viernes, 30 de diciembre de 2011

Meditaciones de los Doce Días Santos



Meditaciones de los Doce Días Santos
LOS DOCE DÍAS SANTOS
          Ordinariamente, se cree que el 25 de diciembre, celebrado como la Navidad, concluye el festival espiritual de la estación solsticial del medio invierno. No es cierto. Sólo marca el comienzo o entrada en un período de profunda significación. Este período es el intervalo de doce días entre la Navidad y la Duodécima Noche, días que abarcan el corazón espiritual del año siguiente. Estos doce días han sido denominados, muy acertadamente, "el Santo de los Santos del año".
         Este trabajo ha sido proyectado para los estudiantes implicados en los Misterios Cristianos, con el fin de asistirles, colocándolos más en armonía con las doce fuerzas zodiacales liberadas sobre la tierra durante ese tiempo.
         Cada DIA Santo se halla bajo la directa supervisión de una de las doce Jerarquías Zodiacales, cada una de las cuales proyecta sobre el Planeta un prototipo de cómo será el mundo cuando el trabajo combinado de todas ellas se complete. Igualmente, los doce discípulos están correlacionados con estos Doce Días Santos, como lo están los doce centros espirituales a través de los que operan las doce fuerzas sobre el cuerpo-templo del hombre.
         El estudiante serio hará, por tanto, uso de este Período Sagrado, visualizando el perfecto trabajo de las Jerarquías a través de los centros internos de su cuerpo con los que aquéllas estén sincronizadas. Si tiene fe y persiste, año tras año, en este elevado empeño, no puede dejar de recibir la justa compensación en forma de gran desarrollo espiritual.
         Desde el tiempo del Solsticio de Invierno, cuando la luz de Cristo penetra en el corazón de la Tierra, el planeta es barrido por poderosas radiaciones solsticiales que continúan, aunque algo reducidas, a lo largo de los Doce Días Santos. Durante este tiempo, las actividades en los planos internos son muchas y maravillosas. La primitiva iglesia cristiana concluía su ministerio esotérico en la mística Noche Duodécima con el Rito del Bautismo, una de sus más elevadas Iniciaciones. Los neófitos modernos, que han obtenido Iluminación, saben que entonces es posible entrar en comunión con seres divinos y con el Señor de la Luz. Fue una experiencia tal la que inspiró el Evangelio de San Juan, frecuentemente conocido como "el Evangelio del Amor".
         En la oscuridad exterior de la era presente, el hombre ha perdido contacto, hace mucho tiempo, con la Luz de Cristo y con estos días de renovación espiritual. Mediante los dolores del alma, por los que está ahora pasando, está destinado a encontrarlos de nuevo y a convertirlos en una parte esencial de su vida diaria y de su consagración anual. Ojalá la presente obra sirva para tal fin.


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lunes, 19 de diciembre de 2011

Algunas frases celebres





Ver vídeo desde aquí: http://www.youtube.com/watch?v=5TzQsaYn-KM

La perfección no es mi meta, es mi punto de partida. John Fanemir

Tres personas pueden guardar un secreto si dos de ellas están muertas. Benjamín Franklin

Para ti soy ateo. Para Dios, la oposición. Woody Allen

Nos podran quitar la vida, pero jamas nos quitaran la libertad. William Wallace (BraveHeart)

Si supiese que es lo que estoy haciendo, no lo llamaría investigación, ¿verdad? Albert Einstein

Elige la mejor manera de vivir; la costumbre te la hará agradable. Pitágoras

De hombres es equivocarse; de locos persistir en el error. Marco Tulio Cicerón

Hay tres clases de mentiras: las mentiras, las malditas mentiras y las estadísticas. Mark Twain

El joven conoce las reglas, pero el viejo se sabe las excepciones. Sigmund Freud
Todo el mundo debe creer en algo, yo creo que voy a seguir bebiendo, discúlpenmme. Groucho Marx

Ser o no ser, esa es la cuestion. Shakespeare


Dios no juega a los dados. Einstein


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domingo, 11 de diciembre de 2011

SERAS UN HOMBRE, HIJO MIO


SERAS UN HOMBRE, HIJO MIO

ver vídeo desde aquí: http://www.youtube.com/watch?v=zfasr59oTcs


Queridos amigos:

Realmente estamos viviendo un tiempo de incertidumbre y caos, donde los valores humanos, la moral y la decencia pareciera que han perdido su vigencia.

Muy lejano quedó atrás el tiempo en que los hombres sellaban sus compromisos con un sagrado apretón de manos, lo que significaba sellar un convenio o un pacto, que difícilmente era violado, ya que imperaba una alta moral.

Lamentablemente hoy podemos ver como las palabras de los hombres tienen muy poco valor y por ello sufrimos un desengaño tras otro, que ciertamente nos agobian y nos hace pensar que la vida pareciera que es injusta, que Dios se hubiera olvidado de nosotros.

Más luego de recapacitar y meditar serenamente, llegamos a la conclusión de que no es tan así, ya que todos esos son sentimientos y sensaciones pasajeras y que nuestro bendito Padre Celestial, nunca nos abandona y siempre está junto a nosotros, aunque muchas veces no lo advirtamos.

A `propósito, esta mañana meditaba sobre estas cosas y acudió a mi mente ese hermoso poema titulado “SI” del gran escritor que fue Rudiard Kipling, que con tanta sabiduría lo escribiera y que con toda seguridad fue dedicado a la humanidad, para que se constituyera en un motivo de inspiración maravilloso.

A continuación lo transcribo para que lo recuerden:

“SI”

SI LA OBRA DE TU VIDA PUEDES VER DESTRUIDA Y

SIN DECIR PALABRA, VOLVER A COMENZARLA,

O PERDER DE UN GOLPE LA GANANCIA DE CIEN, SIN UN GESTO, NI UN SUSPIRO…

SI PUDIERAS SER AMANTE SIN ESTAR LOCO DE AMOR,

SI CONSIGUES SER FUERTE SIN CESAR DE SER TIERNO,

Y SABIENDOTE ODIADO, NO ODIAS A TU VEZ Y SIGUES LLUCHANDO PARA DEFENDERTE…

SI PUEDES ESCUCHAR TUS PALABRAS FALSEADAS POR LOS PICAROS,

PARA EXCITAR A LOS TONTOS Y OIR COMO SUS LENGUAS TE CALUMNIAN SIN QUE TU MISMO MIENTAS…

SI A LOS AMIGOS QUE HAS ELEGIDO AMAS COMO A HERMANOS,

Y A LOS HERMANOS QUE TE HAN TOCADO TRATAS COMO AMIGOS,

SIN QUE NINGUNO TE ABSORBA Y A TODOS CONSIDERES…

SI ADMITES DEL AMIGO LA POSIBLE PERDIDA

Y DEL SER QUERIDO EL POSIBLE FALLO, PERO LOS SIGUES AMANDO;

Y PORQUE LOS COMPRENDES, NO NECESITAS PERDONARLOS, PORQUE NO LOS CULPAS…

SI PUEDES SER DIGNO, AUNQUE SEAS POPULAR,

SI LA FRUSTRACIÓN DIARIA NO TE HACE DAÑO Y SU LECCIÓN APRENDES…

SI ALCANZAS EL TRIUNFO DESPUES DE LA DERROTA,

Y ACOGES CON IGUAL CALMA AMBAS MENTIRAS;

SI PUDES CONSERVAR TU VALOR Y TU CABEZA CUANDO LOS DEMAS LA PIERDAN

SI SABES MEDITAR, OBSERVAR, CONOCER, SIN LLEGAR A SER NUNCA DESTRUCTOR O ESCEPTICO;

SOÑAR, MAS NO DEJAR QUE EL SUEÑO TE DOMINE; PENSAR, SIN SER SOLO UN PENSADOR…

SI PUEDES SER SEVERO Y DOMINAR TU COLERA;

SI PUEDES SER AUDAZ SIN SER IMPRUDENTE;

SI CONSIGUES SER BUENO Y LLEGAR A SABIO, SIN IMPONER TU MORAL, NI SER PEDANTE…

SI LA VIDA CREES QUE MERECE VIVIRSE,

Y QUE LA HUMANIDAD VA HACIA UN MUNDO MEJOR;

SI LLENAS EL MINUTO MÁS IMPLACABLE,

DE SESENTA SEGUNDOS DE LUCHA…

SI AHORA QUE ME HAS LEIDO, NO TE AMILANAS,

VALORAS LA DIFICULTAD DE LA EMPRESA Y TE DISPONES A REALIZARLA TODOS LOS DÍAS,

CON HUMILDAD, CONSTANCIA, FE Y ESPERANZA…

ENTONCES LOS DIOSES, LOS REYES, LA SUERTE Y LA VICTORIA, SERAN TUS VASALLOS;

PERO MÁS QUE LA GLORIA Y LOS REYES, MÁS QUE LA TIERRA Y SU RIQUEZA:

“SERAS UN HOMBRE, HIJO MIO”

Y ESTO LO VALE TODO

MORIRAS IGUAL, MÁS VIVIRAS MEJOR,

Y EL AROMA DE TU BONDAD AHUYENTARA TU SOLEDAD,

PORQUE ESTARAS PLENO DE DIOS

. . . . . . . . . . . . . . . . .

Es realmente hermoso el tema y sinceramente creo que es muy digno de leerlo y meditarlo serenamente, por tratarse de ser un mensaje tanto para nosotros como para nuestros hijos y nietos.

Como siempre, reitero mi anhelo de recibir algún comentario que tengan a bien de formular.

Con el mejor afecto.

Raúl.-


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Gracias Raúl Sasia por el aporte, saludos afectuosos. Edgardo

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martes, 6 de diciembre de 2011

PLEGARIA POR EL ARBOL

PLEGARIA POR EL ARBOL

Constancio C. Vigil


Estimados amigos:

Hay un tema de palpitante actualidad, como es el de los árboles, que forman los bosques en el mundo, pero que lamentablemente ya quedan muy pocos, por la enorme deforestación existente con fines comerciales y como ocurre en nuestro país, por el tema de la soja, que proporciona tantas ganancias.

En realidad los gobiernos de todas las naciones, deberían implementar enseñanzas educativas con el objetivo de que los niños aprendan a respetar y amar a los árboles, que como sabemos, nos proporcionan la inapreciable fuente de vida, como es el oxígeno vivificante, así como los frutos que nos nutren, de hecho, en los países más adelantados, mucho se ha avanzado en ese sentido, pero que lamentablemente no ocurre lo mismo en nuestro país.

Es por ello que me ha parecido oportuno mostrarles esta plegaria de ese gran escritor argentino, que fue Constancio C. Vigil, quien fundara la revista “Billiken” que leíamos con tanto interés cuando éramos niños y este tema que ahora les propongo, ha sido extraído de su libro “El Erial”. Que lo disfruten.

“El árbol purifica y fecundiza, no solo el aire y la tierra, nuestro corazón también. Apóstol silencioso, nos predica el bien, prodigándolo a cuantos se le acercan. Basta mirarlo para sentir su dulzura; basta tocarlo, para sentir su paz. El siempre está aconsejándonos. Los malhechores tiemblan al oírlo de noche, como si murmurara. Tiemblan porque no oyen lo que dice y temen amenazas como las del hombre. Si entendiesen serían buenos. La armonía y la bondad fluyen de cada una de sus hojas, como de libro santo.

El ombú es la historia de la patria vieja y la palmera la del indio. Además de filósofo, historiador y poeta, él árbol es profeta. Contad los árboles de una nación y leeréis su porvenir. Nada grande hay que esperar de los países sin abundancia de árboles. Felices, fuertes y triunfadores son los pueblos que surgen en medio de los árboles y gozan de la caricia de su sombra y de la terapéutica de su fruto. ¿Sabéis de donde viene, sino de sus bosques, esta fragancia virginal de América que con fruición aspira el mundo?

Ay de América si sus bosques desaparecen. En ellos está el secreto de su vitalidad exuberante, en ellos nace el soplo soberano que nos empuja al porvenir. Amar el árbol es comprender la vida. Salió de debajo de la tierra para mirar el Sol y compadecido de los pájaros, abrió los brazos para protegerlos y compadecido de los hombres les da cuanto posee.

Recibe cada mirada como una caricia y cada gota de agua como un tesoro. Trasunto del Universo, por su serenidad, belleza y armonía. Sabio que enseña en silencio, santo que con cada mano pide al cielo la bienaventuranza universal, artesano y artista que trabaja día y noche para convertirse todo él en una plegaria que asciende al Cielo”.-

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Enviado por nuestro amigo Raúl Sasia, a quien saludamos y agradecemos.

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PLEGARIA POR EL ARBOL

PLEGARIA POR EL ARBOL

Constancio C. Vigil


Estimados amigos:

Hay un tema de palpitante actualidad, como es el de los árboles, que forman los bosques en el mundo, pero que lamentablemente ya quedan muy pocos, por la enorme deforestación existente con fines comerciales y como ocurre en nuestro país, por el tema de la soja, que proporciona tantas ganancias.

En realidad los gobiernos de todas las naciones, deberían implementar enseñanzas educativas con el objetivo de que los niños aprendan a respetar y amar a los árboles, que como sabemos, nos proporcionan la inapreciable fuente de vida, como es el oxígeno vivificante, así como los frutos que nos nutren, de hecho, en los países más adelantados, mucho se ha avanzado en ese sentido, pero que lamentablemente no ocurre lo mismo en nuestro país.

Es por ello que me ha parecido oportuno mostrarles esta plegaria de ese gran escritor argentino, que fue Constancio C. Vigil, quien fundara la revista “Billiken” que leíamos con tanto interés cuando éramos niños y este tema que ahora les propongo, ha sido extraído de su libro “El Erial”. Que lo disfruten.

“El árbol purifica y fecundiza, no solo el aire y la tierra, nuestro corazón también. Apóstol silencioso, nos predica el bien, prodigándolo a cuantos se le acercan. Basta mirarlo para sentir su dulzura; basta tocarlo, para sentir su paz. El siempre está aconsejándonos. Los malhechores tiemblan al oírlo de noche, como si murmurara. Tiemblan porque no oyen lo que dice y temen amenazas como las del hombre. Si entendiesen serían buenos. La armonía y la bondad fluyen de cada una de sus hojas, como de libro santo.

El ombú es la historia de la patria vieja y la palmera la del indio. Además de filósofo, historiador y poeta, él árbol es profeta. Contad los árboles de una nación y leeréis su porvenir. Nada grande hay que esperar de los países sin abundancia de árboles. Felices, fuertes y triunfadores son los pueblos que surgen en medio de los árboles y gozan de la caricia de su sombra y de la terapéutica de su fruto. ¿Sabéis de donde viene, sino de sus bosques, esta fragancia virginal de América que con fruición aspira el mundo?

Ay de América si sus bosques desaparecen. En ellos está el secreto de su vitalidad exuberante, en ellos nace el soplo soberano que nos empuja al porvenir. Amar el árbol es comprender la vida. Salió de debajo de la tierra para mirar el Sol y compadecido de los pájaros, abrió los brazos para protegerlos y compadecido de los hombres les da cuanto posee.

Recibe cada mirada como una caricia y cada gota de agua como un tesoro. Trasunto del Universo, por su serenidad, belleza y armonía. Sabio que enseña en silencio, santo que con cada mano pide al cielo la bienaventuranza universal, artesano y artista que trabaja día y noche para convertirse todo él en una plegaria que asciende al Cielo”.-

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Enviado por nuestro amigo Raúl Sasia, a quien saludamos y agradecemos.

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sábado, 3 de diciembre de 2011

Orígenes Rosacruces



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ORIGENES ROSACRUCES - ROSACRUZ TELEVISION



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Con este vídeo publicado por la Orden Rosacruz, saludo a todos, deseándoles un buen fin de semana.

Afectuosamente, Edgardo.

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Jorge Luis Borges parte de:La rosa profunda

Jorge Luis Borges

parte de: La rosa profunda (1975)



Yo

La CALAVERA, el corazón secreto,
los caminos de sangre que no veo,
los túneles del sueño, ese Proteo,
las vísceras, la nuca el esqueleto.

Soy esas cosas. Increíblemente
soy también la memoria de una espada
y la de un solitario sol poniente
que se dispersa en oro, en sombra, en nada.

Soy el que ve las proas desde el puerto;
soy los contados libros, los contados
grabados por el tiempo fatigados;
soy el que envidia a los que ya se han muerto.

Más raro es ser el hombre que entrelaza
palabras en un cuarto de una casa.

Cosmogonía

Ni TINIEBLA ni caos.

La tiniebla requiere ojos que ven,

como el sonido y el silencio requieren el oído,
y el espejo, la forma que lo puebla.

Ni el espacio ni el tiempo.

ni siquiera una divinidad que premedita
el silencio anterior a la primera
noche del tiempo, que será infinita.

El gran río de Heráclito el Oscuro
su irrevocable curso no ha emprendido,
que del pasado fluye hacia el futuro,
que del olvido fluye hacia el olvido.

Algo que ya padece. Algo que implora.

Después la historia universal. Ahora.

El sueño

Si el sueño fuera (como dicen) una
tregua, un puro reposo de la mente,
¿por qué, si te despiertan bruscamente,
sientes que te han robado una fortuna?

¿Por qué es tan triste madrugar? La hora
nos despoja de un don inconcebible,
tan íntimo que sólo es traducible
en un sopor que la vigilia dora

de sueños, que bien pueden ser reflejos
truncos de los tesoros de la sombra,
de un orbe intemporal que no se nombra

y que el día deforma en sus espejos.
¿Quién serás esta noche en el oscuro
sueño, del otro lado de su muro?


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de: http://sololiteratura.com/bor/borlarosaprofunda.htm


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¿DIFICULTADES?


¿DIFICULTADES?

De tiempo en tiempo han llegado al Centro de Córdoba algunos amigos manifestando que luego de pertenecer como miembros activos de la Fraternidad Rosacruz, comenzaron sus dificultades de toda índole como perdida de la salud, crisis financiera, dificultades en sus trabajos, etc.

Personalmente tuve que afrontar un serio problema de salud, al poco tiempo de haber comenzado a recorrer este sendero, por lo que fui sometido a severas críticas de mis familiares, amigos y compañeros de trabajo, señalando que todo mi problema se debía al hecho de haber dejado la alimentación carnívora y también por pertenecer a un movimiento como el nuestro

Muy dura fue la experiencia, pero felizmente la pude superar, gracias a Dios.

También hubo quienes manifestaran, al enterarse de que un amigo Probacionista estaba enfermo, de que ¿Cómo era posible que alguien perteneciente a la Fraternidad se enfermara? Esto equivaldría a pensar que por ser miembros activos, la Fraternidad nos inmunizara contra toda enfermedad o poco más o menos. Algo que se aparta de toda lógica.

Bien para aclarar el tema, creo que nada mejor que hacerles llegar un extracto de la carta Nº 72, del libro de Max Heindel:

CARTAS A LOS ESTUDIANTES y que lleva por título:

LA RAZON DE LAS PRUEBAS Y CONTRARIEDADES QUE AFLIGEN AL ESTUDIANTE OCULTISTA, y dice así:

“A intervalos recibimos escritos de los estudiantes quejándose de que, desde que han emprendido los estudios superiores, procurando vivir en consonancia con ellos, todos los asuntos parecen salirles mal. Algunos de ellos tropiezan con una oposición fija en sus hogares, otros se perjudican en sus negocios y hasta hay algunos cuya salud decae. Teniendo en cuenta que hay muchos estudiantes que han sido así probados, nos parece prudente explicar la razón de esta condición.

En primer lugar, el alma que aspira debe considerar que los acontecimientos adversos ocurren por su bien, de conformidad con una ley de la naturaleza firmemente establecida y con la cual Dios trata de ayudar al alma en su búsqueda. Las pruebas son un signo de progreso y una causa de inmenso regocijo. He aquí como acciona la ley: Durante todas nuestras existencias anteriores hemos anudado lazos y contraído deudas bajo la ley de Causación. Estas deudas aumentan a medida que continuamos viviendo las existencias egoístas generalizadas a la ventura, pudiéndose comparar cada una de estas deudas a una gota de vinagre. Cuando el punto turnante llega y cesamos de hacer vinagre, la ley de la justicia requiere que tomemos nuestra medicina. Pero podemos optar por tomarla en grandes dosis y acabar pronto con ella o en pequeños sorbos, prolongándola en numerosas existencias. Esta elección, sin embargo, no se hace por medio de palabras sino de actos. Si emprendemos el trabajo de nuestro propio progreso con entusiasmo, si cortamos nuestros vicios de raíz y vivimos la vida que profesamos, los Grandes Seres que conocemos como Ángeles del Destino, nos dan una mayor dosis de vinagre de la que nos darían si únicamente charláramos, con más o menos énfasis, de las excelsitudes de la vida superior. Y obran así para ayudarnos en el camino de la liberación de los lazos anudados por nosotros y no con la idea de lastimarnos ni de obstaculizar nuestra marcha.

Estos hechos han de hacernos comprender la exhortación de Cristo, de regocijarnos cuando seamos escarnecidos y acusados falsamente por El. Los chiquillos pasan ante un árbol estéril indiferentemente, pero si el árbol está cargado de frutos inmediatamente les arrojan piedras para despojarlo. Lo mismo ocurre con los hombres. Mientras seguimos a la muchedumbre y nos conducimos como los demás no somos molestados en nada, pero así que hacemos lo que los demás en su interior saben que es bueno, nos transformamos en un reproche viviente para ellos, aunque nunca nos permitamos la menor censura y con el objeto de justificarse a sus propios ojos, comienzan a encontrar faltas y defectos en nosotros. Bajo este punto de vista, aquellos que más cerca están asociados a nosotros en el hogar o en el trabajo, son más agudos y mordaces que los extraños con quienes no tenemos relación alguna. Pero sea lo que sea la causa de estos pesares, de ellos debemos congratularnos, puesto que muestran que algo, efectivamente progresivo, estamos haciendo, así es que debemos proseguir sin desmayo y con persistente celo.”

Bien amigos, espero que les sean de utilidad estos consejos que nos brinda Max Heindel con respecto a este tema de tanta actualidad.

Como siempre quedo a vuestra disposición para aclarar todo lo que sea necesario y por cierto también esperando vuestras opiniones y comentarios.

Con el afecto de siempre.

Raúl.-

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Gracias Raúl, por tan importante aporte, saludos afectivos Edgardo.

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sábado, 26 de noviembre de 2011

Poemas - Sonetos de William Shakespeare en español (2)


Poemas - Sonetos de William Shakespeare en español (2)

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Derrochador de encanto,
¿por qué gastas
en ti mismo tu herencia de hermosura?
Naturaleza presta y no regala,
y, generosa, presta al generoso.
Luego, bello egoísta, ¿por qué abusas
de lo que se te dio para que dieras?
Avaro sin provecho, ¿por qué empleas
suma tan grande, si vivir no logras?

Al comerciar así sólo contigo,
defraudas de ti mismo a lo más dulce.
Cuando te llamen a partir,
¿qué saldo podrás dejar que sea tolerable?

Tu belleza sin uso irá a la tumba;
usada, hubiera sido tu albacea.


*



Las horas que gentiles compusieron
tal visión para encanto de los ojos,
sus tiranos serán cuando destruyan
una belleza de suprema gracia:
porque el tiempo incansable, en torvo invierno,
muda al verano que en su seno arruina;
la savia hiela y el follaje esparce
y a la hermosura agosta entre la nieve.

Si no quedara la estival esencia,
en muros de cristal cautivo líquido,
la belleza y su fruto morirían
sin dejar ni el recuerdo de su forma.

Mas la flor destilada, hasta en invierno,
su ornato pierde y en perfume vive.

*



Mira por el Oriente, cuando la luz graciosa,
arde y brilla en su testa. Ante esto los ojos,
rinden sus homenajes a la visión reciente,
loando con miradas, su majestad sagrada.

Y cuando ya ha escalado, la cima celestial,
muestra su juventud y edad adolescente.
Aún la mortal mirada, adora su belleza,
siguiendo su rodado, caminar de romero.

Mas al llegar al cenit, con su cansado carro,
como un viejo achacoso, del día se retira.
Los ojos más devotos, desvían su mirada
de su cálido rumbo y miran a otra parte.

Así, cuando te alejes de ti en tu mediodía,
nadie querrá mirarte, si no has tenido un hijo.

*
trad. Ramón García González

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jueves, 24 de noviembre de 2011

EL SENDERO DEL SERVICIO



EL SENDERO DEL
SERVICIO
(The Way of Service)

George S. Arundale


PREFACIO

En este librito se encuentran algunas indicaciones sobre el mejor modo de servir:
indicaciones que he recogido de mis superiores y de la propia experiencia. He tratado
siempre de seguirlas, a veces con éxito, las más, sin ninguno. Pero siento en el fondo
de mi alma que son verdaderas; y doy gracias por habérseme permitido compartirlas
con otros que, como yo, se dedican a servir.
G.S.A.


EL SENDERO DEL SERVICIO


Si quieres que tu servicio sea útil a los demás, sin perjuicio para tí mismo, procura que
te guíen en tu camino estos tres preceptos:

1.— Que tu mayor alegría sea hollar el sendero del servicio.

2.— Que te reconozcas como agente de una fuerza más poderosa que la tuya, que al
penetrar en tí te infunde el poder de servir.

3.— Que veas en los demás la misma Naturaleza Divina que en tí mismo.

Ten presente que todo lo que puedas decir o pensar de otro es probable que haya sido
dicho o pensado de tí.

Cuando se te haya ofendido de cualquier manera, recuerda que el que ofende siempre
sufre más que la persona ofendida.

Procura que la fuerza de tu afecto hacia otro no perturbe tu equilibrio o el suyo. Tu
servicio debe fortificarle y no debilitarle.

No sientas envidia por la capacidad de auxiliar que otro tenga. Más bien debes
alegrarte de que tal poder exista para ayuda de aquellos a quienes el tuyo no alcanza.

Acuérdate de que nadie puede servir realmente si no ha llegado a adquirir el dominio
de sí mismo.

Al dar, no sólo no debes exigir que tu protegido guarde para sí el don que le has hecho,
sino que debes regocijarte si esa dádiva contribuye a que otro sea feliz.

Cuando vayas en ayuda de alguien, procura identificarte con el ideal de quien ha
recibido el poder de servir. De este modo realizarás tu ideal y, al mismo tiempo, tu
ayuda será más efectiva.

No busques el fruto de tu servicio y no te entristezcas si aquél a quien has ayudado no
pronuncia ni una palabra de agradecimiento. Sirves al alma y no al cuerpo; y aunque
los labios permanezcan mudos, siempre te será dado percibir la gratitud del alma.

Uno de los actos de servicio más escasos, consiste en abstenerse de juzgar a una
persona antes de haberla oído.

Nunca reclames el afecto de los que amas. Si tu amor hacia ellos es sincero, tarde o
temprano penetrará en sus corazones, y la respuesta no se hará esperar. Y si fuera
pasajero, es preferible que les evites el dolor de que un día lleguen a saber que tu amor
se ha desvanecido.

La mejor manera de servir consiste en aligerar el fardo, no en suprimirlo.

Ayudarás mejor a los demás, si te compenetras con su propio ideal. Es por lo que
tienen de más noble en sí mismos que se les puede servir mejor. Hay tantas maneras
de servir, como personas en el mundo a quienes ayudar.

Los que creen que no están en situación de prestar servicio, olvidan a menudo la
existencia de los seres inferiores de la creación, como las plantas y los animales.

Muchos que no tienen tiempo de prestar un servicio, se las arreglan en una forma y
otra para tener ocasión de recibirlo.

Nuestras enfermedades nos ayudan a comprender que los actos de servicio consisten
tanto en la actitud del espíritu como en la actividad del cuerpo.

Mientras menos piense una persona en sí misma, más trabajará realmente en su
propio desarrollo. Cada pequeño acto de servicio convierte a su autor en un creciente
poder para servir.

Si una persona rechaza el modo como tratas de servirla, procura encontrar otra forma;
ya que tu deseo es servirla, y no imponerle tu manera de hacer.

El mérito de la jornada se mide por el de la acción que se ha cumplido.

No temas ofrecer tu ayuda a quien la necesita, le conozcas o no. Su desamparo le
hace hermano tuyo. Y tu timidez sería una forma de orgullo que le privaría de consuelo
en su dolor.

Los mejores discípulos de los más grandes conductores son los mejores jefes para
aquellos que saben menos que ellos: ya que sólo puede mandar sabiamente el que ha
aprendido a obedecer.

El mejor modo de persuadir a una persona para que siga un buen consejo, consiste en
practicar uno mismo aquello que se aconseja.

Si deseas que se crea en tus buenas intenciones, debes dar crédito a las de los demás.

Nadie puede sentirse insultado, a menos que se coloque a la altura del insulto. Pues la
ofensa sólo afecta a la naturaleza inferior, y jamás puede alcanzar a la superior.

Si llegas a creerte mejor que los demás por el hecho de que estás aprendiendo a
servir, y porque te parece que ellos no siguen el mismo camino... desde ese mismo
instante dejas de servir.

El verdadero servicio consiste en hacer partícipes a los demás de nuestra vida interior,
no en colocarnos frente a ellos, ya sea directa o indirectamente, como ejemplo que
deban seguir.

Una persona puede pedirte que le ayudes de diversas maneras. Pero tu mejor ayuda
será darle aquello que necesita y no lo que pueda desear. Y aunque la forma que tu
servicio revista parezca disgustarlo, trata sin embargo, que sea aceptado con agrado.

Es preferible hacer primero y hablar después. Pero, en general, lo mejor es actuar y
guardar silencio.

No te digas: “Hoy he ayudado bastante”. En cambio, piensa si no podías haber hecho
más, y sobre lo poco que en realidad has hecho para disminuir la mucha miseria y
sufrimiento que existen en el mundo.

El que está dispuesto a consagrarse al servicio, debe prepararse a abandonar todo lo
que tiene, por la prioridad de servir.

La aptitud de alguien para el servicio, sólo puede ser juzgada por la manera cómo se
conduce en la vida diaria de familia; y no por los libros que escriba, la reputación que
goza, sus discursos o actos públicos. Las grandes acciones, fácilmente conocidas, no
constituyen la grandeza del hombre, sino los pequeños actos cotidianos en que se
olvida de sí mismo, y en los cuales nadie, por lo general, pone atención.

Dar a alguien la ayuda que en realidad corresponde a otro, no es verdadero servicio.

De los muchos que están listos para servir, la mayoría emplea diferentes medios,
menos el conveniente. Descuidan a los que deberían ayudar, por aquellos a quienes
desean servir.

No hay nadie en el mundo que no tenga necesidad de alguna cosa; ni tampoco
persona alguna que no esté en condiciones de dar algo.

Cuando trates de ayudar a alguien, no te impacientes por sus debilidades. Estas son
las que te permiten el privilegio de servirle; pues de lo contrario no tendría necesidad
de tu ayuda.

Así como no hay dolor que no envuelva la promesa de un goce futuro, tampoco hay
flaqueza que no deba transformarse algún día en una noble cualidad.

Cuando ayudes a otro, no olvides que la energía que él pone al servicio de un defecto
puede convertirse, gracias a tu ayuda, en energía que habrá de utilizar para manifestar
una virtud. No podrás cambiar la energía en sí; pero trata de cambiar su forma y
dirección.

La débil ayuda que puedes prestar ya, con tus recursos actuales, tiene más valor que el
eficaz auxilio que imaginas podrías prestar si esos recursos fueran mayores.

Nuestro deber es ayudar siempre a los demás, y rara vez juzgar sus actos.

Si deseas poner a prueba tu progreso espiritual, trata de ver si descuidas menos
ocasiones de servir que antes.

Cuando criticas la forma de servir de otro, olvidas quizás que él ayuda a quienes tú no
podrías auxiliar con tu manera de servir.

El mejor servicio que puedes hacerle a otro, es manifestar en tu propio carácter las
cualidades que a él le falten.

La manera de poner a prueba el valor de tu servicio cotidiano, en relación con el de los
demás, consiste en observar si, día a día, te sientes más tranquilo, más contento, más
feliz y más tolerante.

El mundo reclama de cada cual, su mejor esfuerzo en bien del servicio; pero jamás se
pretenda realizar también el deber que a otro corresponda. Cuando has hecho todo lo
que puedes, has hecho todo lo que debes.

El hecho de que alguien rechace tu oferta de servirle, no debe ser excusa para que no
le ofrezcas ulterior ayuda. Quien rehusa aceptar servicios descubrirá, a su tiempo, que
es el que tiene más necesidad de ellos.

Procura no rechazar un servicio que te ofrezca espontáneamente un corazón amante;
pues tanto se sirve al aceptar servicios como al darlos.

Cuando hayas servido tan eficazmente como te ha sido posible y de todo corazón, no
te afanes por los resultados; pues la fuerza y pureza de tu servicio atraen sobre tí las
bendiciones de aquél a quien sirves.

El verdadero perdón consiste en el esfuerzo que hace un corazón amante, a fin de
ayudar a vencer la debilidad por la cual se nos ha pedido perdón.

Mientras más borroso sea tu ambiente, mayor es la necesidad de que lo embellezcas
con actos de servicio.

Un servicio prestado con amor, aunque sin discernimiento no puede, en definitiva,
hacer mal a la persona a quien se trata de servir. El poder del amor protegerá a esa
persona del daño que podría causar la imprudencia del que sirve.

No temas proclamar el origen de tu propia inspiración para servir; pues dar a conocer la
fuente de tu felicidad es una de las más bellas ofrendas que puedes brindar al mundo.

Una persona que no es verdaderamente feliz no puede servir realmente.

No creas que sólo sirven aquellos actos de servicio que pueden verse. Los más
grandes servicios son los que nadie ve.

Todo servicio que con amor y desinterés hagas a otro, es un ángel guardián que creas
y colocas a su lado para estimularlo y protegerlo. Mientras más amor pongas en tu
servicio, con más vida dotarás al ángel guardián; el cual, por lo tanto, habrá de
protegerlo y estimularlo durante un tiempo más prolongado.

Al dejar para mañana un acto de servicio, has perdido quizás una ocasión de ayudar. El
servicio oportuno que hoy día no se cumple, tal vez mañana sea innecesario.

El juicio que hagan los demás sobre tus actos de servicio, tiene infinitamente menos
importancia que el juicio de tu propio corazón.

Cuando sufras, procura recordar que estás adquiriendo un poder siempre creciente de
simpatizar con los sufrimientos de los demás. Porque después que hayas sufrido cierto
dolor, podrás comprender mejor, al menos en la medida que tú lo soportaste, el
sufrimiento que a los otros ha producido un dolor semejante al tuyo.

Uno de los deberes que más se descuida, consiste en escuchar, con silencio y
cortesía, a la persona que viene a vernos. Pues, por el sólo hecho de escuchar con
interés lo que ella tiene que decirnos, ya le hemos prestado la mitad del servicio.

Muchas personas desean y se creen capaces de servir en un lugar determinado... pero
no todos querrían servir en cualquier parte.

La belleza de tu día depende tanto de la irradiación de un acto de servicio, como del
brillo del sol.

Hay dos aspectos de la unidad que los que quieren servir deben comprender: el
aspecto dolor y el aspecto alegría. El uno enseña una lucha común de la que todos
tienen que participar; en tanto que el otro proclama un fin común hacia el cual todos
tienen que dirigirse.

Así como se encuentran hermosas flores en los más áridos lugares, también el más
hermoso servicio es el que se presta en momento oportuno y donde hay mayor
necesidad.

Igual como una lucecita ilumina la oscuridad del ambiente, un pequeño acto de servicio
irradia su benéfica influencia en medio del egoísmo que nos rodea.

La recompensa más ideal que podemos alcanzar por nuestro servicio, es el
acrecentamiento de nuestra potencia de amar, y por consiguiente, de servir.

El servicio en el mundo físico es la acción; la simpatía en el mundo emocional, y la
comprensión en el mental.

Si donde actualmente estás eres incapaz de descubrir ocasiones de servir, más
incapaz serías allí donde quisieras estar.

Los actos de servicio más verdaderos, son los que hacemos instintivamente.

La mejor llave para abrir cada día, desde el amanecer, la puerta de la felicidad, es
cualquier acto de servicio hecho con fervor y amante corazón.

El servicio es la expresión de una cualidad en armonía con tu deber, de acuerdo al
ambiente que te rodea. Por ejemplo, ante los más avanzados que tú en sabiduría, la
mejor expresión de amor es la reverencia; ante los que saben menos, es la protección.

Muy egoísta e infortunado es aquel que, recibiendo numerosos servicios, no ofrece
ninguno en retorno.

Lo mismo que la misericordia, el servicio es dos veces bendito: bendice el que da y el
que recibe.

El conocimiento del Yo interno se adquiere por el servicio del yo externo.

Hay algunos que no prestan servicios a menos que encuentren muestras de
aprobación en su ambiente. En cambio, a otros los impulsa a servir la necesidad de los
que les rodean.

Adorar a Dios, consiste en ser útil a sus mundos.

Si eres capaz de reconocer tus faltas, los demás reconocerán con agrado tus virtudes.

Si comienzas a sentirte orgulloso de tu influencia sobre otros, observa qué parte se
debe a tu posición y qué otra a tu carácter. Pues toda persona, por el hecho de
encontrarse en situación destacada, ejerce una influencia especial sobre los demás.

Así como hay amigos de las horas felices, también hay servidores de los días
hermosos.

Estudia tu corazón, a fin de discernir si hay parte de egoísmo en tu deseo de servir.

Los actos de servicio de la mayoría, tienen su origen en la costumbre; los nuestros
deben tenerlo en el amor.

Uno de los signos más ciertos de un afecto leal y puro, consiste en poder pedir un favor
a un amigo que comprenda el verdadero alcance de nuestra solicitud.

La gente que se imagina que debe ser mejor tratada por los demás, es por lo general,
la misma que debiera tratar mejor a su prójimo.

Dios registra todos los actos de servicio; los hombres sólo anotan los que pueden
comprender y aprobar.

No hables de otros como no quisieras que ellos lo hicieran de tí.

El único conocimiento que tiene valor, es el que nos acerca a nuestros hermanos en
humanidad.

Tú no sabes más que los demás, a menos que los ames y, por consiguiente, que sirvas
mejor que ellos.

A veces nos es difícil comprender que el hombre que carece de amigos tenga más
necesidad de nuestro afecto que el que tiene muchos. Si no ha podido hacerse de
amigos, es justamente un motivo más para que nosotros le consideremos como a tal.

Los que verdaderamente saben, no pueden enorgullecerse de su ciencia, pues saben
también cuánto ignoran.

Siempre que estés entre extraños, procura más bien merecer su benevolencia, que no
impresionarlos con tu importancia personal.

Antes de criticar las faltas ajenas, imagina haberlas cometido.

Jamás debes favorecer a alguien, a expensas del deber.

Vale más que procures adaptarte a tu trabajo, que lamentarte de que ese trabajo no te
conviene.

La verdadera meditación da como resultado un creciente poder de servir, unido al
hecho de que nos dejamos absorber menos por nuestro progreso personal.

Los que están descontentos por la manera como se les reconocen sus servicios, no
han aprendido todavía el verdadero servicio.

En los períodos difíciles de la vida, una simpatía silenciosa tiene generalmente más
valor que una actividad inconsciente.

Cuando por tu situación tengas autoridad sobre alguien, recuerda que si por ella
puedes ganar alabanzas, sólo por tus cualidades podrás conquistas su amor.

La verdadera devoción es la que se consagra a servir, y no la que busca en qué
apoyarse.

Cada momento del día es tiempo oportuno para servir. Y aunque no siempre hay
oportunidad para hacer una buena acción, siempre se puede, por lo menos, adoptar
una actitud benévola.
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del libro EL SENDERO DEL SERVICIO
(The Way of Service)
George S. Arundale

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