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martes, 9 de mayo de 2017

Apuleyo de Madaura, Lucio (125-199)


Apuleyo de Madaura, Lucio (125-199)

Retórico y escritor romano, nacido en Madaura, cerca de la actual Argel, hacia el 125 y muerto hacia el 180. Criticó las costumbres de su tiempo en la famosa sátira Las metamorfosís también conocida como El asno de oro. Sus obras de contenido más filosófico son: De deo Socratis (sobre la esencia del demonio socrático), De Platone et eius dogmate (extractos de algunos diálogos de Platón sobre ética y física) y De mundo. En su pensamiento sigue las orientaciones del neopitagorismo, interpretándolo más en sentido religioso que estrictamente filosófico.
Después de estudiar y vivir en Cartago, Atenas y Roma, adquiriendo una notable formación oratoria y filosófica, volvió al norte de Africa, donde desempeñó altos cargos religiosos. De las muchas obras que escribió se han conservado las siguientes: la Flórida, una selección de su actividad oratoria; la Apología, en que se defiende de la acusación de mago; dos escritos filosóficos, Sobre Platón y su doctrina Sobre el dios de Sócrates; la traducción de un escrito pseudo-aristotélico; y la novela en once libros que se analiza a continuación.
La trama del Asno de oro
Libro I: El protagonista, Lucio, va camino de Tesalia; traba amistad con dos viajeros, uno de los cuales, Aristómenes, le narra la terrorífica historia de su amigo Sócrates, muerto a manos de una bruja. Lucio llega a la ciudad de Hipata, donde se aloja en casa del avaro Milón, que le mata de hambre. En el mercado asistimos a una escena cómica cuando Lucio va a comprar pescado.
Libro II: Lucio se encuentra con Birrena, una amiga de su madre, que le invita a su lujosa casa. Birrena le advierte que se guarde de Pánfila, la mujer de Milón, pues es una peligrosa hechicera; ello no hace sino excitar la curiosidad del protagonista, que seduce a la criada Fotis para poder enterarse más fácilmente de los secretos de su ama. En casa de Birrena se narra la macabra historia de Telifrón; al volver a casa borracho, Lucio cree acuchillar a muerte a tres malhechores.
Libro III: Al día siguiente, en que la ciudad festeja al dios de la Risa, Lucio comparece en el teatro para responder de las muertes. Finalmente se descubre la verdad: los supuestos cadáveres son en realidad tres odres de vino; el público asiste con gran regocijo a esta farsa. Más tarde Fotis contará a Lucio los detalles de tal engaño, relacionado con un conjuro mágico de su ama. Esa noche Lucio asiste a escondidas a la transformación de Pánfila en búho; él desea experimentar una metamorfosis parecida, pero por error de Fotis queda convertido en un asno, aunque podrá recuperar su forma humana si come unas rosas. Esa noche tiene que guarecerse en el establo, donde es coceado, apaleado por un niño y finalmente robado por unos ladrones, que se lo llevan cargado de fardos.
Libro IV: Ya en la cueva de los ladrones el asno escucha varios relatos de bandidos. Otros integrantes de la banda llegan con una joven cautiva, que ha sido raptada el día de su boda; ante los lamentos de la muchacha, la vieja que está a su cuidado le cuenta la historia de Cupido y Psique.
La hermosísima Psique, hija de un rey, despierta con su belleza la envidia y la inquina de Venus, que pretende castigarla por medio de su hijo, el alado Cupido. Sus hermanas se casan pronto pero su padre, obedeciendo al oráculo, abandona a Psique en una roca, desde donde el viento la transporta a un valle maravilloso.
Libro V: Llega a un palacio encantado, y allí, en la oscuridad de la noche, recibe la visita de su esposo, al que le está prohibido ver. Incitada por sus hermanas, una noche acerca una lámpara a su amante, que duerme a su lado, descubriendo que se trata del propio Cupido; una gota de aceite hiviendo cae sobre el hombro de éste, que se despierta, reprende a Psique y la abandona. La joven, aconsejada por Pan y perseguida pr Venus, sale en busca de Cupido.
Libro VI: Psique tendrá que cumplir tres trabajos que le son impuestos por los dioses; el cuarto consiste en bajar al Hades y volver con una cajita que contiene un misterioso don, pero la curiosidad es tan fuerte que Psique, en contra de las órdenes recibidas, abre dicha cajita y cae como muerta. Cupido, que ha escapado de la prisión en que le había encerrado su madre, resucita a su amada y con la ayuda de Júpiter le concede la inmortalidad. Del matrimonio de ambos en los cielos nacerá Voluptas, el placer.
Así acaba el cuento de la vieja. Lucio tiene que soportar todo tipo de vejaciones a manos de los bandidos, así que cuando éstos se ausentan consigue escapar llevando a sus lomos a la joven cautiva. Pero son capturados de nuevo, y los bandidos deciden dar una horrible muerte a la joven, atrapada viva en el interior del cuerpo del asno para quedar a merced de las fieras.
Libro VII: Al día siguiente llega otro de los malhechores, que cuenta que en casa de Milón se tiene a Lucio por responsable del robo narrado en el libro III. Trae además consigo a un fornido joven, supuestamente el jefe de otra banda ya desarticulada; se le nombra jefe y él aconseja vender a la joven como esclava, lo que los demás aprueban. Lucio descubre que en realidad se trata del prometido de Cárita, de nombre Tlepólemo. Aprovechando la embriaguez de los bandidos Tlepólemo los ata y entrega a las autoridades, que los hacen ajusticiar; Lucio recibe todo tipo de cuidados de manos de sus nuevos dueños. Pero pronto recomienza su calvario, primero en la rueda del molino y luego a merced de un sádico leñador; éste muere accidentalmente, pero se acusa de ello al asno y se decide castrarlo y matarlo.
Libro VIII: El asno escucha el relato de la trágica muerte de Cárita: un tal Trásilo, enamorado de ella, mata a Tlepólemo en una cacería, aunque parece un accidente. Cárita recibe en sueños la visita del difunto, que le cuenta lo ocurrido; ella atrae con engaños a Trásilo, lo duerme, le perfora los ojos y se suicida junto a la tumba de su esposo; más tarde Trásilo se deja morir de hambre. Los siervos de la casa huyen llevándose consigo al asno, que tras diversos incidentes va a parar a manos de unos sacerdotes mendicantes de la diosa siria, viciosos y pervertidos, con los que también sufrirá diversos percances, como el de un cocinero que quiere convertir en jamón una de sus patas.
Libro IX: Más tarde se le quiere sacrificar sospechando que tenga la rabia, pero consigue una vez más librarse. Los sacerdotes son encarcelados por robar una copa en un templo y Lucio pasa por manos de nuevos amos: un panadero que muere asaltado por el fantasma de su mujer y un hortelano al que la curiosidad impenitente de este asno jugará una mala pasada, yendo a dar en prisión.
Libro X: Lucio va a parar a una casa en la que asiste a una nueva historia dramática: la mujer del dueño se enamora de su hijastro, ante las negativas de éste decide envenenarlo pero por error el que muere es su propio hijo; más tarde un médico descubrirá que el veneno no era tal, sino un somnífero, así que el muchacho resucita y la madrastra es desterrada a perpetuidad. Lucio es comprado por dos hermanos, cocineros al servicio de Tíaso, y aprovecha para atiborrarse de comida, pero es descubierto y el amo, encantado de las insólitas habilidades del asno, se lo lleva consigo a Corinto. Allí una rica mujer queda prendada de él y se entrega sin rebozo al bestialismo; cuando Tíaso lo descubre, planea que Lucio se aparee con una condenada a muerte en el anfiteatro, a la vista del público. Lucio, aterrorizado, consigue huir.
Libro XI: Llega a una playa y por la noche invoca la ayuda divina; se le aparece la diosa Isis, que le da consejos para poder recuperar su forma humana y dedicarse a su servicio. En la ciudad un sacerdote de la diosa le ofrece una corona de rosas, y ante el asombro general Lucio recupera su humanidad. Después de reencontrarse con sus amigos Lucio es iniciado en los misterios de Isis, a cuyo servicio se dedicará a partir de entonces.
Sobre la obra
Hay una cuestión importante que se plantea al analizar la novela de Apuleyo: el de su relación con el breve relato griego titulado Lucio o el asno y conservado entre las obras de Luciano de Samósata, aunque su paternidad es bastante dudosa. Este relato cuenta básicamente la misma historia que Apuleyo, sólo que de una forma mucho más concisa y con un final totalmente distinto, de signo cómico; faltan también algunos relatos intercalados como el de Cupido y Psique o el de Cárita y Tlepólemo. La hipótesis más probable apunta a que la obra griega, de Luciano o de otro autor, fue más tarde resumida hasta quedar en lo que conocemos, y que por su parte Apuleyo recogió dicha novela -como él mismo dice al principio de su obra, "fabulam Graecanicam incipimus"- y le añadió episodios y relatos por su propia cuenta, además del final de signo místico y moralizante.
Todo ello explica que El asno de oro, como corresponde a una novela básicamente satírico-picaresca, con numerosos elementos paródicos, esté narrada en primera persona por el propio Lucio. Pero Apuleyo recurre a la costumbre tan romana de la contaminatio o mezcla de diversos géneros en su obra: así se incluyen relatos terroríficos y de brujas, picantes historias milesias y la parte más admirada de su novela, la historia de Cupido y Psique, que es en su origen un cuento popular con numerosos paralelos en otras culturas, pero que aquí está enmarcado en un ambiente mitológico y además con un trasfondo filosófico indudable, de corte neoplatónico (Psique significa "alma" en griego), aparte del paralelo implícito entre la curiosidad de Psique y la del propio Lucio.
A diferencia del Satiricón, con el que tiene numerosos puntos en común, en El asno de oro las aventuras de Lucio cobran el sentido moral de una expiación, la de su propia curiosidad, y de un aprendizaje que desembocará en la revelación de la diosa Isis. Este final en el libro XI se ha visto en ocasiones como un añadido más de Apuleyo al original griego, sin conseguir hacer del todo un conjunto coherente; pero en cierto modo este final místico es el que confiere un sentido a todas las penosas peripecias de Lucio, a su peregrinar por un mundo tan brutal como el de la novela.
La obra de Apuleyo se hizo muy pronto célebre, como atestiguan numerosos escritores de la latinidad tardía (siglos IV-VI: San Agustín, Marciano Capela, Casiodoro, etc.). En la Edad Moderna su "redescubrimiento" vino de la mano de Boccaccio, que dio en 1355 con un manuscrito de la obra en Monte Casino y lo copió de su propia mano, imitando además algunas de sus historias. En 1465 apareció la primera impresión del texto latino, que sería pronto traducido a diversas lenguas europeas; su mayor éxito lo tuvo en Italia y en España gracias a las versiones italiana de Firenzuola (1550) y castellana de Diego López de Cortegana (1513, reimpresa muchas veces). Aparte de influencias puntuales en numerosos autores renacentistas y barrocos, su importancia mayor radica en el papel que jugó en la génesis de la novela picaresca española, desde el Lazarillo de Tormes hasta el Guzmán de Alfarache.
Traducciones
L. Rubio, en la "Biblioteca Clásica Gredos", nº 9, Madrid, 1978, con introducción y bibliografía.
J. M. Royo, Madrid, Cátedra, 1985.
Reedición de la versión renacentista de López de Cortegana por C. García Gual, Madrid, Alianza, 1988, con extenso prólogo.

FUENTE: Texto extraído de http://www.mcnbiografias.com/



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pueden descargar
La metamorfosis o el Asno de Oro,  desde aquí


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