Facundo Cabral nació en un puerto argentino en mil novecientos treinta y siete, y desde que aprendió a caminar no se detuvo jamás.
Cuando se fue de su casa, niño aún, su madre lo acompañó a la estación y, cuando se subió al tren, le dijo: este es el segundo y último regalo que puedo hacerte, el primero fue darte la vida, el segundo libertad para vivírla, y Facundo cuidó de esa libertad como nadie, por eso es uno de los pocos hombres independientes que anda por este planeta, un lobo estepario que pasa por las ciudades para excitar a la gente.Con los años, y casi todo el mundo recorrido, su fuego ganó en calidad porque antes quemaba y ahora ilumina, tanto que muchos dejan las drogas o la idea del suicidio después de escucharlo.
Nunca se detuvo en ningún lugar, ni en la fama que, dice, es asunto de los demás, no mío, porque yo vivo no vivo ni con ella ni por ella, la fama es un bullicio que sucede fuera de mi.
Lo que se dice de Facundo Cabral:
Sos una leyenda viviente que se pasea graciosamente entre la bilbia y el Pedro Páramo, entre el desierto y la Tierra del Fuego, entre Chagall y Octavio Paz.
Facundo Cabral es la versión divertida de la Enciclopedia Británica.
Facundo Cabral es un médico del Alma.
Facundo Cabral es la primera versión del Internet, más lenta, pero más cálida.
Facundo Cabral es un ángel sin escrúpulos, un Woody Allen cristiano.
Facundo Cabral es el décimo tercer apóstol de Jesús.
Nos engañaron: nos invitaron a un concierto y era un milagro.
Facundo Cabral es tan incalificable, como inevitable.
Facundo Cabral es un vagabundo "first class"
Pensé que Facundo Cabral era argentino, al escucharlo comprobé que era patrimonio de la Humanidad.
Facundo Cabral se viste como vaquero pero habla como un profeta.
Si uno escucha a Facundo Cabral, termina siendo rico y felíz, está benditamente condenado a la victoria.
A los 17 años, Facundo Cabral escribió su propia canción de cuna porque sintió que por fin estaba naciendo, gracias al vagabundo que le presentó aJesús, exactamente al Sermón de la Montaña, que desde ese momento se convirtió en el programa de su vida.
Facundo Cabral es un trovador de nuestros días que deja fluir espontáneamente sus pensamientos y sentimientos, que nos habla al oido de Dios, de los sueños, del amor. Escucharlo es un despertar y leerlo una iniciación.
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