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domingo, 20 de marzo de 2016

Tercera estación: Jesús cae por primera vez


Tercera estación: Jesús cae por primera vez

III. Estación: Jesús cae por primera vez


        Jesús cae bajo la cruz. Cae al suelo. No recurre a sus fuerzas sobrehumanas, no recurre al poder de los ángeles. «¿Crees que no puedo rogar a mi Padre, quien pondría a mi disposición al punto más de doce legiones de ángeles?» (Mt 26, 53). No lo pide. Habiendo aceptado el cáliz de manos del Padre (Mc 14, 36, etc.), quiere beberlo hasta las heces. Esto es lo que quiere. Y por esto no piensa en ninguna fuerza sobrehumana, aunque al instante podría disponer de ellas. Pueden sentirse dolorosamente sorprendidos los que le habían visto cuando dominaba a las humanas dolencias, a las mutilaciones, a las enfermedades, a la muerte misma. ¿Y ahora? ¿Está negando todo eso? Y, sin embargo, «nosotros esperábamos», dirán unos días después los discípulos de Emaús (Lc 24, 21). «Si eres el Hijo de Dios...» (Mt 27, 40), le provocarán los miembros del Sanedrín. «A otros salvó, a sí mismo no puede salvarse» (Mc 15, 31; Mt 27, 42), gritará la gente.
        Y él acepta estas frases de provocación, que parecen anular todo el sentido de su misión, de los sermones pronunciados, de los milagros realizados. Acepta todas estas palabras, decide no oponerse. Quiere ser ultrajado. Quiere vacilar. Quiere caer bajo la cruz. Quiere. Es fiel hasta el final, hasta los mínimos detalles, a esta afirmación: «No se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú» (cf. Mc 14, 36, etc. ).
        Dios salvará a la humanidad con las caídas de Cristo bajo la cruz.
V. Te adoramos, ¡oh Cristo!, y te bendecimos.
R. Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
 http://www.fluvium.org/textos/devocion/dev21.html


vídeo, desde aquí:
https://www.youtube.com/watch?v=SJDQ8A-hUjM

Tercera estación: CRISTO CAE POR PRIMERA VEZ

El considerar las Estaciones en relación, tan sólo, con su significado histórico, como incidentes en la vida de un único hombre, es perder la perspectiva de su verdadero significado para toda la Humanidad. Si Cristo es el Supremo Iniciador, Su Camino ha de tener, claramente, significado para todos. Esotéricamente, cada caída a lo largo de la Vía Dolorosa, es el símbolo de una experiencia en la vida del discípulo, como consecuencia de la cual, puede caer o fallar. Es, pues, importante, conocer la naturaleza de esas pruebas, para poder enfrentarse a ellas con conocimiento de causa.
El Uno, sumado al Dos, produce el Tres. Los sabios antiguos definían la aparición de la Triplicidad como "el mundo de la Emanación". Es mediante las fuerzas del Tres como el espíritu desciende a habitar en la carne. El ritmo manifestado por el Tres depende de la armonía existente entre el Uno y el Dos, y en ello está la clave de la futura evolución del hombre. La Primera Caída representa el actual estado de evolución del hombre, en el que se halla profundamente envuelto por el mundo de la materia.


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1 comentario:

  1. Como los 3 colores primarios que escondidos, conforman la luz trinitaria y Una

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