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miércoles, 23 de octubre de 2013

LA AVENTURA INTERIOR



LA AVENTURA INTERIOR

Nada hay más cerca de nosotros que nosotros mismos y nada que nos sea más desconocido que nuestro propio Ser.
En nuestro cuerpo un número ilimitado de átomos giran en órbitas como lo hacen los astros en el Universo, con la misma precisión y armonía que el Cosmos, y funcionando con las mismas leyes fundamentales. Buscamos el Universo fuera de nosotros, sin percatarnos que nosotros mismos somos un universo en miniatura.
Pero, más importante aún, los seres humanos somos algo más que cuerpo. Tenemos vida y manifestamos su atributo más importante: la consciencia. Los seres humanos somos también mente que se manifiesta continuamente. Hasta cuando dormimos nuestra mente sigue funcionando para asegurar los procesos vitales fundamentales. Y nuestra mente es muy poderosa.
La psicología moderna admite que un alto porcentaje de las enfermedades que padecemos son psicosomáticas, que empezaron primero en la mente para manifestarse después en el cuerpo. ¿Por qué la mente nos ocasiona, a través de procesos incorrectos, estas enfermedades?
Actualmente, en la época de la informática, sabemos que las computadoras se pueden programar y desprogramar para conseguir fines distintos. La mente funciona de forma parecida a las computadoras. Una programación incorrecta puede ocasionar enfermedades graves y traumas que convierten nuestra vida en algo desgraciado.
Pero, por ese mismo principio de programación de la mente, podemos programarla positivamente para corregir gran parte de las enfermedades que nos aquejan. Podemos programarnos para mejorar la memoria, para conseguir seguridad y aplomo, para un mejor funcionamiento de nuestra personalidad, para gozar de una mejor salud.
Tantas y tantas cosas podemos hacer, cuando conocemos las potencialidades internas de nuestra mente, que podemos relegar el sufrimiento al lugar que verdaderamente le corresponde: la nada.
Pero, mucho más aún. Lo mismo que un cuadro lleva la impronta del pintor que lo pintó, lo mismo que una escultura lleva el sello del escultor que la esculpió, y que un edificio lleva la expresión de la personalidad del arquitecto que lo diseñó y lo construyó, nosotros llevamos el sello, en nuestro interior, del Creador, por lo que también podemos crear y atraer hacia nosotros aquello que necesitamos.
El ser humano puede, si sabe cómo hacerlo, crear su futuro y llevar una vida digna de ser vivida. Para ello, debe emprender la más maravillosa y fascinante de las aventuras, la del descubrimiento de su Ser Interior.
¿Se considera con valor suficiente para ello?.
Si es así, continúe su indagación dentro de los Misterios que revela la Orden Rosacruz
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NOTA: Este artículo ha sido obtenido el sitio web: www.rosacruz.net

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Agradecemos al Sr. César Lillo Arellano, por este artículo

Edgardo Ceol, fraternalmente

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