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jueves, 11 de noviembre de 2010

La Vida





La Vida

Recopilaciones por el Hno. José Ocampos

Muchas veces nos preguntamos, qué es la vida, sobre todo nos inquieta
saber que objeto tiene la vida.

Hay que vivir de tal manera que cuando se esté por morir no se tenga
vergüenza de haber vivido como se vivió, sino que al contrario, se sienta uno
satisfecho de la forma comO se actuó en la vida.

La vida no es placer, la vida no es comodidad, la vida no es diversión, la
vida no es dinero, la vida no es confort; la vida tiene todo eso, pero la vida no es
eso.

Como tampoco la vida no es dolor, la vida no es lágrimas y llantos, la
vida no es sufrimiento y pesadumbre, la vida no son problemas y angustias, la
vida tiene todo eso, pero la vida tampoco es eso, precisamente.

La vida es el cumplimiento del deber, llenar un puesto, cumplir una
misión, contribuir al bienestar de los demás: eso es la vida, eso es vivir.

Llegará el fracaso, llegará el dolor, llegará el obstáculo, llegará la enfermedad,
todo tipos de dificultades, pero, cuando uno se siente amado por Dios,
nada nos hará sucumbir cuando tenemos fe, optimismo y determinación de
triunfar, nada nos podrá detener.

Así como la lengua puede herir de muerte, es también verdad que con
una sola palabra dicha con amor se puede levantar a uno que está desmoralizado,
que ya no tiene ánimo para nada. Una palabra oportuna puede llenar de
felicidad a muchos seres que viven angustiados, atormentados, desdichados,
porque solamente han elegido el sendero equivocado. Creen erróneamente
que la forma como proceden es la adecuada, sin imaginar que están muy lejos
de la realidad. Se actúa bien cuando para dar un paso se reflexiona detenidamente
para no cometer errores que pueden ser la destrucción de su vida. Es
muy importante, fundamental, que especialmente los jóvenes, tengan siempre
muy en cuenta que las personas mayores que tengan muy buenos sentimientos
y pensamientos, deben ser escuchados, consultados para hacer uso de su
experiencia que podría ser muy valiosa para los jóvenes.

Hay que aprender el modo creador de la vida. Uno puede ser exactamente
lo que quiere ser. Depende de uno y de nadie más, pero para eso, debe
sentar cabeza. No dejarse arrastrar por el encandilamiento de las falsas luces
que por lo general no son luces, sino senderos oscuros que los conducirán por
tenebrosas rutas cuyo destino será siempre fatal.

El hombre y la mujer jóven si quieren son todo o nada. Polvo o estrella;
luz o sombra. Depende exclusivamente de ellos.

La nobleza de la vida no está ni el nacer ni en el morir, sino en la forma
de vivir: noble, generoso, solitario. Que se acepte el esfuerzo como alegría y no
como castigo.

Las dificultades antes que dificultades, deben ser como motores de
lucha para enfrentarlos y salir adelante.
Solamente mediante la fe, la perseverancia, la disciplina y la humildad
podemos heredar la sabiduría de las personas mayores.

Actuemos con rectitud, con respeto, con decencia, con humildad. Volvamos
a ser los ojos que orientan, los brazos que ayudan, las mentes que
crean soluciones, los corazones que iluminan y calman las zozobras y las angustias.

Limpiemos nuestro interior de los nefastos procederes y llenémonos
de la luz de Dios para volver a imponer los principios morales que la sociedad
sana reclama.

La higiene y la limpieza no se acaba con la piel. Existe además la limpieza
del alma ante el espejo de la propia conciencia; la limpieza del corazón, que
no se puede ensuciar con tantas cosas como se hace en la actualidad que
parecen hermosas y limpias pero no lo son.

Es preferible tener la cara sucia como carbonero, pero un alma hermosa
y blanca y un corazón noble capaz de amortiguar los más tremendos dolores,
y una mente que sólo sea capaz de elaborar ideas limpias y honestas.

Al dotarnos de conciencia, Dios nos ha dado la excelsa facultad de
discernir lo que es justo y lo que no lo es.

Actualmente la peor dictadura que nos acorrala está compuesta por los
vicios, la deshonestidad, la desobediencia, el irrespeto a los mayores. El exceso
de diversiones insanas, las drogas, el alcohol, la corrupción. El deseo de
conseguir el dinero fácil de cualquier manera.

Las diversiones exageradas hasta altas horas de la noche, no son disfrute
de la vida. Son estropeamiento, masacramiento de la vida.

Hace falta un San Francisco de Asís que nos señale el camino recto
que hay que seguir.

En la convivencia fraterna, es preciso vivir atento para que los impulsos
no nos sorprendan, y debemos estar despiertos y vigilantes para neutralizar
esas cargas negativas.

Vivir atento quiere decir que esa franja de la personalidad, que llamamos
conciencia, esté poblada por Jesús vivo y presente, para que sus reacciones
sean mis reacciones, sus reflejos sean mis reflejos; su conducta, mi conducta;
su paciencia, mi paciencia.

La Biblia dice: “Va por buen camino quien acepta la corrección; pero
quien no ha aceptado, va por camino equivocado”.

El gran Pitágoras decía a sus discípulos: “Si no tienes un amigo que te
corrija tus defectos, búscate un enemigo que te haga tan gran favor”.

San Juan Bosco decía: “Las personas jóvenes necesitan de continuas
correcciones, porque no por maldad, sino por irreflexión se olvidan del cumplimiento
del deber”.

Si quieres tener un día feliz, al levantarte debes pronunciar estas palabras:

Este será un día bello para mí. Mentalizaré que el día será un magnifico
día. Para eso llevaré un mapa en la cabeza para que me señale exactamente
lo que debo hacer. Con toda seguridad ese mapa le señalará lo siguiente: “SE
OBEDIENTE, HAZ CASO A LAS SANAS RECOMENDACIONES. NO BUSQUES
DIVERSIONES EN LOS LUGARES INSANOS. NO OLVIDES NUNCA
QUE LO QUE ESTAS SEMBRANDO HOY, RECOJERÁS MAÑANA”.

Existe un refrán usado para las personas que se quejan de alguien que
no es el culpable: “ESTÁ LLORANDO EN UNA TUMBA AJENA O EQUIVOCADA”.

También al quejarte de Dios, de la persona, o personas que se interesan
por ti sanamente; tú te pones a llorar en una tumba equivocada. En tal
caso, si quieres quejarte, debes quejarte de ti mismo. Porque tú, solamente tú,
eres el culpable de tu error.

Al aprender a actuar sabiamente en el desenvolvimiento de la vida, o
sea, a sacrificarse, a esforzarse, a privarse, a comprender a las personas mayores
que lo único que hacen es desearnos el bien, obtendremos resultados
positivos y duraderos en la vida; pero para eso, ya mismo, debemos empezar
a sacrificarnos, a esforzarnos, a estudiar, a prepararnos para el mañana para
no lamentarnos luego, cuando ya es tarde y cuando uno anda buscando el
negocio sucio, de ofrecerse para cualquier realito, y de no tener la entereza de
llevar una vida digna que enorgullezca a los padres y a uno mismo.

Hay que tener ilusiones sanas, honestas, dignas que lo haga sentir a
uno mismo feliz, para eso hay que llevar una línea de conducta intachable.

Para llegar a la realización de estas ilusiones, no hay que olvidar que se necesita
mucho esfuerzo, sacrificios, un verdadero afán de triunfar en la vida sin
depender de nadie sino de uno mismo, pero siempre con los sabios consejos
de las personas mayores que también hayan tenido una trayectoria luminosa
en cuanto a su conducta.

La vida debe ser reflejo permanente de una aspiración ascendente pero
por la senda de la rectitud, de la honorabilidad y la decencia. Empecemos
conquistando esa idea, empecemos por conquistarnos a nosotros mismos.

A veces, el temor y la duda se apoderan de nosotros y esos males nos
impiden realizar y llevar adelante nuestros ideales. Hay que pedir a Dios que
nos ayude a vencer la duda y el temor para poder salir adelante en nuestros
propósitos.

Auxiliarse a sí mismo es recibir la ayuda de Dios. El granero de la propia
confianza está en uno mismo, es cuestión de descubrirlo, aún entre pesares y
sufrimientos. No importa llorar, no importa sufrir, el camino de la alegría está ahí.

Todos los sufrimientos traen consuelo. El mal temporáneo soportado con paciencia
se convierte en bien definitivo.

No hay que confundir lo bueno con lo agradable. Lo bueno puede ser
amargo, como alguna medicina amarga que al final nos cura. Así mismo resulta
cuando nos toca desvelarnos para estudiar para salir adelante en los estudios.

Como también lo agradable puede resultar engañoso, como en el caso
de preferir asistir a una reunión social cuando se tiene que cumplir con una
obligación de estudiar intensamente para dar un buen examen. El dar un buen
examen nos resultará muy agradable y jamás podrá compararse con el engañoso
compromiso social.

Es un hecho patético que miles de personas se arrastran por la vida
hundidos en el lodo de la inmoralidad por no haber llevado una vida digna y por
no haber escuchado los sabios consejos de las personas mayores de buenas
intenciones.

JÓVENES DE AMBOS SEXOS: REFLEXIONAD EN EL NOMBRE
DEL SEÑOR Y PEDIDLE QUE OS GUIE POR LA SENDA DEL BIEN, DEL
REAL Y VERDADERO AMOR. EL VERDADERO AMOR ES CREER EN
DIOS, VIVIR EN DIOS Y PARA DIOS. LAS DISCOTECAS, EL ALCOHOL,
LAS DROGAS NO CONDUCEN A NADA SANO


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472 - JOYAS ESPIRITUALES - 10/01 - FRATERNIDAD ROSACRUZ DEL PARAGUAY

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