INOCENCIA…NO ES SINÓNIMO DE VIRTUD
La inocencia es hija de la ignorancia y esta no puede conservarse en un Universo que tiene como propósito evolutivo la adquisición de la SABIDURÍA.
Para alcanzar ese objetivo, es muy esencial distinguir el bien del mal, lo acertado de lo errado, tener la libertad de actuar, defender el bien y lo justo, cultivar la virtud y la sabiduría.
El Plan de Dios no puede ser reducido a la nada. Siendo cada acto como una semilla apta para la aplicación de la Ley de Consecuencia, cosechamos lo que sembramos y las hierbas de las malas acciones traen como resultado la tristeza y el sufrimiento.
Cuando las semillas caen en un corazón fatigado y fueron humedecidas por las lágrimas del arrepentimiento, la Virtud florecerá definitivamente. En el Reino de nuestro Padre, solamente el Bien puede perdurar y ¿no es una verdadera bendición tener la certeza de que a pesar de todo el mal que hagamos, siempre el Bien triunfará indefectiblemente?
La “Caída” trajo como consecuencia dolor y sufrimiento pero solo en un estado temporal, durante el cual vemos las cosas como a través de un cristal empañado. Después nos encontramos frente a frente con Dios a quien, los puros de corazón Lo percibirán dentro y fuera de si mismos.
Nilda Tereza Bellinghini
Tema traducido del Boletín Ecos del Centro Rosacruz de San Pablo, Brasil.
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Agradecemos al Sr. Raúl Sasia, por este aporte
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