de todas las cosas externas y terrenas y concentrarnos en las verdades eternas. Se necesita fuerza de voluntad para unir los anhelos del corazón con las facultades de la mente por una sagrada comunión, porque muy fácilmente nos distraemos; pero por medio de la constante repetición todo lo podremos lograr. La necesidad de comulgar con el Yo Superior la siente agudamente toda alma cansada del mundo-
            Max Heindel afirma: “Si el hombre desea trabajar totalmente sobre sus vehículos, debe ser cuando el mundo externo desaparece, tal como en el sueño, pero permaneciendo el Espíritu dentro todavía, en completo control de sus facultades, como en el estado de vigilia. Solamente cuando se alcanza ese estado, es posible que el espíritu trabaje interna y adecuadamente para sensibilizar sus vehículos,
            Nos estamos aproximando al final de la Era de Piscis, durante la cual se ha trabajado sobre el alma emocional de la humanidad por medio de la religión y las relaciones terrenas y el fruto de este período debe ser el conocimiento de la ley espiritual y su obediencia. A todos los que hayan alcanzado esa condición les llegará el don de la intuición espiritual, le bendición del Despertar Divino. Júpiter y Neptuno son los símbolos de esta obra, como co-regentes del signo de Piscis.
            Mientras el Sol pasa por el signo de Piscis, se nos recuerda a Cristo en Getsemaní. El eligió por medio de la consumación final demostrar la definición del amor de Su Ministerio. Fue fiel a las cualidades de este Amor hasta la muerte inclusive sobre la Cruz.
            El ideal que El puso ante nosotros es la meta hacia la cual nos movemos como humanidad completa. El es la perfecta dedicación del yo personal a un principio espiritual. Es la revelación de una Ley de la Evolución.
            Por medio de la evolución progresamos vida tras vida, desde el egoísmo, materialismo, violencias y guerras, hasta la propia liberación de la ley. Las naciones están despertando a la gran verdad de que el iluminado interés en si mismo demanda consideración al bienestar de los demás. Individual y colectivamente estamos llamados a hacer sacrificios personales, pero estos alcanzan sus mejores frutos espirituales, solo si son hechos voluntaria y alegremente y comprendiendo la espiritual importancia del progreso.
            En el Mensaje de las Estrellas se nos dice: “En la Epoca Aria , solamente las religiones Arianas, las religiones del Cordero, tienen el efecto adecuado sobre la evolución humana. Todos los sistemas anteriores son perniciosos para los pueblos occidentales; y con el tiempo también los orientales serán forzados a abrazar esta religión o serán dejados atrás en la evolución…El místico mensaje de la evolución del hombre está marcado con caracteres de fuego sobre el espacio celeste…Y cuando estudiamos el revelado propósito de Dios, aprendemos a conformarnos inteligentemente a ese designio, apresurando así el día de nuestra emancipación de nuestro difícil presente. Pasaremos así a la perfecta libertad de los espíritus libres, elevados por encima de la Ley , el pecado y la muerte, por medio de Cristo el Señor del Amor y la Vida.-

            Tema enviado por la F.R .C. de La Habana , Cuba.

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Agradecemos al Sr. Raúl Sasia, por este aporte.

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