Páginas

miércoles, 4 de agosto de 2010

SOBRE LA NIÑEZ




SOBRE LA NIÑEZ


La crianza y educación de nuestros niños es aún más importante contribución que podemos hacer hacia la vida de nuestra humanidad. La reciente alza de delincuencia de menores es un reto a todos para que encontremos un medio que reduzca esta. Es con gran satisfacción que hemos observado que el material pernicioso y nocivo que contienen algunos libros para los muy jóvenes, está atrayendo la atención mundial.


Cuando vemos al espíritu como una existencia eterna, y cada vida terrenal como un evento en el tiempo - las diversas fases de nuestra existencia caen en su lugar.


Reflexionando sobre las palabras de Sir Edwin Arnold: "Jamás el Espíritu nació, jamás el Espíritu cesará de ser, y jamás dejó de ser", nos da una verdadera percepción de lo efímero del tiempo en contraste a la permanencia de Dios. Quizás este concepto puede ayudarnos a comprender a los que pasan por la difícil fase de desarrollo.


El registro de la vida física de una persona en la tierra, empieza cuando el bebé inhala su primer aliento y culmina con su último aliento. "Cuando el bebé inhala su primer aliento total, las condiciones psicológicas en su corazón cambian, y el agujero ovalado se cierra, obligando a la sangre a circular a través del corazón y los pulmones." Por el contacto de la sangre con el aire de los pulmones, puede absorber un cuadro pictórico de sus alrededores. La sangre es el vehículo de Ego y cuando se activa a través del corazón, deja impresa una huella en el átomo simiente que está localizado en el ventrículo izquierdo. Sobre esta superficie infinitesimal quedan grabados todos los panoramas del mundo externo durante el curso completo de una vida.


Como estudiantes de lo oculto, aprendemos que durante los primeros siete años de la vida de un niño, solamente los polos negativos de todos los éteres del cuerpo vital están activos. Por lo tanto, las facultades de ver y oír que dependen de las fuerzas negativas del éter de la Luz hace al niño "todo ojos y oídos". Es de gran ayuda para el crecimiento del infante, el que sus padres, aún a una muy temprana edad, presten atención a los colores que rodean al niño, y aún más importante, mucha atención al sonido y al ritmo que pueda estar al alcance de sus oídos. Esto es cierto a través de los primeros siete años de la vida del niño.


El sonido es el mayor arquitecto cósmico, y la música que expresa sonido en una forma de rítmica melodía, es la que es apropiada. Las canciones de cuna o versos para niños, contienen la simple y adecuada melodía y ritmo, y cuando las canta una madre amorosa y dedicada, puede ayudar al niño en la construcción de su cuerpo.


Uno de los hechos más transcendentales en este primer período en la vida de los niños es que son imitadores. Tenemos que comprender que su mente individualizada no ha comenzado a funcionar y que las fuentes de mayor aprendizaje son las actuaciones de los demás. Lo que hacen las personas a su alrededor es lo que copia el niño. Por esto es imperativo que tengamos mucho cuidado con nuestro comportamiento para no darles la oportunidad de imitar nada que pueda luego desconcertarnos.


La conducta de nuestros niños más adelante en sus vidas, depende en gran medida del ejemplo que les hayamos dado cuando estaban en esa edad impresionable de percepción pasiva Walt Whitman, ese profundo poeta de naturaleza amorosa y religiosa que vivió en el siglo 19, dice así en este verso libro:



"Había un niño que salía todos los días, Y en el primer objeto que miraba en ese objeto se convertía, Y ese objeto se hacía parte de él por el día O por una determinada parte del día O por muchos años o extendido ciclo de años."


La mente de un pequeño es como una nueva página blanca de un libro. Todo lo que se escriba ahí, perdurará vivo y claro. La primera impresión será recordada y tendrá sus efectos en la persona mucho después que las impresiones posteriores hayan sido olvidadas. A los siete años de edad, nace el cuerpo vital, y es entonces cuando la percepción y la memoria juegan una parte fundamental. En este período de siete años, el niño no tiene prejuicios ni ideas preconcebidas. Por esta razón es más susceptible a la enseñanza que en cualquier otra oportunidad. Tiene fe en sus padres y sus maestros y se colocan bajo su autoridad.


Durante este período, en algún momento antes de que el Cuerpo de Deseos nazca, el niño debiera saber algo sobre el origen de su ser. En La Naturaleza se encuentra amplia evidencia, tanto en el reino vegetal así como en el animal, demostrando como las especies se reproducen. Una vez él haya sido así preparado, siempre tomando en consideración su capacidad para comprender, y siempre de acuerdo a la pregunta que él haga, el niño estará equipado para enfrentarse a los cambios de la desconcertante adolescencia.


Los niños de menos de catorce años forman todavía, en un sentido, parte de sus padres, ya que en la glándula timo está depositada una esencia de la sangre de los padres, la que el niño usa para elaborar su propia sangre durante los años de su niñez. La glándula timo del infante es más grande inmediatamente antes de este nacer y disminuye su tamaño según pasa el tiempo. Cerca de los catorce años el Ego está listo para hacerse su propia sangre. Se convierte a la entidad de "Yo".


Ahora es el momento en que los padres y profesores practiquen la tolerancia y sientan compasión por el joven que crece y afronta tantos problemas. Si el niño ha aprendido a confiar y amar a sus mayores, ahora seguirá sus consejos y los inconvenientes del crecer no serán tantos.


En esta época, cuando el Cuerpo del Deseo nace, los sentimientos y las pasiones se hacen sentir. La mente individualizada no se muestra todavía en evidencia y no hay nada que controle la naturaleza de deseos. En este período es fácil para el niño caer en hábitos indeseables, que pueden tener resultados desastrosos. Es verdad que de este modo se aprenden muchas lecciones, pero los padres y profesores deben estar preparados con interés benévolo y comprensión amorosa. Este es el momento en que al niño se le debe enseñar a explorar a sí mismo; debe aprender el valor de la investigación cuidadosa en todo aquello que desee juzgar. Debe también aprender que "mientras más fluídicas mantenga sus opiniones, mejor le será el examinar nuevas verdades y adquirir nuevos conocimientos."


La Astrología, la ciencia de las estrellas, es de inmensa ayuda en la crianza de los niños, ya que las estrellas son el reloj del destino y señala las tendencias ocultas. Cuando conocemos éstas, podemos formar juicios y anticipar sus actuaciones y reacciones, siendo así nuestro consejo más sabio que lo que sería sino tuviésemos ese conocimiento. Siempre es preferible que los padres aprendan a hacer una carta natal y a interpretarla, ya que las personas extrañas muy rara vez tienen la honda percepción que los padres reciben al hacerlo ellos mismos. Cualquiera que esté interesado puede aprender Astrología. Todo lo que se necesita es tener una inteligencia promedio y el tiempo necesario para levantar los horóscopos, siempre y cuando se quiera sólo para leer el carácter. Carácter es destino, y conociendo las tendencias en el carácter de un niño, podemos ayudar a fortalecer las buenas inclinaciones y ayudar a extirpar las malas tendencias.


Nuestra tendencia es culpar a los padres por el carácter el hijo, pero la teoría de la herencia no es aplicable en lo moral. Cada persona está habilitada con su propia naturaleza mental y moral; sólo el material para el cuerpo físico es tomado de los padres. Somos atraídos a los padres por la Ley de Causación y Asociación; esto explica el parecido en los gustos, pero no es la herencia a la que debemos culpar por nuestras fallas. Estas son nuestras para reconocerlas, trabajarlas, y extirparlas.
A las preguntas: "¿Hereda el niño su sangre y sistema nervioso de sus padres?" ¿Si es así, heredará la enfermedad y los desórdenes nerviosos también?" Max Heindel contestó a esto: "Ya que la sangre, durante los años de la niñez, así como el cuerpo es heredado de los padres, las tendencias hacia las enfermedades son transferidas; no la enfermedad en sí, sino la tendencia. Después de los catorce años, el año cuando el Ego ha comenzado a elaborar con sus propios corpúsculos de la sangre, depende en gran medida en sí mismo si estas tendencias se manifestarán en su vida."



"Publicado por Fraternidad Rosacruz - Colombres Nº 2113 - Bº Lomas de San Martín - 5008 Córdoba - Argentina"

* * *

No hay comentarios:

Publicar un comentario