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sábado, 5 de abril de 2014

La epigénesis y cómo acrecentar las causas nuevas





La epigénesis y cómo acrecentar las causas nuevas

El presente trabajo fue elaborado con recopilaciones de varios libros de nuestro
amado Instructor Max Heindel, con el deseo que sirva de Guía a los aspirantes
a la Vida Superior (humildemente por cierto por que el tema es amplio y
profundo). Pretendo bosquejar a grandes rasgos el camino que el Ego, (nuestro
Yo conciente), debe realizar, para tomar el timón de nuestra vida en la presente
encarnación.
Nuestro objetivo es: que reconozcamos para qué es útil la epigénesis, destacar
los procesos para su aplicación y recoger algunas propuestas para acrecentar
nuestra capacidad de crear.
Antes de compenetrarnos en el sendero que recorre el Ego, afirmamos, que el
ser humano es dueño de todas las potencialidades posibles sólo hace falta
atreverse (más adelante veremos por qué). El Espíritu tiene muchos recursos
e instrumentos, en este caso abordaremos algunos por lo que resaltamos la
interpretación obtenida del libro “El Concepto Rosacruz del Cosmos”, sobre la
doble naturaleza de la epigénesis: trata de la fuerza para obrar el espíritu,
desde el momento de la reencarnación, como facultad latente para la
expresión individual original no sujeto a las acciones pasadas, por un
lado, y luego su puesta en acción para el desarrollo del Ego
evolucionante en su progreso en la presente encarnación.”
Seguidamente explicaremos por separado:

Desde el momento de la reencarnación el Ego evolucionante es ayudado por
los Ángeles Archiveros y los señores del Destino y otros habitantes del Mundo
Celeste a incorporar en él la quinta esencia de sus primitivos cuerpos vitales
de tal manera que forme un tipo especial de cerebro, y además, a hacer un
pequeño trabajo original. Esto tiene lugar para que en la vida venidera pueda
haber sitio para la expresión individual original, expresión que no está
determinada por las acciones pasadas.
Corrientemente existe una tendencia a pensar que todo lo que ahora existe es
el resultado de algo que existió previamente, si este fuera el caso no habría
margen para esfuerzos nuevos y originales que produzcan nuevas causas. La
base real de la evolución es un influjo continuo de causas nuevas y originales,
esto se convierte en algo más que un simple desdoblamiento o desarrollo de
cualidades latentes.
Así también, los Grandes Seres de inconmensurable Sabiduría antes de la
reencarnación ayudan al Ego en la construcción del nuevo cuerpo vital, el
colocarlo en el alrededor ambiente y con cierta familia. Además imprime en el
éter reflector del cuerpo vital de tal manera que las escenas de la vida que
seguirán se reflejen en él. El Ego al reencarnar en la presente vida, ya en el
seno materno viene con esta determinación, que se hace como un espacio de
trabajo original, no sujeto a la Ley de Causa y Efectos; por otro lado el espíritu
evolucionante que todos y cada uno de nosotros Somos, depende para su
desarrollo del estado de conciencia, de Sí mismo o sea del Yo. Esto se
fundamenta en nuestro origen, en los inicios de los Períodos de Manifestación,
desde el momento que Dios diferencia dentro de si mismo los espíritus
virginales, como chispas de una llama, de la misma naturaleza que ésta, dando
todas las posibilidades que tiene el Divino Padre por ejemplo crear, incluso
recibe el germen de la voluntad independiente (elección hecha por el propio
dictamen, también conocida como “libre albedrío”), estas dos cualidades
(capacidad de crear y aplicación de la voluntad), se ponen en acción a medida
que crecemos en conciencia.
Seguidamente extractamos del diccionario Rosacruz el concepto Voluntad: es
lo que gobierna los universos manifestados, y único principio del movimiento
abstracto eterno o su esencia animadora. Uno de los atributos esenciales del
espíritu, por el cual éste determina y realiza los actos que desea y cuya
elección efectúa por la facultad, que le es inherente, el libre albedrío. Se ha
definido como “el Yo en Acción”.
Por otro lado, el estado de Conciencia, es un paso de avance, un pequeño
escalón que nos hace reconocer los atributos esenciales y las modificaciones
que en si mismo experimenta el Espíritu humano; así también si hemos
adquirido algo que nos hará ver más claro en el sendero espiritual. A esto se
agrega, el poder del pensamiento, como herramienta que impulsa a obrar por
reflexión y elección libre. Pudiendo conducirnos a la evolución, esta es la
“historia del progreso del Espíritu en el tiempo”.
Resaltamos que la facultad latente (estamos hablando de la primer naturaleza
de la epigénesis) está disponible como determinación del Ego al reencarnar,
no sujeta a acciones pasadas y de otra manera como heredero de
las cualidades divinas para crear y elegir la acción por reflexión y
discernimiento, fundamentalmente a través de la mente.
La puesta en acción para el desarrollo del Ego (la 2ª. Parte de la naturaleza de
la epigénesis) se da gracias a las cualidades divinas transformadas en poderes
dinámicos y facultades aprovechables durante la evolución, mientras que la
voluntad independiente, se manifiesta en los puntos de partidas nuevos y
originales.
Nuestro origen divino nos da la clave para reconocer a nuestro Ego con vida
eterna, y así también la evolución de la forma, estos se perfeccionan con
nuestros vehículos: físico, vital, de deseos, mental y con ellos la evolución de
nuestro triple espíritu, apuntando al crecimiento y mejoramiento del Cuerpo
Alma.
Nuestra literatura rosacruz habla del alma como la quinta esencia de los tres
vehículos inferiores y de la experiencia de estos, implica, rectitud en el pensar y
obrar. Esta esencia es extraída por el Ego y la emplea como pábulo o sea
alimento y sustento de él. El cuerpo del Alma no es un extracto del Alma. Es
uno de los vehículos del espíritu. Está compuesto de los dos éteres superiores
del cuerpo vital (éter de luz y reflector). El cuerpo del Alma está íntimamente
ligado con el cuerpo de deseos y la mente y es más sensible al contacto
espiritual que los dos éteres inferiores (éter químico y de vida). Es el vehículo
de la inteligencia y es responsable de todo lo que al hombre hace,
verdaderamente, hombre.
Por lo que se puede afirmar que la epigénesis es:
a) La facultad o poder que facilita la expresión de la originalidad individual y
que hace realmente posible la creación.
b) Durante la vida presente la cualidad de epigénesis está en actividad al
encarnarse el Ego evolucionante, esta cualidad es: el “poder poner en
acción” a un número limitado de causas nuevas, las cuales no están
determinadas ni impuestas (a nosotros) por nuestros actos del pasado.
c) La facultad espiritual que el Ego dispone como aptitud y fuerza, que nos
permite capacitarnos, si así es nuestra voluntad, para abrirnos paso hacia
esferas de Poder y actividades provechosas muy superiores.
d) La divina actividad creadora fundamental de la evolución.
e) La cualidad de Genio que el Ego tiene, como inclinación dirigida
comúnmente en sus acciones, permitiendo inventar los mejoramientos que
conducen a la perfección.
El proceso de poner en movimiento una nueva causa, de la cual resulta un
nuevo efecto.
g) Es el tercer factor en la “Triada de Progreso”: involución – descenso en la
materia; evolución - emergencia de la materia, y epigénesis – creatividad.
h) Esta descansa en la libre voluntad y para tener éxito, debe descansar en el
conocimiento de lo que había antes, en el entendimiento de la ley natural
(Ley de Causas y Efectos, Renacimiento, etc.) y las lecciones de la
experiencia, bien sean personales o indirectas.
Habiendo puntualizado estos conceptos sobre la epigénesis estas se refieren a
“cualidades naturales” como disposición del Ego, a la capacidad ganada por el
esfuerzo y al uso de la voluntad.
Por lo que resumiendo decimos que la Epigénesis es, la divina actividad
creadora, puesta de manifiesto por el Ego evolucionante, se ve aumentada
por las cualidades de Genio, cuando sus inclinaciones son producto de nuestra
capacitación y son direccionadas por las virtudes del recto vivir (la vida), como
también por el perfeccionamiento de nuestros vehículos inferiores y superiores,
lo que hace accionar la libre voluntad para generar causas nuevas, las cuales
no están impuestas por los actos del pasado.
Cabe reflexionar que la facultad latente dispuesta como espacio para crear
cosas nuevas no sujetas a acciones pasadas, recién se puede poner en
práctica cuando se tiene conciencia con el uso de la mente, por lo que
buscaremos responder qué hacer para fortalecer las facultades del Espíritu.
Por otro lado insistimos en la definición de la epigénesis, en la parte que ésta
se va desenvolver en forma más amplía si utilizamos las cualidades de Genio;
seguidamente así los abordamos:
Para fortalecer las facultades del Espíritu, identificamos los instrumentos
y escenarios siguientes:
La mente, su instrumento principal, es el foco que está en contacto con el
Mundo del Pensamiento este es el vínculo para que el Ego evolucionante utilice
a ésta con los otros cuerpos para que sean instrumentos que le sirvan a los
planes de Dios y estar al servicio de la Vida Una.
El Mundo del Pensamiento es el escenario donde se encuentran y unen el
Espíritu y el cuerpo. La Región del Pensamiento Concreto suministra el
material en que se envuelven las ideas generadas en la Región del
Pensamiento Abstracto, manifestándose como pensamiento – formas o
imágenes mentales, actuando como reguladores o balancines de los impulsos
engendrados en el Mundo el Deseo por los impactos que reciben del Mundo
Físico.
El Ego evolucionante, para fortalecer sus facultades, requiere de una vida
recta, llena de virtudes, con actitudes y acciones de prudencia
(discernimiento); debe acompañar con una disposición de estar al servicio de
Dios, a través de la practica permanente de los ejercicios recomendados
al aspirante a la Vida Superior. Estos son:

1) Concentración: busca dominar los pensamientos, para adquirir los
conocimientos.
2) Meditación: esta práctica permite conocer en esencia, todo lo que la
mente ha enfocado en la concentración. Nos enseña lo referente a la
forma.
3) La observación: como una función básica por donde ingresa las
informaciones del Mundo Material.
4) Discernimiento: para cultivar la facultad del razonamiento lógico.
5) Contemplación: para tratar de ver la vida Una. Nos enseña todo lo
referente al aspecto vital de la vida.

Estos ejercicios llevaran a potenciar al pensador vigoroso, podrán determinar y
encaminar acciones Altruistas y de Servicio a los demás, las que darán brillo
con el tiempo al Cuerpo del Alma.
La actitud del Servidor es la de obrar con decisión sin ponerse a discurrir sobre
si hace bien o mal, sobre si el sujeto lo merece o no lo merece. Se debe
convencer que cuando obra con la debida actitud de desinterés e
impersonalidad, recibirá la luz que le haga falta para cumplir su cometido, al
servir a sus semejantes de esta manera aprenderá a obrar con espontaneidad,
sin vacilaciones ni dudas.
Los diferentes vehículos del Ego que funcionan en las diferentes regiones
deben recibir los alimentos acordes, para que se perfeccionen, se vuelvan
sutiles, equilibrados, sabios en mente y corazón.
Los ejercicios que acrecientan la facultad del Espíritu, Ego evolucionante,
apuntan a:

- Cumplir con su divino propósito, potenciar su capacidad de generar
causas nuevas, estas deben ser encontradas por encima de todopara
beneficio de la humanidad y con el deseo de mejorar el bien común.
- Así también, al poner en acción la epigénesis, el conocimiento debe ser
ejercido en el contexto del Amor, siendo la sabiduría el conocimiento
atemperado por el Amor.
Se pretende ganar en amplitud una mayor capacidad y fortaleza del espíritu
para que el Ego crezca, evolucione hacia peldaños superiores, que lo haga
merecedor del crecimiento del Cuerpo Alma y luego sea un auxiliar invisible.
La acción de la Epigénesis, puesta en práctica a través de las cualidades
de Genio (como capacidad ganada):
Éstas están fortalecidas por la práctica del servicio: “cuando te reconozcas
como agente de una fuerza más poderosa que la tuya, que al penetrar en ti
infunde el poder de servir. Por la vivencia y haciendo méritos de que somos de
la misma naturaleza Divina veamos eso mismo en los demás”.
Otra interpretación nos dice, el servicio: en el mundo físico es la Acción, la
empatía en el Mundo Emocional, y la Comprensión en el Mental.
La necesidad de sintonizar y el transito por el sendero espiritualista en
atención a las cualidades de Genio, es decir con inspiración y acción
refleja se puede robustecer; y aquí debemos destacar la función de nuestra
amada Fraternidad la que nos da los elementos para nuestra capacitación, esta
supone: intencionalidad, acción y sistematismo de nuestra parte para aprender.
En busca de ese aprendizaje, entre otros, mencionamos algunos ejemplos a
seguir:
a) La conciencia como cualidad del Espíritu Humano reconoce las
modificaciones que en sí mismo experimenta, al percibir y aquilatar: los
objetos, las imágenes y las sensaciones del medio ambiente, que son
transmitidas a través de los órganos sensoriales y el cerebro.
Esta cualidad, la de la conciencia, se va perfeccionando en la medida que
se dominan los pensamientos, estos son fuerzas que constituyen la función
dinámica y al mismo tiempo los elementos que son fuerzas constitutivas de
la mente.
b) La mente debe contar con ideas, motivos y ansias edificantes, guiando
sus motivos con voluntad determinada y precisa para hacer el bien, de vivir
pleno de satisfacciones y en fin de manera cada vez más dignificante.
Para ello se recomienda la práctica de los valores humanos como bienes
universales, estos pertenecen a nuestra naturaleza como persona, a fin de
conseguir la virtud, bondad y la verdad.
c) La familia es la primera escuela de las virtudes humanas, que todas las
sociedades necesitan, es nuestro primer deber en una escala de valor el
cuidar y proteger a la propia familia, en ella encontramos la fuerza y la paz
interior para ayudar eficazmente a los demás.
d) Los valores hay que vivirlos, debe haber intencionalidad para ello, y la
virtud de la Prudencia (discernimiento) (y esto siempre escuchamos en esta
Fraternidad) es elegir el bien, sensatez y buen juicio. Estos nos llevaran a
encontrar equilibrio, al analizar los hechos distinguiéndoles de las opiniones
y de las apariencias, se podrá configurar un juicio, esta podrá despertar el
mejor estímulo y supone un dominio multiplicador de enriquecimiento
personal. Otras virtudes como la Perseverancia, Paciencia, Optimismo,
Generosidad, Fortaleza por citar algunos, permiten acumular un poder más
determinante para considerar detenidamente cada cosa que se nos
presenten. Juntos con la Prudencia como virtud se amplía la voluntad y por
la acción acertada, con Benevolencia y Amor se acrecienta la
Sabiduríallevándonos por este camino podrá fortalecer nuestra capacidad
de pensar a fin de elegir por el propio dictamen o gusto, es decir nuestra
voluntad o libre albedrío.
e) También puede ser por la Fe, esto es el logro de hacer todas las cosas
posibles. Esperemos solo lo bueno. No fijemos limitaciones de ninguna
naturaleza. Debemos adquirir una actitud mental de “esperar el bien sin
cesar”. Para que la mente funcione de la debida manera debe estar cargada
de optimismo y alegría. Confiemos que la riqueza de la vida esta dentro de
nosotros. “Nadie ha fracasado mientras pueda empezar de nuevo”.
Un deseo sincero y una Fe inteligente abren el camino hacia la meta.
“Aralume” decía: = qué la Fe es la voz del Padre que, suave, firme y
constante resuena en el interior de nuestra mente y nos lleva de la mano
hacia “las cosas no vistas” =
No se requiere realizar más esfuerzo para apuntar alto en la vida o para
exigir abundancia y prosperidad, que el que precisa realizar, para aceptar
la miseria y la pobreza.
Seguidamente los últimos párrafos escritos por un poeta que me impresionó en
su momento:
Trabajé por el Jornal de un Lacayo
Sólo para aprender, acongojado,
Que cualquier Jornal que hubiese pedido a la vida
Ella me lo hubiese dado.
Esto va muy de la mano con la epigénesis como divina actividad creadora,
debemos pedir un Jornal alto a la vida, pero decididamente, esta vez para un
crecimiento espiritual que deje como legado a nuestro prójimo, una enseñanza,
un camino que nos conduzca hacia el Padre Celestial.
f) Como parte de la tarea de aprendizaje que pueda ayudar a las acciones de
Epigénesis es importante descubrir el área de manifestación de
nuestras dificultades y nuestra Carta Natal puede ayudarnos a
interpretar en cuales aspectos y escenarios de la vida (por ejemplo Casas),
pueden estar nuestras cuadraturas y frecuentemente convivimos con ellas,
justificando que éstas indican y confirman nuestros quebrantos, se podría
vincular si la dificultad está en nuestros vehículos, físico, vital, de deseos o
mental, en algunos casos los aspectos de la Cabeza y la Cola del Dragón
indican lo que debemos aprender en ésta vida y si sufrimos es para dar una
vuelta de hoja, qué ese hecho está para superar la prueba, es el mensaje
que debemos entender y comprender, no olvidemos que Todo está regido
por el Amor de Dios.
Como vimos para la práctica de la Epigénesis, como capacidad ganada,
tenemos varias opciones:
a. Buscar el dominio de los pensamientos para ir perfeccionando la
conciencia.
b. Guiar la mente con motivos y ansias edificantes, y una voluntad
determinada para hacer el bien.
c. Ejercitar el Deber y el Servicio en el escenario más próximo, el ámbito
familiar.
d. Acrecentar la voluntad, el poder del pensamiento y el Amor
Universal mediante los valores y su práctica, las virtudes.
e. Utilizar La Fe y el deseo sincero para conseguir nuestros preciados
anhelos.
f. Seguir mejorando como Egos evolucionantes según los caminos que indica
nuestra carta natal.
Llevar a la práctica estas herramientas ayudarán a ejercer la epigénesis, todos
apuntan a fortalecer: el dominio propio, nuestros cuerpos: físico, vital, de
deseos y mental con los alimentos acordes con su naturaleza al nivel de
gradación de sus respectivos Mundos, y por acción refleja los vehículos
superiores y el Ego crecerán desarrollando y acrecentando el Cuerpo Alma.
Todos en consonancia con el lema y misión Rosacruz: una mente pura, un
corazón noble y un cuerpo sano.
Hemos visto la utilización de la epigénesis al “exponer cómo fortalecer las
facultades del Espíritu”, que es, ganar mayor amplitud para el crecimiento y
evolución del Ego, y “las recomendaciones como tareas de capacitación
relacionadas con la vida cotidiana”, estos nos llevan como se dijo al dominio
propio y a habilidades espirituales … de lo que podemos extractar los
siguientes principios o elementos básicos como pilares para accionar la
Epigénesis:

a) Disposición para la expresión individual original, del espíritu, que surge
desde el momento de la reencarnación; la conciencia de Sí mismo y el uso
de la mente, en las regiones del Pensamiento Abstracto y Concreto.
b) Reconocimiento del origen divino, de vida eterna. Con cualidades para la
creación.
c) Libre voluntad: determinación, elección de una cosa sin precepto o impulso
externo que a ella obligue. Potestad de obrar por reflexión y elección libre
(Albedrío).
d) Sabiduría como acciones del Amor Superior (Equilibrio entre la Mente y el
Corazón). Manifestación de la Sabiduría y Actividad como aspectos de la
Divinidad del Sistema Solar. La Actividad creadora fundamental de la
evolución, es de origen divino, integra el tercer factor de la triada de
progreso: epigénesis – creatividad.
Observando estos elementos, fundamento para la aplicación de la
epigénesis destacamos los dos primeros principios como dados, están
presentes:
- Nacemos con la disposición para la expresión individual original, no
sujeta a las causas pasadas. (puntualizamos esto como una cualidad
latente para la aplicación de la epigénesis, sin olvidar que a lo largo de
nuestra vida rige la Ley de Causas y Efectos)
- El segundo principio ya vigente, surge al reconocer el origen divino del
Ego, de vida eterna; con cualidades para la creación.
Nos queda “la libre voluntad” y la “Sabiduría como acciones del Amor Superior”.
Estas nos permiten un amplio escenario de actividades para el desarrollo de
nuestra vida la que está enteramente en nuestras manos, esto se relaciona con
la primera afirmación al inicio de la lectura de que “somos dueño de todas las
potencialidades posibles”.
Debemos desarrollar las cualidades mencionadas con mayor persistencia,
para ejercitar la epigénesis, como una cualidad de Genio, una inclinación
natural, prácticamente con devoción y sublime acercamiento hacia la expresión
natural de la divinidad y por ser parte de la chispa de la llama original.
Si nos preguntamos cómo conseguir la acción acertada que sirva de
disparador para aplicar los dos últimos elementos que sustentan la
epigénesis, señalamos:
En el proceso de aprendizaje, primero debe haber una adhesión anímica, para
estudiar la ciencia del Sendero espiritualista, (parafraseando el texto de las
“Cartas Rosacruces”): “de antemano hay que resolver entrar en el Sendero de
la Virtud. Los que quieran entrar en el reino de Dios comprenderán los
misterios divinos, aprenderán la verdad y la sabiduría, en proporción a su
capacidad para recibir la luz divina de la verdad. Para aquellos cuya vida
consiste únicamente en la mera luz de su inteligencia, los misterios divinos de
la Naturaleza no serán comprensibles, por que sus almas no oyen
las palabras que pronuncia la luz. Quien abandona su Yo personal puede
conocer la verdad, esta es posible conocerla en la región del Bien Absoluto”.
Luego comprender que nuestro vehículo de la mente es el eslabón con el
Ego. Por lo que debemos robustecer nuestro accionar en la Región del
Pensamiento Concreto, con las fuerzas arquetípicas y los pensamientos –
formas, por que estos actúan como reguladores de los impulsos originados en
los Mundos de Deseos y Físico.
Hemos hablado y definido a la “Voluntad”, “como atributo del espíritu por el cual
este determina y realiza los actos que desea”, por lo que necesitamos
apropiarnos de ésta con mayor habilidad en la actitud y acción. En ese sentido
proponemos:
La práctica de los siguientes preceptos robustecerán la Voluntad_
1. Dominemos los impulsos instintivos y ciegos. Reconozcamos la
necesidad de controlarnos y actuáremos como persona superior.
2. En nuestras conversaciones, no interrumpamos indebidamente a
nuestro interlocutor. Escuchemos atentamente, y no lleguemos a
conclusiones sin antes habernos enterado bien de lo que se nos
comunica.
3. Ante una situación crítica, seamos cauteloso en reaccionar por la
emoción del momento. Pensemos juiciosamente y detenidamente. No
respondamos al primer impulso egoísta o vanidoso.
4. Recordemos siempre lo siguiente:
a. Las primeras palabras que acuden a los labios son, casi siempre,
inadecuadas o equivocadas, por no expresar acertadamente el
pensamiento que se desea transmitir. Reflexionemos antes de
hablar.
b. Las primeras emociones generalmente son falsas. No lleguemos a
conclusiones apresuradas, porque posiblemente lo lamentaremos
cuando ya sea tarde.
c. Los primeros pensamientos comúnmente son de carácter egoísta o
vanidoso. Examinémoslos antes de adoptarlos.
d. Las decisiones aceleradas casi siempre son deficientes y causan
perjuicios. Pensemos antes de obrar.
5. Cultivemos el hábito de la generosidad y de la simpatía. No nos guiemos
por la intolerancia o la intransigencia.
6. Razonemos más y cedamos menos a las influencias emotivas.
7. Controlemos más nuestros sentimientos; evitemos los morbosos o
desmoralizadores.
8. Mantengamos el espíritu animado, optimista y entusiasta.
9. Cuidémonos de las ideas negativas, inspirémonos en una actitud
dinámica y emprendedora.
10. Evitemos las conversaciones deprimentes.
11. Avivemos nuestro espíritu luchador para lo que es justo, noble,
beneficioso y constructivo.
12. Considerémonos siempre fuerte para vencer. Ante la dificultad,
movilicemos nuestros recursos espirituales, mentales, morales y físicos
para dominarla.
13. Creamos más en nosotros mismos. En cada uno de nosotros se anidan
las fuerzas para lograr la victoria.
14. Situémonos mentalmente en un clima más animador. Cultivemos la
valentía y el desprendimiento.
15. Examinemos detenidamente la causa de nuestros temores. No nos
dejemos impresionar demasiado por los mismos.
16. Evitemos las irritaciones y ansiedades, y seamos más comprensivos de
las leyes de la vida.
17. No esperemos demasiado de los demás. Seamos nosotros creadores de
condiciones propias para obtener cuanto es deseable.
18. Aumentemos nuestra disposición por analizar e investigar la razón de las
cosas.
19. Aspiremos a mejorar en todos los sentidos, y enfrentémonos con los
problemas, ávido de resolverlos.
20. Pensemos en los demás. Practiquemos la generosidad, despojémonos
de las tendencias adormecedoras de la personalidad y progresemos
todos los días, tanto en lo espiritual como en lo moral e intelectual.
Aplicando la voluntad y las acciones inspiradas en el Amor Superior, éstas
estarán impregnadas de Sabiduría. Nos llevarán al éxito junto al conocimiento
de lo que había antes, en el entendimiento de la ley natural, (Ley de
Renacimiento o Reencarnación, de Causa y Efecto, Arrepentimiento y Perdón,
y la del Amor) y las lecciones de la experiencia bien sean personales o
indirectas. Si destinamos estos conocimientos en el contexto del Amor, éstas
pondrán en acción la epigénesis.
Si estamos en el camino espiritual estamos ejerciendo el Poder de la
epigénesis, al introducir nuevas y mejores adaptaciones a nuestros vehículos
de conciencia.

Dificultades en la aplicación
 
Existe poco avance en esta encarnación, al no hacer uso en forma conciente
de este poder (de la Epigénesis), esto se debe a la inseguridad interior, propia
de aquel que no ha desarrollado el esfuerzo y la osadía. Se aferra a lo
establecido, por temor a aquello que surja de él no valga la pena o por la
incapacidad de creer que tiene un poder creador. De lo que se concluye una de
las trabas para el perfeccionamiento es: el condicionamiento de la mente.
Así también, la potestad de obrar por reflexión se coarta, si el individuo es un
fanático o un defensor de la tradición, esto conduce a un repetición automática
de eventos, la mayoría de las veces vivenciados o programados por los otros
individuos.
Por otro lado, si un estudiante esotérico se aferra ciegamente a una doctrina y
solo cree lo que aparece escrito en los textos relacionados, pierde de vista el
sendero y solamente es un imitador que repite las formas del pensamiento que
otro ha creado. Esta actitud es contraria al deseo de evolucionar que debe
existir en el corazón del caminante espiritual. Por lo que debe cultivar un
hábito de investigación propia; que genere nuevos conocimientos o
que actualice y esclarezca otros.
Si no se cree en la propia capacidad de convertirse en un canal conciente
de ser creador o de aportar algo nuevo al mundo, por mas que se haya
recorrido el camino de perfeccionamiento, se llega hasta cierta etapa, si no se
enfoca hacia los mundos espirituales mediante una actitud creadora, toda
acción individual será inútil para el propósito, es como si no sintonizara
correctamente y todo porque no creemos que somos creadores.
Resumen “de las dificultades en la aplicación”

a. Si existe poco avance en esta encarnación: se debe al condicionamiento
de la mente.
b. La dificultad de obrar por reflexión muchas veces se debe: al fanatismo o
a la defensa de la tradición.
c. Si es un imitador: debe cultivar el hábito de investigación propia.
d. Sino se cree en la propia capacidad de ser creador: está falto de sintonía
con los mundos espirituales.
Ante una dificultad en la aplicación de la Voluntad, el escritor José Ingenieros
dice: “Toda personalidad posee Principios que orientan su acción; solo puede
sentirse libre la que es capaz de seguirlos, sobreponiéndose a cuantas
contingencias intentan desviarla. Se manifiesta con más fuerza al responder a
las premisas del carácter y su eficacia se multiplica al aplicarse a la realización
de fines bien pensados. El que sabe querer puede querer.
Tanto se apaga la vida cuando decrece la voluntad. La pereza y la inacción
son los gérmenes de la misma moral.
La vida humana es gimnasia incesante de funciones armónicas.
Para aprender de nuevo a ejecutar lo que se piensa es necesario olvidar la
palabra mañana.”

Otras acciones para aplicar la Epigénesis

Debemos tener noción de nuestro condicionamiento mental, la necesidad de
una apertura y dar un carácter fraternal, universal y amoroso a nuestras
convicciones.
Debemos también, trabajar para limpiar la mente de ese condicionamiento,
enfocándola en lo superior y no en lo inferior.
La atenta observación, concentración y el Espíritu investigativo deben ser
desarrollados.
Luego debemos iniciar la práctica de la meditación reflexiva y lógica, y llegar a
la meditación profunda. La primera aclarará las ideas denuestra mente y la
segunda nos proyectará al Mundo del Pensamiento Abstracto, el sitio de las
ideas reales, donde efectivamente podremos contactar con nuevas
enseñanzas proyectadas por los Hermanos Mayores. También la práctica de la
contemplación nos ayudará a adquirir el sentimiento y percepción de la unidad,
el cual nos permitirá identificar la universalidad de la Sabiduría que fluye de los
mundos sutiles hacia nuestra conciencia.
El camino debe recorrerse paso a paso, sin saltarse ninguna etapa, o
caeremos en las trampas de la ilusión y del hechizo emocional.
Así también, la gran responsabilidad es crear para el bien. Esto es asumir las
consecuencias de los actos intencionados, de tal forma que los demás queden
beneficiados.
La capacidad creadora surgirá de los errores y rectificaciones subsiguientes. Si
no existiera la epigénesis el mundo sería una simple máquina, regida por la
Ley de Acción y Reacción, a toda causa sería el efecto de otra anterior, todo
sería mecánico, no habría margen alguno para ejercer nuestro libre albedrío.
Con la epigénesis ponemos en funcionamiento causas nuevas, que se
convierten en origen de cadenas de efectos y causas sucesivas, capaces de
cambiar el mundo.
Entonces, la responsabilidad del hombre es con la transformación, también por
la amenaza que está provocando en el mundo físico. Si todo fuera mecánico,
no habría libertad ni responsabilidad, ni consecuentemente progreso, sino solo
el cumplimiento de algo ya previsto, completo y terminado.
Si se escribe un libro, si se da vida a algo que antes no existía y que se ha
podido crear o no, puesto que uno es libre, pero lo ha creado, esta puede
influir y de hecho influirá, a muchas personas de muchas generaciones, por
que está sometida a la ley de causas y efectos, pero se habrá establecido una
cadena de causas y efectos nueva que si no hubiera sido por la obra
mencionada no existiría. Y eso es epigénesis, una gran responsabilidad. Y eso
es lo que hemos de ejercitar y desarrollar y llegar a dominar.
Hemos de procurar que nuestras creaciones, discurra por el lado positivo de la
evolución.

Resumen de “otras acciones para aplicar epigénesis”
 
a. Si hay condicionamiento mental: dar apertura a nuestras convicciones.
b. Limpiar la mente: enfocándola en lo superior.
c. Practicar la meditación reflexiva y lógica: adquirir el sentimiento y
percepción de la Unidad.
d. Recorrer el camino paso a paso: evitar las trampas de la ilusión.
e. Responsabilizarse de crear para el bien: asumir las consecuencias en
beneficio de los demás.
f. La responsabilidad es con la transformación: que lo creado influya para
el bien de las personas.
Recogemos algunas propuestas para acrecentar nuestra capacidad de
crear e inventar mejoramientos que conduzcan a la perfección:
a. Realizar ejercicios de observación, concentración
b. Practicar la meditación , reflexión y lógica, meditación profunda
c. Purificar nuestros vehículos inferiores y superiores
d. Crear para el bien
e. Aplicar la ley de Acción y Reacción y las demás leyes naturales
f. Hacer pequeñas cosas nuevas que antes no existían, para el bien
g. Asumir las consecuencias de nuestros actos intencionados.
Tratando de hacer un paquete y tenerlo a la vista podemos concluir:
La práctica de la epigénesis es útil, más allá de un fortalecimiento anímico, que
nos llevan al dominio propio, al mejoramiento de las habilidades espirituales,
también nos permiten mejorar nuestros vehículos inferiores y superiores, ver
de cerca las leyes naturales, por lo que forzosamente nos direccionamos con
la voluntad y la sabiduría como acciones de Amor Superior, en sintonía con las
cualidades divinas para generar causas nuevas, por lo que debemos
fortalecer estas dos bases como columna vertebral para la aplicación de la
epigénesis.

QUERIDAS HERMANAS Y QUERIDOS HERMANOS QUE LAS ROSAS
FLORESCAN EN VUESTRAS CRUCES.

José María Nuñez
Junio/ 2005

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