El Conde Cagliostro
La Verdadera Historia
Era originario de
Palermo, Sicilia donde nació en el año 1743. Ocultista y médico, vivió en
tiempos de Luís XVI. Curaba a los enfermos y acabó por ser condenado en prisión
perpetua y finalizó sus días en las mazmorras del castillo de San León, en
Urbino en el año 1795.
Una vez establecido
en Paris, mantuvo una larga entrevista con el cardenal Rohan, a quien reveló
con todo detalle sus conversiones con el pretor Poncio Pilatos, del cual se
decía amigo íntimo.
Cagliostro (Un
Maestro Rosacruz Masón)
En varias
ocasiones, a lo largo de los estudios regulares de la Orden Rosacruz Masónica,
se hace mención a que Cagliostro no solamente fue impulsor de un rito
particular, conocido como el Rito Egipcio, sino que también fue un gran
impulsor y renovador de la Masonería y el Rosacrucismo.
A él se debe, en
gran parte, el desarrollo iniciático de la Orden Rosacruz actualmente, y a la
disposición particular de los Templos en nuestras Logias.
El fue el que
instituyó el uso del altar triangular, la Shekinah, en el centro de los Templos
Rosacruces, tomando como modelo el del altar que el Conde de Saint Germain
describe en su obra La Santísima Trinosofía.
Si bien el Conde de
Saint Germain tenía un conocimiento muy preciso de la sabiduría y del
simbolismo Rosacruz y Masón, que plasmó en la codificación de los Grados de las
diferentes Cámaras de Instrucción, por medio de ciertas láminas simbólicas, que
después fueron enriquecidas por otros adeptos, Cagliostro era eminentemente
operativo, por lo que gran parte de lo enseñado por Saint Germain, que él
también conocía por motivo de su alto estado de Iniciado Rosacruz, lo puso en
práctica para que la técnica Rosacruz fuese más eficaz y adaptada a los tiempos
que corrían.
Pero ahora, más que
de la historia y de las innovaciones de Cagliostro, tema que es estudiado en
uno de los Grados de la Orden Rosacruz, nos ocuparemos de su misión como Alto
Iniciado, así como de su personalidad que, desgraciadamente, no solo no ha sido
bien comprendida por los profanos, sino que ha sido vituperada sistemáticamente
por mentes intolerantes y por instituciones sectarias interesadas en mantener
sus privilegios, supuestamente espirituales, pero que están más directamente
relacionados con el poder temporal.
Cagliostro, el Gran
Maestro Cagliostro, nada tiene que ver con el personaje que describe Alejandro
Dumas en su obra, Vida de Giuseppe Balsamo, ni con el personaje inventado por
la Inquisición para desprestigiar al Gran Maestro Rosacruz.
Muchas personas que
le había conocido y que incluso, en algunos momentos, fueron sus discípulos,
cuando llegó el momento terrible del calvario del Maestro en manos de la
Inquisición, dijeron, lo mismo que a Jesús le dijo la muchedumbre: "Donde
están tus poderes, por qué no los utilizas para liberarte y para evitar tus
sufrimientos" sin comprender que Cagliostro conocía la ley oculta y que se
entregaba por completo a ella.
Se supone que
Cagliostro fue hijo del Gran Maestre de la Orden de Malta, llamado Melo, y se
sabe que su maestro fue el Rosacruz Althotas, el cual le inició y le introdujo
en los Grandes Misterios, sirviéndole como introductor en la Iniciación
Psíquica que Cagliostro tuvo en la Gran Pirámide de Egipto, en la que recibió
su Iluminación.
Cagliostro viajó
extensamente por toda Europa y por Oriente y por donde pasó siempre fue
reconocido por su gran generosidad y elevado espíritu.
Cuando le
preguntaron por qué derramaba tantas bendiciones sobre los seres humanos, a los
que amaba por encima de todo, desprendiéndose de su conocimiento y riquezas en
favor de ellos, curando a los enfermos, y asistiendo a los necesitados,
Cagliostro respondió: "Siempre se debe avanzar, siempre se debe sembrar y
dejar a los demás que recojan la cosecha".
Cagliostro, como
Alto Iniciado que era, se consideraba un hermano con todos independientemente
de que fuesen ricos o pobres, ilustrados o ignorantes, árabes o franceses
porque según declaró: "No soy de ninguna época y de ningún lugar, y más
allá del espacio y del tiempo, mi ser espiritual vive su eterna existencia. Si
me sumerjo en mi pensamiento remontándome en el curso de las edades, si
extiendo mi espíritu hacia un modo de existencia alejado de aquel que percibís,
me convierto en aquel que deseo ser. Participando conscientemente del Ser Absoluto
arreglo mi acción según el medio que me rodea. Mi nombre es aquel de mi
función, pues soy libre; mi país, aquel donde fijo momentáneamente mis pasos.
Poned fecha de ayer si lo deseáis, rehusando acordaros de años vividos por
ancestros que os fueron extraños, o del mañana, por orgullo ilusorio de una
grandeza que jamás será vuestra, yo soy aquel que Es".
Su generosidad era
tal que fue capaz de, noche tras noche, en la época en que estuvo encarcelado
en Francia por el asunto del collar de diamantes, al cual haremos referencia
más tarde, salía de su celda y por un pasadizo secreto acudía a la llamada de
aquellos que le necesitaban y a los cuales ayudaba y curaba ya que, por ser de
condición humilde, nadie socorría. Cagliostro era un emisario de la Gran Hermandad
Blanca y debía cumplir una misión de transformación en el seno de la sociedad
de su época. El fue quien, dentro de las sociedades iniciáticas de su época,
movió los hilos para que si el proceso de transformación no se producía
naturalmente, lo hiciese de una manera enérgica.
Desgraciadamente
aquellos que se encontraban en disposición, y que tenían el poder necesario,
para permitir la transformación de la sociedad, es decir: los nobles y el
clero, no se resignaron a perder sus privilegios compartiéndolos con el pueblo
y ello dio lugar a la Revolución Francesa.
Cagliostro fue un
Iniciado de primera magnitud y todas las Ordenes Iniciáticas de su época, así
lo reconocieron dispensándole honores solo reservados a los más elevados. Fue
iniciado en el Rito de Swedenborg, fue amigo de Martínez de Pasqually quien le
introdujo en su Orden de los Caballeros Elegido Cohen, donde le dispensó el
Grado más Alto, el Grado secreto de los Reau Croix. Colaboró con Willermotz, y
con Louis Claude de Saint Martín, fue Gran Maestro del Rito Escocés, y Gran
Maestro del Rito de los Filaletas, así como codificador y Gran Copto del Rito
Egipcio.
Conoció y colaboró
con el Conde de Saint Germain, que estaba encargado de preparar la
transformación pacífica y natural de la sociedad y, al fracasar este, puso en
marcha la fase operativa que habría de conducir al gran estremecimiento social
que constituyó la Revolución Francesa.
Incluso se asegura
que fue iniciador de un joven teniente, de origen corso, llamado Napoleón, que llegó
a ser el emperador de Francia y agente activo de la exportación de las nuevas
ideas por toda Europa y por todo el mundo occidental.
Su gran
conocimiento, cultura, refinamiento, y encanto, le llevó a frecuentar los
salones más distinguidos de Francia donde, al principio de su misión, despertó
la envidia de algunos nobles quienes trataron de burlarse de él por medio de
una farsa. Se cuenta que cuando estaba curando ante un auditorio de gente
ilustre, se presentaron tres mendigos que le pidieron que les curara de la
sordera, de la ceguera, y de un mal en la piel; Cagliostro accedió a ello y les
dijo que podían salir de allí que estaban curados. Ante el estupor y la risa
general, los supuestos mendigos se despojaron de sus harapos apareciendo ante
todos como lo que eran, unos nobles, jóvenes ociosos, que querían
"desenmascarar" a quien, para ellos, era un impostor.
Ante aquella burla
Cagliostro declaró con voz solemne: "Recordad que lo que no habéis
permitido que os diera, os lo puedo retirar", después de ello los jóvenes
empezaron a gritar porque uno de ellos se había quedado sordo, el otro ciego, y
el otro se retorcía de los picores en su piel. Cagliostro, siempre generoso,
les perdonó y los jóvenes volvieron a la normalidad huyendo despavoridos. Desde
entonces nadie se tomó a broma los poderes curativos de Cagliostro.
Su amistad con el
Cardenal de Rouhan, quien había sido estafado haciéndosele creer que debía
comprar un collar de diamantes para la reina María Antonieta de Francia, fue
motivo para que se le involucrara en el llamado "asunto del collar"
que constituyó un escándalo en aquella época y que, de alguna manera, precipito
los acontecimientos que desembocaron en la Revolución Francesa. Cagliostro fue
encarcelado y, aunque tuvo todas las oportunidades para escapar, permaneció en
prisión en espera de juicio sabiendo que la justicia resplandecería al final, y
convencido de que su misión entre los hombres aún no había terminado.
Se relatan muchos
hechos curiosos del juicio a Cagliostro como que las actas de acusación se
borraban a la vista de los acusadores que las leían y, en su magistral
alocución de defensa, Cagliostro declaró, basándose en el ritual de Iniciación
de la Orden Rosacruz Masónica: " Como el viento del Sur, como la brillante
luz del Mediodía que caracteriza el pleno conocimiento de las cosas y la
comunión activa con Dios, voy hacia el Norte, hacia la bruma y el frío,
abandonando, por todas partes a mi paso una parcela de mi mismo, abandonándome,
disminuyéndome en cada estación, más dejándoos un poco más de claridad, un poco
más de calor, un poco más de fuerza, hasta que sea parado y fijado
definitivamente el fin de mi carrera, en la hora en que la Rosa florezca sobre
la Cruz. Yo soy Cagliostro".
Nunca se le perdonó
que fuese un impulsor de la Luz, y le atacaron por su lado más débil que era el
amor que tenía por su esposa, Lorenza Feliciani, quien, a pesar de su bondad,
encanto, e ingenuidad, fue convencida por los miembros de la Inquisición
haciéndole creer que su esposo era un representante del diablo, lo que le hizo
flaquear sirviendo, de esta manera, a los sucios propósitos del Santo Oficio
que despacharon correos por toda Europa con historias fantásticas, inventándose
la figura de Giuseppe Balsamo, para desacreditar al Maestro.
Incomprensiblemente
ante los ojos de los profanos, pero de acuerdo con una afirmación que había
hecho anteriormente y que decía: "Un amor que me atraía hacia toda
criatura de forma impulsiva, una irresistible ambición, un sentimiento profundo
de mis derechos sobre los seres del cielo y de la tierra, me impulsaba y me
arrojaba hacia la vida", Cagliostro viajó a Roma poniéndose así al alcance
del brazo de la Inquisición.
Fundó un Logia en
Roma, a la cual pertenecieron personas muy selectas; pero un traidor, un
capuchino llamado Francesco de San Maurizio, quien era un espía y un agente del
Santo oficio, le delató y proporcionó las pruebas, verdaderas o falsas, que
permitieron su arresto y encarcelamiento.
Cagliostro sabía lo
que le iba a acontecer, de hecho, el mismo se había metido en las fauces del
lobo de manera deliberada, el sabía que el inmenso privilegio que le había sido
concedido de servir a la Humanidad habría de pagarlo a un precio altísimo. La
ley oculta establece que cuando una persona revela a los demás las cosas más
sagradas y las leyes más elevadas del Universo, se hace responsable del uso que
de ellas hagan sus alumnos y, para comprender con propiedad todo lo que él
había enseñado, sin que fuese utilizado inadecuadamente, habría que tener la
talla espiritual y la comprensión que poseía Cagliostro, alturas a las cuales
no llegaban ninguno de sus alumnos.
Fue encarcelado y
torturado en el Castillo de Santangelo, y llevado a juicio donde fue acusado,
entre otras cosas por medio de una declaración arrancada bajo tortura a su
esposa, de que adoraba al diablo y que blasfemaba del nombre del Señor.
Fue obligado, lo
mismo que en la antigüedad lo habían sido el conde Raimundo VI de Tolosa, y el
Gran Maestre de la Orden de los Templarios, Jacques de Molay, a presentarse con
ropas de penitente ante la iglesia de Santa María, y adjurar de todos sus
errores. Pero a pesar de su sufrimiento, de sus penitencias, de la tortura a la
que fue sometido, Cagliostro no fue perdonado y se le encerró en la fortaleza
de San Leo donde prácticamente fue enterrado en vida.
La Revolución
Francesa ya había estallado y las tropas francesas que extendían por Europa los
ideales de libertad, igualdad, fraternidad, se encontraban ya en Francia por lo
que para evitar que Cagliostro fuese liberado, fue estrangulado en su celda el
día 28 de agosto de 1.795.
Una leyenda dice
que Cagliostro no murió, sino que el cadáver encontrado en su celda era el de
un monje que iba a reconfortarle espiritualmente. Sea como sea, lo importante
fue la obra que realizó y que perdurará a través de los siglos.
Quienes quisieron
borrar su memoria ya están olvidados, pero él, Cagliostro, permanecerá en el
recuerdo de muchísimas generaciones.
Recopilado por:
M.·.V.·.H.·. Laura R.·.Log.·."Dharma" Nº 7 Or.·.de Venezuela
Agradecemos al Sr César Lillo Arellano, por este aporte
*
Cagliostro
Film Completo, en italiano
desde aquí:
Publicado el 28 abr. 2016
di Daniele Pettinari. Con Luigi Pistilli, Rosanna Schiaffino, Evelyn Stewart, Curd Jürgens. 105 min. - Italia 1975.
Il conte Alessandro di Cagliostro vaga per le corti d'Europa, insieme alla contessa Serafina. Introdotto da un monaco naturalista alle attività di guaritore attraverso le erbe e la telepatia, stupisce chiunque assista alle sue pratiche para-scientifiche. A Roma si fa amico papa Clemente XIII e guarisce un cardinale, futuro pontefice col nome di Pio VI. Ma la Curia vaticana non lo vede di buon occhio e trama per incastrarlo.
The mysterious Conte di Cagliostro holds supernatural powers he uses to heal the poor, but his activity is considered dangerous by the 18th century's establishment...
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