lunes, 30 de mayo de 2016

¿Qué es Mindfulness?



Mindfulness significa mantener una conciencia plena del momento presente, sin más intención que vivir cada instante de nuestra vida de forma más libre, plena y hermosa.

Permanecer atento a la experiencia del ahora, de forma deliberada, sin empeñarnos en que este momento sea diferente, permite desarrollar una perspectiva más sabia, curativa y liberadora, mejorando nuestra relación con nosotros mismos, con los demás y con el mundo.

Morar cada instante en la conciencia nos ayuda a reconocer la fugacidad de nuestros pensamientos y nos permite vislumbrar que no son éstos los que deben establecer nuestra respuesta ante la vida.

“Atención plena” significa descansar en el instante presente sin emitir juicio alguno. Sin emitir juicio a los pensamientos, sin juzgar la atención, simplemente aceptando el momento tal cual es, con una actitud benévola hacia uno mismo y volviendo una y otra vez nuestra atención plena al maravilloso despliegue de nuestra vida.
Mindfulness: Atención Plena

El verdadero reto del mindfulness radica en aprender a impregnar de conciencia cada instante, ya sea bueno o malo, estableciendo una relación de cuidado y amor con lo que es, con lo que ha sido y con lo que será.

Mindfulness: Atención Plena

Mindfulness tiene sus raíces en la meditación budista, pero se ha integrado a la medicina y psicología occidental por medio del trabajo de Jon Kabat-Zinn, el creador del programa de reducción del estrés llamado Mindfulness-Based (MBSR).

Jon Kabat-Zinn señala que pesar de que la atención plena puede cultivarse a través de la meditación, no es ésa la única manera. “No se trata de mantener una posición de loto o fingir que eres una estatua del museo británico”, afirma. “Se trata de vivir tu vida como si realmente importara, momento a momento.”

Thich Nhat Hanh, otro de los autores sobre Mindfulness, cree que la meditación budista es una buena forma de aumentar la conciencia y despertar a la atención plena, ayudando a curar nuestras heridas, aprender a relacionarnos mejor con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea.

No obstante, sin importar el objeto en el que centremos la atención primaria, ya sea la respiración o la belleza circundante -los sonidos, aromas, o incluso la conciencia plena hacia todo lo que nos rodea- debemos tener en cuenta que el valor de la experiencia no es la atención hacia el objeto en sí, sino la calidad de la relación que existe entre nosotros y el objeto percibido, es decir, la conciencia.
Llevar el Mindfulness a la práctica

El cultivo del Mindfulness implica una motivación constante por volver al momento presente, evitando lo que interior o exteriormente nos desvía de nuestro objetivo.

Esta motivación debe ser disciplinada, también benévola y amorosa.

Disciplinada de una forma que nos permita, cada vez de forma más sencilla, llevar la claridad de conciencia a todo lo que ocurra en nuestra vida, por más que nuestra mente o los sucesos exteriores nos impulsen en sentido contrario.

Amorosa, basada en el principio budista de no- violencia, sin reprendernos por haber sido arrastrados por nuestros pensamientos o por no lograr un estado que creemos ideal. No hay un estado “ideal” en la práctica de mindfulness, sino volver una y otra vez a la atención plena, sin juicios.

Centrarnos en nuestra respiración es una forma muy adecuada para volver al momento presente, pues sólo en el instante presente respiramos; cuando el último aliento se aleja ya estamos presentes en el que se inicia, y podemos tener plena conciencia de este instante.

No obstante, como hemos señalado, no es el objeto de atención lo importante, sino la calidad de la atención.

Conviene recordar que, tanto para el principiante como para el que ha avanzado en la práctica del mindfulness, los momentos en los que los pensamientos y las emociones que generan vuelven a ocupar la conciencia alejándonos del momento presente son numerosos, pero sobre todo instructivos. Como hemos señalado debemos darle una bienvenida amorosa, amable e incondicional, pero manteniendo con ellos una relación más sabia, apreciando su carácter fugaz e imperdurable.

Conviene recordar, cada vez que vague nuestra conciencia en eventos futuros, forzándonos a crear historias sobre lo que será, podremos volver al momento presente enfocando nuestra atención plena en la respiración y recitando el Sutra del corazón:



“Ningún lugar donde ir, nada que hacer, nada que obtener”

sábado, 28 de mayo de 2016

Frases y pensamientos de Max Heindel

Frases y pensamientos de Max Heindel


Extraído de Rosacruces Acuarianos, publicado 
por Juan Marín Alcaraz, a quién agradecemos.

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viernes, 27 de mayo de 2016

Pensamientos de Max Heindel

Pensamientos de Max Heindel



Extraído de Yahoo Grupos  publicado 
por Juan Marín Alcaraz, que agradecemos.

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jueves, 26 de mayo de 2016

El Conde Cagliostro La Verdadera Historia



El Conde Cagliostro
La Verdadera Historia

  
Era originario de Palermo, Sicilia donde nació en el año 1743. Ocultista y médico, vivió en tiempos de Luís XVI. Curaba a los enfermos y acabó por ser condenado en prisión perpetua y finalizó sus días en las mazmorras del castillo de San León, en Urbino en el año 1795.
Una vez establecido en Paris, mantuvo una larga entrevista con el cardenal Rohan, a quien reveló con todo detalle sus conversiones con el pretor Poncio Pilatos, del cual se decía amigo íntimo.
Cagliostro (Un Maestro Rosacruz Masón)
En varias ocasiones, a lo largo de los estudios regulares de la Orden Rosacruz Masónica, se hace mención a que Cagliostro no solamente fue impulsor de un rito particular, conocido como el Rito Egipcio, sino que también fue un gran impulsor y renovador de la Masonería y el Rosacrucismo.
A él se debe, en gran parte, el desarrollo iniciático de la Orden Rosacruz actualmente, y a la disposición particular de los Templos en nuestras Logias.
El fue el que instituyó el uso del altar triangular, la Shekinah, en el centro de los Templos Rosacruces, tomando como modelo el del altar que el Conde de Saint Germain describe en su obra La Santísima Trinosofía.
Si bien el Conde de Saint Germain tenía un conocimiento muy preciso de la sabiduría y del simbolismo Rosacruz y Masón, que plasmó en la codificación de los Grados de las diferentes Cámaras de Instrucción, por medio de ciertas láminas simbólicas, que después fueron enriquecidas por otros adeptos, Cagliostro era eminentemente operativo, por lo que gran parte de lo enseñado por Saint Germain, que él también conocía por motivo de su alto estado de Iniciado Rosacruz, lo puso en práctica para que la técnica Rosacruz fuese más eficaz y adaptada a los tiempos que corrían.
Pero ahora, más que de la historia y de las innovaciones de Cagliostro, tema que es estudiado en uno de los Grados de la Orden Rosacruz, nos ocuparemos de su misión como Alto Iniciado, así como de su personalidad que, desgraciadamente, no solo no ha sido bien comprendida por los profanos, sino que ha sido vituperada sistemáticamente por mentes intolerantes y por instituciones sectarias interesadas en mantener sus privilegios, supuestamente espirituales, pero que están más directamente relacionados con el poder temporal.
Cagliostro, el Gran Maestro Cagliostro, nada tiene que ver con el personaje que describe Alejandro Dumas en su obra, Vida de Giuseppe Balsamo, ni con el personaje inventado por la Inquisición para desprestigiar al Gran Maestro Rosacruz.
Muchas personas que le había conocido y que incluso, en algunos momentos, fueron sus discípulos, cuando llegó el momento terrible del calvario del Maestro en manos de la Inquisición, dijeron, lo mismo que a Jesús le dijo la muchedumbre: "Donde están tus poderes, por qué no los utilizas para liberarte y para evitar tus sufrimientos" sin comprender que Cagliostro conocía la ley oculta y que se entregaba por completo a ella.
Se supone que Cagliostro fue hijo del Gran Maestre de la Orden de Malta, llamado Melo, y se sabe que su maestro fue el Rosacruz Althotas, el cual le inició y le introdujo en los Grandes Misterios, sirviéndole como introductor en la Iniciación Psíquica que Cagliostro tuvo en la Gran Pirámide de Egipto, en la que recibió su Iluminación.
Cagliostro viajó extensamente por toda Europa y por Oriente y por donde pasó siempre fue reconocido por su gran generosidad y elevado espíritu.
Cuando le preguntaron por qué derramaba tantas bendiciones sobre los seres humanos, a los que amaba por encima de todo, desprendiéndose de su conocimiento y riquezas en favor de ellos, curando a los enfermos, y asistiendo a los necesitados, Cagliostro respondió: "Siempre se debe avanzar, siempre se debe sembrar y dejar a los demás que recojan la cosecha".
Cagliostro, como Alto Iniciado que era, se consideraba un hermano con todos independientemente de que fuesen ricos o pobres, ilustrados o ignorantes, árabes o franceses porque según declaró: "No soy de ninguna época y de ningún lugar, y más allá del espacio y del tiempo, mi ser espiritual vive su eterna existencia. Si me sumerjo en mi pensamiento remontándome en el curso de las edades, si extiendo mi espíritu hacia un modo de existencia alejado de aquel que percibís, me convierto en aquel que deseo ser. Participando conscientemente del Ser Absoluto arreglo mi acción según el medio que me rodea. Mi nombre es aquel de mi función, pues soy libre; mi país, aquel donde fijo momentáneamente mis pasos. Poned fecha de ayer si lo deseáis, rehusando acordaros de años vividos por ancestros que os fueron extraños, o del mañana, por orgullo ilusorio de una grandeza que jamás será vuestra, yo soy aquel que Es".
Su generosidad era tal que fue capaz de, noche tras noche, en la época en que estuvo encarcelado en Francia por el asunto del collar de diamantes, al cual haremos referencia más tarde, salía de su celda y por un pasadizo secreto acudía a la llamada de aquellos que le necesitaban y a los cuales ayudaba y curaba ya que, por ser de condición humilde, nadie socorría. Cagliostro era un emisario de la Gran Hermandad Blanca y debía cumplir una misión de transformación en el seno de la sociedad de su época. El fue quien, dentro de las sociedades iniciáticas de su época, movió los hilos para que si el proceso de transformación no se producía naturalmente, lo hiciese de una manera enérgica.
Desgraciadamente aquellos que se encontraban en disposición, y que tenían el poder necesario, para permitir la transformación de la sociedad, es decir: los nobles y el clero, no se resignaron a perder sus privilegios compartiéndolos con el pueblo y ello dio lugar a la Revolución Francesa.
Cagliostro fue un Iniciado de primera magnitud y todas las Ordenes Iniciáticas de su época, así lo reconocieron dispensándole honores solo reservados a los más elevados. Fue iniciado en el Rito de Swedenborg, fue amigo de Martínez de Pasqually quien le introdujo en su Orden de los Caballeros Elegido Cohen, donde le dispensó el Grado más Alto, el Grado secreto de los Reau Croix. Colaboró con Willermotz, y con Louis Claude de Saint Martín, fue Gran Maestro del Rito Escocés, y Gran Maestro del Rito de los Filaletas, así como codificador y Gran Copto del Rito Egipcio.
Conoció y colaboró con el Conde de Saint Germain, que estaba encargado de preparar la transformación pacífica y natural de la sociedad y, al fracasar este, puso en marcha la fase operativa que habría de conducir al gran estremecimiento social que constituyó la Revolución Francesa.
Incluso se asegura que fue iniciador de un joven teniente, de origen corso, llamado Napoleón, que llegó a ser el emperador de Francia y agente activo de la exportación de las nuevas ideas por toda Europa y por todo el mundo occidental.
Su gran conocimiento, cultura, refinamiento, y encanto, le llevó a frecuentar los salones más distinguidos de Francia donde, al principio de su misión, despertó la envidia de algunos nobles quienes trataron de burlarse de él por medio de una farsa. Se cuenta que cuando estaba curando ante un auditorio de gente ilustre, se presentaron tres mendigos que le pidieron que les curara de la sordera, de la ceguera, y de un mal en la piel; Cagliostro accedió a ello y les dijo que podían salir de allí que estaban curados. Ante el estupor y la risa general, los supuestos mendigos se despojaron de sus harapos apareciendo ante todos como lo que eran, unos nobles, jóvenes ociosos, que querían "desenmascarar" a quien, para ellos, era un impostor.
Ante aquella burla Cagliostro declaró con voz solemne: "Recordad que lo que no habéis permitido que os diera, os lo puedo retirar", después de ello los jóvenes empezaron a gritar porque uno de ellos se había quedado sordo, el otro ciego, y el otro se retorcía de los picores en su piel. Cagliostro, siempre generoso, les perdonó y los jóvenes volvieron a la normalidad huyendo despavoridos. Desde entonces nadie se tomó a broma los poderes curativos de Cagliostro.
Su amistad con el Cardenal de Rouhan, quien había sido estafado haciéndosele creer que debía comprar un collar de diamantes para la reina María Antonieta de Francia, fue motivo para que se le involucrara en el llamado "asunto del collar" que constituyó un escándalo en aquella época y que, de alguna manera, precipito los acontecimientos que desembocaron en la Revolución Francesa. Cagliostro fue encarcelado y, aunque tuvo todas las oportunidades para escapar, permaneció en prisión en espera de juicio sabiendo que la justicia resplandecería al final, y convencido de que su misión entre los hombres aún no había terminado.
Se relatan muchos hechos curiosos del juicio a Cagliostro como que las actas de acusación se borraban a la vista de los acusadores que las leían y, en su magistral alocución de defensa, Cagliostro declaró, basándose en el ritual de Iniciación de la Orden Rosacruz Masónica: " Como el viento del Sur, como la brillante luz del Mediodía que caracteriza el pleno conocimiento de las cosas y la comunión activa con Dios, voy hacia el Norte, hacia la bruma y el frío, abandonando, por todas partes a mi paso una parcela de mi mismo, abandonándome, disminuyéndome en cada estación, más dejándoos un poco más de claridad, un poco más de calor, un poco más de fuerza, hasta que sea parado y fijado definitivamente el fin de mi carrera, en la hora en que la Rosa florezca sobre la Cruz. Yo soy Cagliostro".
Nunca se le perdonó que fuese un impulsor de la Luz, y le atacaron por su lado más débil que era el amor que tenía por su esposa, Lorenza Feliciani, quien, a pesar de su bondad, encanto, e ingenuidad, fue convencida por los miembros de la Inquisición haciéndole creer que su esposo era un representante del diablo, lo que le hizo flaquear sirviendo, de esta manera, a los sucios propósitos del Santo Oficio que despacharon correos por toda Europa con historias fantásticas, inventándose la figura de Giuseppe Balsamo, para desacreditar al Maestro.
Incomprensiblemente ante los ojos de los profanos, pero de acuerdo con una afirmación que había hecho anteriormente y que decía: "Un amor que me atraía hacia toda criatura de forma impulsiva, una irresistible ambición, un sentimiento profundo de mis derechos sobre los seres del cielo y de la tierra, me impulsaba y me arrojaba hacia la vida", Cagliostro viajó a Roma poniéndose así al alcance del brazo de la Inquisición.
Fundó un Logia en Roma, a la cual pertenecieron personas muy selectas; pero un traidor, un capuchino llamado Francesco de San Maurizio, quien era un espía y un agente del Santo oficio, le delató y proporcionó las pruebas, verdaderas o falsas, que permitieron su arresto y encarcelamiento.
Cagliostro sabía lo que le iba a acontecer, de hecho, el mismo se había metido en las fauces del lobo de manera deliberada, el sabía que el inmenso privilegio que le había sido concedido de servir a la Humanidad habría de pagarlo a un precio altísimo. La ley oculta establece que cuando una persona revela a los demás las cosas más sagradas y las leyes más elevadas del Universo, se hace responsable del uso que de ellas hagan sus alumnos y, para comprender con propiedad todo lo que él había enseñado, sin que fuese utilizado inadecuadamente, habría que tener la talla espiritual y la comprensión que poseía Cagliostro, alturas a las cuales no llegaban ninguno de sus alumnos.
Fue encarcelado y torturado en el Castillo de Santangelo, y llevado a juicio donde fue acusado, entre otras cosas por medio de una declaración arrancada bajo tortura a su esposa, de que adoraba al diablo y que blasfemaba del nombre del Señor.
Fue obligado, lo mismo que en la antigüedad lo habían sido el conde Raimundo VI de Tolosa, y el Gran Maestre de la Orden de los Templarios, Jacques de Molay, a presentarse con ropas de penitente ante la iglesia de Santa María, y adjurar de todos sus errores. Pero a pesar de su sufrimiento, de sus penitencias, de la tortura a la que fue sometido, Cagliostro no fue perdonado y se le encerró en la fortaleza de San Leo donde prácticamente fue enterrado en vida.
La Revolución Francesa ya había estallado y las tropas francesas que extendían por Europa los ideales de libertad, igualdad, fraternidad, se encontraban ya en Francia por lo que para evitar que Cagliostro fuese liberado, fue estrangulado en su celda el día 28 de agosto de 1.795.
Una leyenda dice que Cagliostro no murió, sino que el cadáver encontrado en su celda era el de un monje que iba a reconfortarle espiritualmente. Sea como sea, lo importante fue la obra que realizó y que perdurará a través de los siglos.
Quienes quisieron borrar su memoria ya están olvidados, pero él, Cagliostro, permanecerá en el recuerdo de muchísimas generaciones.
Recopilado por:
M.·.V.·.H.·. Laura R.·.Log.·."Dharma" Nº 7 Or.·.de Venezuela

Agradecemos al Sr César Lillo Arellano, por este aporte


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Cagliostro 
Film Completo, en italiano 
desde aquí:


Publicado el 28 abr. 2016
di Daniele Pettinari. Con Luigi Pistilli, Rosanna Schiaffino, Evelyn Stewart, Curd Jürgens. 105 min. - Italia 1975.

Il conte Alessandro di Cagliostro vaga per le corti d'Europa, insieme alla contessa Serafina. Introdotto da un monaco naturalista alle attività di guaritore attraverso le erbe e la telepatia, stupisce chiunque assista alle sue pratiche para-scientifiche. A Roma si fa amico papa Clemente XIII e guarisce un cardinale, futuro pontefice col nome di Pio VI. Ma la Curia vaticana non lo vede di buon occhio e trama per incastrarlo.

The mysterious Conte di Cagliostro holds supernatural powers he uses to heal the poor, but his activity is considered dangerous by the 18th century's establishment...




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