LEXIS NOVO
– El Nuevo Verbo
(Interpretación sobre lo traducido al 11/07)
Esta “interpretación” o “vivencia personal” del Lexis Novo surge de los primeros trabajos sobre ellos, comenzados en vida del Prof. Stelardo y aún en proceso…
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LEXIS NOVO – Es el Nuevo Lenguaje para expresar el Verbo, el Verbo de la
Humanidad como un Todo, como Unidad.
La “experimentación” (vivencia) de estos Tercetos parece ser una forma de
revincular al hombre con su Alma. La “contemplación activa” de los mismos, debería
resultar un medio para percibir lo que somos, de dónde venimos, hacia dónde vamos
y por qué...
Si partimos de supuesto de que “materializar el espíritu” y “espiritualizar la
materia” son los extremos de un único proceso, podríamos decir que éste tiene al
Creador en un extremo y al hombre en el otro, y en realidad sería en el medio dónde
el Creador puede actuar a través del Hombre o mejor dicho dónde el Hombre con
Verbo es un Creador, lo cual sólo será posible entregándose y dejándose guiar por
el Alma y no por la personalidad. A esto refieren los primeros 11 Tercetos.
Es el planteo de cómo interactúan forma y esencia (el Hombre y su Alma) y
de cómo el Verbo evoluciona a través de sí mismo, de la unidad a la multiplicidad y
luego nuevamente a la unidad. La vibración producida por la verbalización de los
tercetos hace evolucionar al Huevo-Hombre-Alma-Grupal que bien podríamos
representar en el punto medio de encuentro entre materia y espíritu, siendo la
resolución trina de la dualidad espíritu-material.
Y cómo se llega allí? A través de la pureza de intenciones, del desapego y de
la despersonalización de la obra... Por ello en el “Hábil Corazón” florece y tiene su
ser la “Blanca Rosa”.
Hablan de Proserpina estableciendo su vínculo de Fuego en la Tierra y esto
es muy importante...
También hablan de Stella Fulgen, una fuerza viviente, un rayo que ilumina a la
Vida desintegrando a Maya. Será tal vez éste el vínculo de Fuego de Proserpina?.
Así, vemos que es el final de los primeros 11 Tercetos, la primera etapa del
ciclo del descenso del espíritu a la materia y del despertar del hombre.
Más luego, al realizar el hombre sus bodas alquímicas (Coito Mágnum) la
Naturaleza fluye a través del Ser y es influida por el Ser.
Es así que Proserpina se establece en la Tierra (vuelve del Hades) uniendo
su Fuego singular (y dual) al Fuego trino de la unidad. Se termina un ciclo a través
de un vínculo de Fuego. El hombre se establece como Divinidad de Fuego en la
Tierra y la Humanidad rompe sus cadenas y se libera de sus ataduras al proceso
material.
Y es así como el Ser Pleno individual vehiculizará al Ser Pleno Universal.
La unión con el Fuego reconquista a la Divinidad para el Hombre (como
Humanidad) a través del Verbo y lo que expresan los primeros 11 tercetos es que la
cadena que detiene al Ser en evolución será rota sólo por la Acción de él mismo,
bajo el imperio de su Voluntad.
El hombre primero se re-crea a sí mismo, luego re-crea a la Naturaleza y por
último re-creará al Hombre como Humanidad.
Primero fueron las revelaciones Ezequiel, luego las del Evangelio de San
Juan y ahora, las revelaciones a través de Lexis Novo son como un nuevo
Apocalipsis.
Juan el Bautista bautizaba con agua (con luna, con una sola fuerza, la de la
noche)... procedía de una etapa anterior, una etapa de pluralidad, de “yo grupal”, es
decir sin individualidad.
El Cristo trajo la auto-iniciación del individuo auto-conciente, a través del
bautismo en Fuego (proceso narrado por Juan en el Apocalipsis). El hombre
conquista el Yo Soy a través del dominio de las 6 fuerzas solares (de amor) + 1 lunar
(de sabiduría). Por ello la Luna llena es Sabiduría más Amor.
Y así la trinidad Sol-Luna-Tierra tienen por finalidad el desarrollo del Yo Soy,
de la autoconciencia, que a través del ejercicio pleno de la Voluntad conquistará el
Verbo Creador.
En la etapa “Lunar” el hombre logró sabiduría, en la Tierra debe desarrollar y
perfeccionar el “Amor” y en el final de este ciclo será la “Acción” de su Voluntad la
que lo llevará a evolucionar hacia la luminaria Venus (no el planeta) como
Humanidad.
Los Tercetos hablan de una iniciación a nivel de la Humanidad como un
todo... Porque ahora el hombre debe comenzar concientemente a ir más allá... Del
individuo al grupo, al revés de la etapa anterior.
Y cuál es la diferencia? Que en la etapa lunar del yo-grupal no existía el “Yo”,
ahora el “Yo” debe concientemente ser un canal para el “Grupo” Humanidad. Es el
tiempo de la “Acción”.
Y cómo será esto? Será como sucede con las abejas...
El Fuego del hombre “maduro” produce la “miel” que alimenta al hombre-larva
hasta que la miel llene todo el huevo (colmena) de la Humanidad y se pueda
producir la primera migración, que no es en realidad la primera, pero sí lo es para
este ciclo, para esta quinta raza.
El hombre-abeja se transforma así en la misma miel (alimento), siendo a la
vez materia prima, obrero y obra.
La miel vendría a ser algo así como la “energía de acción” que el Verbo pone
en movimiento con su Voluntad. Pero los hombres, vehículos y resultados, son Uno
más allá del velo de la ilusión, en los planos sutiles.
Es la colmena (el huevo) llena de miel el Alma de la Humanidad ya iniciada.
El Hombre está en el Alma y el hombre (cada uno) puede expandir su
conciencia y ser concientemente el vehículo a través del cual el Alma se manifieste
singularmente, pero también puede lograr ser un canal para la manifestación del
Alma Grupal.
Así el hombre-canal-abeja entrega su vida, su existencia, para ser un vehículo
de manifestación de la Vida y se convierte en un Prometeo, que “roba” el Fuego de
los Dioses para alimentar a los hombres de barro (hombres-larva).
Somos seres espirituales teniendo una experiencia en la Tierra, pero esta es
una verdad que palpita silenciosa en el recinto dormido mientras desde el otro
extremo nos empecinamos en la creencia de ser seres físicos (humanos) teniendo
una experiencia Espiritual.
Luego de la iniciación a nivel de Humanidad, vendrá la migración a través del
huésped germinal... la semilla de la nueva vida, de la nueva colmena... Una nueva
mutación de la especie Humanidad, una y única que habiendo sido “iniciada” -y en
un paralelismo con el hombre- “al morir no morirá”.
Pero mientras el hombre se crea un ser humano intentando tener una
experiencia espiritual no habrá Verbo encarnando en la materia, su acción no nacerá
del mandato de la Voluntad Universal, es decir del Espíritu y su creación no estará
vivificada por la esencia del Alma porque no estará guiada por ésta.
Este Huevo es como un punto en el centro del círculo, pero cuando se
expande y su energía se libera más allá de sus propios límites, él llena todos los
espacios vacíos y traspasa la circunferencia... emigra.
Antes del amanecer... de la vida nueva.
La comprensión y experimentación de los Tercetos llevará a la iniciación del
Hombre como Humanidad. Se tensa el arco-útero para este nuevo nacimiento y el
silencio se transforma en Verbo, es decir pasa de la inactividad a la Acción
conciente, guiada por la Voluntad Universal.
En el primer grupo el hombre se auto-inicia y se convierte en un Creador con
Verbo.
Los segundos 11 Tercetos hablan de la etapa cúspide, del punto medio, pero
mientras la evolución sigue se comienza a gestar una nueva etapa. Esto ocurre en el
tercer grupo de Tercetos...
En este segundo grupo se anuncia una iniciación a nivel del Hombre como
Humanidad, por la Acción individual pero conjunta de los hombres abeja que llenan
la colmena con la miel que alimenta a los hombres larva. El ciclo está asegurado...
En el tercer grupo se anuncia el tiempo de la migración, el nuevo nacimiento.
Se prepara el advenimiento de la nueva colmena...
Los 33 son le mensaje y el medio, pero también son una advertencia.
Tercetos 12 al 22:
El segundo grupo de tercetos es según mi entender, el momento presente, lo
central del Lexis Novo, del nuevo Verbo, el Verbo de la Humanidad... Porque lo
recreado en los tercetos 1 a 11 es una clarificación del mensaje sobre el camino que
del hombre cuando comprende su destino. Entonces “La Rosa de Sal vence al
espejo y el Trébol domina la Tierra”. “Sic transit Gloria Mundi”.
Los hombres-larva viven en sus celdillas hexagonales (six stella) que no
alcanzan a percibir. Es la estrella de 6 puntas, los triángulos de oro y planta, etc.,
pero sólo perciben el cubo dentro de ellas, el cuaternario de la manifestación
(cuadruplex dono).
La miel es como el maná, alimento de los Dioses. Sólo que estos DiosesLarva
potenciales, aún duermen en un estado de existencia germinal. Los hombresabeja
producen la miel del accionar de su Alma y así mantienen el orden y alimentan
a las futuras obreras.
Y finaliza diciendo... “predice el Verbo, en la morada de los Dioses (colmenaHombre),
el siguiente en llegar a Ser.” El hombre-Dios (abeja) será el canal (Verbo)
de la manifestación del Hombre-Dios (Humanidad).
El Alma Grupal de la Humanidad será “el siguiente en llegar a Ser”, el
siguiente en llegar a la manifestación como una unidad, a través del canal de la
pluralidad que dejará de ser tal.
Si tratamos de explicar este “salto” evolutivo sobre el árbol de la Cábala,
podríamos hacerlo de la siguiente forma:
La Humanidad presente tiene planteado como desafío llegar al Cristo, a
Thipheret, al Sol, pero la revelación del Lexis Novo nos habla de un ir más allá.
Tal vez será en Daath, donde el Hombre vehiculiza el Viento Cósmico
(Universo estrellado). El centro, la unidad existencial del Ser ya no se representará
en su corazón sino en el centro de su cabeza.
Partiendo de la base de que las cadenas-rondas-razas que se van
sucediendo en la evolución del Universo se superponen en su transición y no
comienzan ni terminan abruptamente, es que comprendemos como la revelación de
esta futura ampliación del “horizonte” tiene por misión un efecto de arrastre hacia
“arriba” de la Humanidad como un todo, siendo los punteros los nuevos Hombresabeja,
las nuevas semillas. El mensaje de Lexis Novo ha sido en estos tiempos revelado a la Humanidad
en latín y ello no ha sido por casualidad.
Siendo éste un idioma muy rico en acepciones y significados permite infinidad
de traducciones a otros idiomas. Tantas, como osados hombres que se arriesguen a
sumergirse en la decodificación de su mensaje. Y tengan la certeza de que cada quien encontrará una “traducción” afín a su
tiempo y lugar en el Sendero; un mensaje que lo impulsará a ir un poco más allá...
siempre y cuando esté dispuesto a aceptar el desafío de vencerse a sí mismo.
Esta ha sido mi palabra…
Sea la vuestra, vuestra contribución a la Gran Obra!
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