LA AVENTURA INTERIOR
Nada hay más cerca de nosotros que nosotros
mismos y nada que nos sea más desconocido que nuestro propio Ser.
En nuestro cuerpo un número ilimitado de átomos
giran en órbitas como lo hacen los astros en el Universo, con la misma precisión
y armonía que el Cosmos, y funcionando con las mismas leyes fundamentales.
Buscamos el Universo fuera de nosotros, sin percatarnos que nosotros mismos
somos un universo en miniatura.
Pero, más importante aún, los seres humanos somos
algo más que cuerpo. Tenemos vida y manifestamos su atributo más
importante: la consciencia. Los seres humanos somos
también mente que se manifiesta continuamente. Hasta
cuando dormimos nuestra mente sigue funcionando para asegurar los procesos
vitales fundamentales. Y nuestra mente es muy poderosa.
La psicología moderna admite que un alto
porcentaje de las enfermedades que padecemos son psicosomáticas, que
empezaron primero en la mente para manifestarse después en el cuerpo. ¿Por
qué la mente nos ocasiona, a través de procesos incorrectos, estas
enfermedades?
Actualmente, en la época de la informática,
sabemos que las computadoras se pueden programar y desprogramar para
conseguir fines distintos. La mente funciona de forma parecida a las
computadoras. Una programación incorrecta puede ocasionar enfermedades graves
y traumas que convierten nuestra vida en algo desgraciado.
Pero, por ese mismo principio de programación de
la mente, podemos programarla positivamente para corregir gran parte de las
enfermedades que nos aquejan. Podemos programarnos para mejorar la memoria,
para conseguir seguridad y aplomo, para un mejor funcionamiento de nuestra
personalidad, para gozar de una mejor salud.
Tantas y tantas cosas podemos hacer, cuando
conocemos las potencialidades internas de nuestra mente, que podemos relegar
el sufrimiento al lugar que verdaderamente le corresponde: la nada.
Pero, mucho más aún. Lo mismo que un cuadro lleva
la impronta del pintor que lo pintó, lo mismo que una escultura lleva el
sello del escultor que la esculpió, y que un edificio lleva la expresión de
la personalidad del arquitecto que lo diseñó y lo construyó, nosotros
llevamos el sello, en nuestro interior, del Creador, por lo que también
podemos crear y atraer hacia nosotros aquello que necesitamos.
El ser humano puede, si sabe cómo hacerlo, crear
su futuro y llevar una vida digna de ser vivida. Para ello, debe emprender la más maravillosa y
fascinante de las aventuras, la del descubrimiento de su Ser Interior.
¿Se considera con valor suficiente para ello?.
Si es así, continúe su indagación dentro de los
Misterios que revela la Orden Rosacruz
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NOTA: Este artículo ha sido obtenido el sitio
web: www.rosacruz.net
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Agradecemos al Sr. César Lillo Arellano, por este artículo
Edgardo Ceol, fraternalmente
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