sábado, 25 de octubre de 2014

Aspiración espiritual - los primeros pasos


ASPIRACIÓN ESPIRITUAL
LOS PRIMEROS PASOS

La definición del verbo “aspirar” incorpora las ideas de ansia y anhelo. Por lo tanto podemos decir que el aspirante espiritual es una persona que anhela y desea ansiosamente alcanzar las metas espirituales. Por definición el verdadero aspirante espiritual no puede ser indiferente o tibio en cuanto al  deseo o el esfuerzo. A menos de que persiga sus objetivos espirituales 
entusiásticamente, a despecho de los reveses y obstáculos, no esta aspirando en el verdadero sentido de la palabra. 

(Continuando, el término “aspirante” se referirá exclusivamente al 
aspirante espiritual y el pronombre “el” es usado por conveniencia, 
denotando aspirantes tanto masculinos como femeninos.) 
La humanidad, de un modo general, evoluciona esencialmente por medio de un lento y automático método de ensayo. El aspirante, por contraste, trabaja conscientemente para alcanzar sus fines por medio de métodos bien definidos y de acuerdo con su constitución individual. Las notas claves del aspirante son persistencia y esfuerzo. A menos que trabaje, continua e ininterrumpidamente, para llevar a cabo sus deberes y sus ejercicios, no
puede alcanzar su destino espiritual. 

El principal deber del aspirante espiritual es desarrollar su cuerpo anímico, y a menos que haga primero esto, cualquier tentativa de entrar en los mundos invisibles producirá solo desastre. Ningún ser o fuente externa puede darle entrada segura o permanente a los reinos espirituales. Sólo el aspirante mismo puede hacer esto y únicamente si persiste pacientemente en el bien obrar. 

Se espera que el aspirante purifique todos sus vehículos, comenzando con el físico. Es instado a elegir alimentos fácilmente digeribles, porque mientras mas fácilmente sea extraiga la energía presente en el alimento, más tiempo tendrá el organismo de recuperarse antes de que sea necesario suministrar alimento de nuevo. Por supuesto el alimento de carnes es prohibido 
enteramente ya que nadie que mate, u obligue a otros a matar por él, puede llegar muy lejos en el sendero de santidad. 

El cuerpo es el Templo de Dios y profanarlo, destruirlo, o mutilarlo, sea por comisión o por omisión, es indigno del aspirante. Así, pues, si bien el exceso de los apetitos es reprensible, también lo es ayunar con la errónea creencia de que el crecimiento anímico puede ser obtenido en esta forma. 
Pueden ser benéficos ayunos adecuados y supervisados por razones de salud, pero el enflaquecimiento para propósitos ascéticos es improductivo y peligroso. No deben alentarse ni la comida en exceso ni el ayuno exagerado; en lugar de eso, el aspirante debe concentrarse en dar al cuerpo aquellos elementos que son necesarios para mantenerlo saludable, fuerte y eficaz como instrumento del Espíritu. 

El aspirante debe conquistar su cuerpo de Deseos, transmutando los deseos pasionales, malos u otros deseos indignos, con la intención de darse a si mismo enteramente en servicio a la humanidad. Las Religiones de Raza, al promulgar leyes que moderen los deseos más groseros del hombre, comenzaron a preparar al hombre para la unión con El Espíritu Santo, Jehová, el Dios de la Raza, es el Espíritu Santo, de Quien todas las lenguas son una expresión. Así es que el aspirante una vez ha conquistado completamente su 
naturaleza de deseos en sus aspectos más sutilmente provocativos (y esto no sucederá en los primeros grados de su esfuerzo), podrá conscientemente hablar todas las lenguas con un fin positivo y benéfico. (Esto sin embargo, es muy diferente del involuntario “hablar en lenguas” ahora practicado en algunas formas de adoración). 

El aspirante es instado a practicar la continencia en el más alto grado posible, usando en cambio su energía creadora para propósitos de servicio, epigénesis para beneficio de los demás, y desarrollo espiritual. De esta manera transmuta la pasión en la sangre y la limpia. Al mismo tiempo, por supuesto, no está justificado si abandona las responsabilidades de familia en 
nombre del “Avance espiritual”. 

La purificación del cuerpo vital, obligación impuesta a la humanidad con la Nueva Dispensación, tiene lugar aun a medida que continuamos conquistando la naturaleza de deseos. La purificación del cuerpo vital y el fortalecimiento de sus dos éteres superiores ocurren cuando se hace todo esfuerzo posible por 
vivir una vida pura, limpia e inegoísta. La victoria final del cuerpo vital sobre el cuerpo de deseos estará indicada por el cultivo de firme equilibrio en presencia de todas las provocaciones. Un temperamento apacible, una conducta infaliblemente calmada, la capacidad de llevar a cabo todos las deberes mundanos y los ejercicios espirituales, sin parar mientes en la conmoción externa circundante y con emoción interna aquietada --- todas 
estas virtudes indican que el aspirante está en control de vehículos 
purificados. 

En el proceso de purificar su cuerpo vital, el aspirante hallará que su cuerpo físico es probable que se haga cada vez mas excitable, nervioso y delicado --- una sensibilidad que promueve grandemente los objetivos espirituales, pero que es un inconveniente desde el punto de vista físico. 
Finalmente, cuando la ecuanimidad se hace mas pronunciada, aprende a vivir la vida material serenamente, a pesar de su creciente sensibilidad, aunque un proceso de adaptación usualmente es necesario. 

 La repetición y la plegaria incesante son indispensables para la 
purificación del cuerpo vital. Los rituales devocionales y los ejercicios espirituales que el aspirante lleva a cabo son particularmente importantes. 
Las oraciones de gratitud y adoración ofrecidas verbalmente en los momentos adecuados y continuamente, haciendo todo su trabajo “a la mayor gloria de Dios”, le mantendrá armonizado con los reinos espirituales superiores, y en esta forma sensibilizará y fortalecerá más aún su naturaleza. 

Los cinco ejercicios espirituales descritos en el Cosmos: retrospección, concentración, meditación, contemplación y adoración también ayudan al aspirante a llegar a su meta. En los primeros pasos sobre el Sendero, la retrospección y la concentración son probablemente los mas importantes: la 
retrospección porque enseña al aspirante acerca de si mismo en aun sus mas sutiles complejidades de pensamiento y carácter, y el conocimiento de si mismo es esencial para el adelanto; y la concentración, porque inaugura la difícil tarea de desarrollar esa intensa disciplina mental que es básica también para el progreso espiritual. 

La paciencia y la persistencia firme en el bien obrar son virtudes que el aspirante debe adaptar a todas sus actividades, tanto con el fin de asegurar el crecimiento anímico, como con el fin de impedir ser distraído por los frívolos o indignos “placeres del mundo”, que es probable que todavía tengan algún atractivo, especialmente para el aspirante novicio. Una tras otra, primero las flagrantes y luego las más sutiles digresiones deben ser eliminadas, hasta que 
finalmente, y usualmente después de existencias de dedicación, el aspirante estará en la sección más “estrecha y angosta” del Sendero espiritual. 

El aspirante también debe aprender discernimiento en todas las cosas, incluyendo las pasos que de en el proceso de “ganar la delantera”. Debe ser bien y suficientemente sabido que los métodos orientales, por ejemplo, son peligrosos para el aspirante occidental, pero además, cualquier método que prometa rápida y fácil “despertar espiritual”, o “poderes psíquicos”, es sospechoso. No puede ser subrayado demasiado a menudo que el único y 
seguro avance espiritual es obtenido por el aspirante como resultado de sus propios esfuerzos continuos, algunas veces fastidiosos, en un programa de punto por punto, nivel a nivel, de auto purificación y servicio a Dios y al hombre. 

Además, se exige el sacrificio al aspirante: el sacrificio del yo y no el de las cosas. El aspirante debe aprender a poner su amor, su conocimiento, su energía, su tiempo, su consideración, y todos los intangibles similares, a disposición de la humanidad. En el proceso de auto sacrificio, el sacrificio de los antiguos intereses se vuelve automático. La consagración a la vida regenerada y la intensidad de propósito en la misma, a su tiempo evita asuntos mundanos que antes parecían importantes. Algunas veces el aspirante 
también debe hacer un sacrificio temporal de ciertas relaciones personales: 
miembros de la familia y amigos que fallan en comprender sus nuevas preferencias y actitud. La fricción y la oposición se desarrollan y las antiguas relaciones no son lo que una vez fueron, o se desintegran para siempre. Al final, por supuesto, todas las relaciones humanas se resolverán en amor, pero por un tiempo, tal vez una o mas vidas, el aspirante debe aprender a enfrentarse con la situación mediante compasión, paciencia, comprensión y 
tacto. Todo esto es parte de su pulimento, depuración y prueba. 

Las pruebas son dadas al aspirante adrede para que liquide deudas de su destino y más rápidamente sea liberado de los autos forjados vínculos de la conducta pasada inaceptable. Si ahora considera sus penas como oportunidades y las confronta debidamente, en lugar de protestar y lamentarse por ellas, puede hacer mucho progreso. 

El aspirante debe en todas las cosas dar prueba de inegoismo, antes de que se le confíe mayor poder espiritual o trabajo espiritual más significativo. 
El peligro del uso indiscriminado y egoísta del poder espiritual es evidente; así pues, primero debe demostrar su merito. Una vez haya purificado de tal manera sus vehículos mediante la vida recta como para que pueda brillar en los mundos internos, el Maestro no dejará de notarlo y vendrá a él. Entonces los siguientes pasos en su evolución espiritual comenzarán


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Concentración



LECCIÓN MENSUAL
DEL ESTUDIANTE

Junio de 1982

CONCENTRACIÓN

Uno de los más potentes instrumentos en el desarrollo de cualquier tarea, sea de naturaleza espiritual o material, es la concentración. Si ella seriamos incapaces de aprender cualquier tarea o completar cualquier trabajo que deseemos hacer. Cuando es unido con el deseo de conocer y experimentar las realidades espirituales, entonces no podemos sino progresar en el sendero. 

¿Qué es, entonces, la concentración? Dicho con sencillez, es la capacidad de mantener en un punto, de permanecer centrado sin desviarse o ser distraído por otras actividades externas o internas. Usualmente pensamos que la concentración es una actividad de la mente, pero esto es solamente cierto parcialmente. La verdadera concentración es en realidad un aspecto de la voluntad unida con la mente y con su capacidad de crear o sostener pensamientos e ideas. Por lo tanto, junto con el desarrollo de la mente y sus 
talentos, debemos también acordarnos de desarrollar nuestra voluntad. 

Cuando comenzamos a atender a nuestras actividades, sean internas o externas, se hace evidente que sin la voluntad no podríamos realizar nada de lo que nos propusimos hacer. En esta última palabra “Hacer” tenemos el secreto de la voluntad. La voluntad es despertada mediante lo que hacemos conscientemente y es desarrollada por medio de nuestros esfuerzos por lograr 
o completar algo. La voluntad es principalmente desarrollada a través de las actividades de nuestros cuerpos, nuestro cuerpo físico en particular. Sin embargo, debemos tener cuidado de no pensar que porque hacemos cosas en el mundo físico estamos desarrollando la voluntad. 

Muchísimas de las tareas que llevamos a cabo en el mundo, se hacen no porque determinamos hacerlas, sino porque las circunstancias externas nos obligan. Tenemos responsabilidades con nuestra familia, con nuestros amigos, con nuestra comunidad, etc., todo lo cual debe ser hecho, pero las hacemos más o menos porque debemos hacerlas. Esto no quiere decir que estas sean 
malas, o que no tengan ningún propósito, porque, por el contrario, son muy importantes. Sin embargo, generalmente las hacemos porque las circunstancias externas nos impelen en esta o aquella dirección. Actuamos por hábito, el cual puede originarse en el entrenamiento de la infancia o en la temprana educación, así como en lo que los demás esperan de nosotros. Si bien este tipo de actividad es necesario para nuestra evolución en la 
actualidad, no desarrolla la voluntad de una manera muy auto-consciente, y por lo tanto no es muy útil para nosotros en la actualidad. Con el tiempo lo que hayamos desarrollado a través de la necesidad externa, se convertirá en parte de nuestras adquisiciones conscientes, y de vida en vida gradualmente 
creceremos en fuerza de voluntad. Sin embargo, como aspirantes en el sendero espiritual, nuestra meta es desarrollar esta capacidad para nuestro uso ahora, durante esta existencia. 

Podemos hacer esto tomando las cosas que hacemos durante el día en forma pasiva voluntaria, y las hacemos porque tenemos que hacerlas. Por ejemplo, si tenemos el hábito de dejar que la mente vague mientras estamos  vistiéndonos por la mañana, y haciéndolo por hábito, entonces por allí podemos comenzar. Cuando nos abotonamos nuestra camisa o nos amarramos los zapatos (es mejor tomar solo una cosa a un tiempo, de modo que sea menos difícil y por lo tanto menos desalentador), podemos tratar de ser totalmente consciente de lo que estamos haciendo, observando cómo lo hacemos de botón a botón o de zapato a zapato. Debemos esforzarnos por escoger una sola cosa y adherirnos a sólo esa cosa. Si cambiamos de día a día, entonces no estamos trabajando con la voluntad de una manera que traiga beneficio duradero. Según el tiempo que hagamos este ejercicio, comenzaremos a notar una cierta resolución desarrollándose en otras cosas que hacemos, y gradualmente desarrollaremos nuestra capacidad de ser más conscientes de lo que hacemos y lo hagamos porque escogimos hacerlo. Debe ser tenido en cuenta que esto no es algo que hacemos solo de vez en cuando, o por un corto periodo de tiempo y luego creamos que esta hecho. El sendero espiritual no es recorrido de esa manera. Debe llegar a ser una actividad regular para tener efecto duradero; sin embargo, después de un mes por lo menos, algún mejoramiento será notado, dependiendo de la previa fuerza de voluntad del individuo. Un individuo de débil voluntad puede notar el efecto más pronto que uno que ya tenga una voluntad razonablemente fuerte. 

Cuando esta fuerza de voluntad es luego aplicada al reino mental uno encontrara que la capacidad de uno de sostener un pensamiento mejorará, y con el tiempo también la capacidad de sostener una imagen una vez haya sido creada. Debe tenerse en cuenta que no debemos esperar demasiado de nosotros mismos al principio. Puede pasar algún tiempo antes de que sintamos 
que hemos hecho algún progreso. Debemos estar seguros de que cualquier esfuerzo que se haga en forma persistente, producirá resultados de varios grados según el destino individual y el previo desarrollo. 

Aplicar este principio al reino mental puede tomar unos pocos momentos, no mas de cinco minutos al principio para evitar fatigarse o desalentarse, para concentrarse en una imagen que encontremos adaptada a nuestro temperamento particular. Cuanto mas edificante y pura sea, mejor nos ayudará en todos los niveles del desarrollo. Debemos tratar de que la imagen sea tan viva como sea posible, pero no que sea una reproducción de algo que 
hemos visto, si queremos que sea una actividad creadora. “Si es una flor, debemos, imaginariamente, tomar la semilla, y habiéndola enterrado en el suelo, fijar firmemente nuestra mente sobre ella. Al momento la vemos reventar, echar sus raíces, que penetrarán en la tierra en forma espiral. De las principales ramas de las raíces miramos salir miríadas de diminutas raicillas, a medida que se ramifican en todas direcciones. Luego el tallo comienza a retoñar, brotando a través de la superficie de la tierra y surgiendo 
verde y menudo. Crece; otro pimpollo y otra rama aparecen; de las ramas pequeños tallos con yema nacen; al momento vemos un gran número de hojas. Luego viene una yema en la parte de arriba; crece más y más hasta que comienza a echar botones y las rojas hojas de la rosa se asoman bajo lo verde. Se abre en el aire, emitiendo un exquisito perfume, que sentimos perfectamente…” (Cosmos, Pág. 488 edición inglesa.)

La anterior descripción es una prenda de lo que sucederá a cualquiera que persista en usar y desarrollar la mente y su facultad imaginativa. Con el tiempo podríamos aprender cualquier cosa que deseemos saber. Lo que es más importante es que el conocimiento será nuestro, y será vivo y no simple erudición libresca. De nuevo debemos subrayar que la anterior descripción es algo que se obtiene con la práctica, practica y más practica, pues no es asunto de una sola ocasión. 

A medida que leemos esta lección llegamos al convencimiento de que la voluntad es la más importante facultad del Espíritu, y también aprendemos a desarrollarla. Ahora, cuando se una con la mente y con su facultad de imaginación, podemos emprender el más grande de todos los viajes: explorar nuestro reino interior y extender nuestro conocimiento más allá del de los libros. Sinceramente sugerimos a todo estudiante que desee mejorar sus 
facultades con el objeto de servir mejor en el mundo, que haga un cuidadoso estudio de la ultima parte del capitulo XVII (17) del cosmos, que se titula “como construir el vehículo interno”, desde la pagina 480 a la 497 edición inglesa). Muchas cosas mencionadas allí, están comenzando a ser reconocidas por la psicología moderna, y todavía es muy avanzado para nuestra presente comprensión, a menos de que tratemos de experimentar lo que tiene que ofrecernos.

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Crecimiento espiritual



LECCIÓN MENSUAL DEL ESTUDIANTE

Julio de 1982

CRECIMIENTO ESPIRITUAL


Uno de nuestros objetivos es poner la naturaleza inferior bajo control, y hacerla servir al Yo Superior o Espíritu Interno. Siguiendo los sabios dictados del Yo Superior, nos convertiremos en auxiliares conscientes y constructivos en el Plan Cósmico de la Creación. 

No siempre es fácil reconocer los varios trucos que nos juegan nuestras naturalezas inferiores (también llamadas personalidad o carácter). Además la mayoría de nosotros no sabe como reformar la naturaleza inferior. Las cosas más grandes son las más simples, y el proceso de desarrollo espiritual debe ser conservado en el reino de la simplicidad, si queremos tener buen éxito en ello. 

Tenemos por ideal el luminoso ejemplo de nuestro Señor Jesucristo, y cuando tratamos de imitar Sus hechos y ejemplificar Su Evangelio de Amor, pronto comprendemos cuan limitados somos y cuan indignos de Su Compasión podemos ser. Con el fin de inspirarnos a elevarnos por encima de nuestras limitaciones, los Hermanos Mayores de la Rosa Cruz idearon un lema simple que nos recuerda nuestra meta inmediata: “Una mente cuerda, un corazón 
tierno y un cuerpo sano.” Debemos vivir estas cosas con el fin de predicar perfectamente el Evangelio de la Nueva Era y curar al enfermo. Implicada en este tema está la idea que debemos desarrollar “el recto pensar, el recto sentir y el recto actuar.” Los pensamientos, los sentimientos y las acciones pueblan nuestros días por miles, y su repetición moldea nuestros caracteres. 
Pero, puesto que, bajo la ley de Causa y Efecto, las cosas trabajan de ambas maneras, los caracteres así moldeados afectaran a su vez los pensamientos, sentimientos y acciones que generamos a cada momento, para bien o para mal. Si supiésemos como fortalecer el Bien y extirpar el Mal, daríamos grandes zancadas a lo largo del Sendero en un tiempo mas corto. 
Desgraciadamente, muy pocos de nosotros tienen el privilegio de saber como controlar nuestros registros internos sistemáticamente, para ver que fue bueno y que fue malo, y como enderezarlo. Tal conocimiento es de inestimable valor para aquellos que están comprometidos en el proceso de auto-mejoramiento, y podemos grandemente ayudar a otros estimulándolos a hacer diariamente el simple pero efectivo ejercicio de la Retrospección. “El 
Maestro dijo, cuando dio el ejercicio, de retrospección, que si fuese posible convencer a la persona mas depravada del Mundo a llevar a cabo este ejercicio fielmente durante seis meses, seria reformada permanentemente.” 
(Cartas a los Estudiantes, p.99, edición inglesa.) 

Esta afirmación puede parecer muy presuntuosa a los ojos de aquellos que nunca han hecho el ejercicio por ninguna cantidad de tiempo, pero cualquiera que haya trabajado con el sabe cuan beneficioso es realmente. Veamos como lo define Max Heindel: “Después de retirarse por la noche, el cuerpo se relaja. Esto es muy importante, porque cuando cualquier parte del cuerpo 
esta tensa, la sangre no circula libremente; parte de ella es aprisionada temporalmente bajo presión. Como todo desarrollo espiritual depende de la sangre, no puede ser hecho el máximo esfuerzo por alcanzar el crecimiento anímico cuando cualquier parte del cuerpo esta en tensión. 

“cuando ha sido lograda la perfecta relajación, el aspirante a la vida superior comienza a revisar las escenas del día, pero no comienza con los sucesos de la mañana y termina con los de la tarde. Los contempla en orden inverso: primero las escenas de la tarde, luego los acontecimientos del mediodía, y por ultimo los sucesos de la mañana. Se esfuerza por representarse cada escena tan fielmente como le es posible. Tratara de reproducir ante su ojo mental todo lo que tuvo lugar en cada escena, de modo 
que pueda juzgar sus acciones, averiguar si sus palabras transmitieron el significado que quiso darles, o si dejo una falsa impresión: determinar si exagero o si dijo menos de lo que es al relatar experiencias a los otros, y revisar su actitud moral con relación a cada escena. En las comidas, ¿comió para vivir, o vivió para comer y satisfacer el paladar? Júzguese a si mismo y 
cúlpese cuando deba culparse, y alabase cuando lo merece.” 

“pero que se entienda que ninguna simple revisión a la ligera de las 
escenas del día será de beneficio. No es suficiente que cuando lleguemos a una escena en la cual hemos hecho daño penosamente a alguien, digamos simplemente: “Bueno, siento mucho lo que hice.” A menos de que podamos sentir en nuestros corazones el fuego divinamente encendido del remordimiento arder hasta la medula misma de los huesos por los malos actos 
cometidos durante el día, no estamos logrando nada.” (IAM. 22 Y 23; CR.183). 

Tengamos presentes que el ejercicio de Retrospección no es una meta en si mismo, sino un medio de alcanzar nuestra meta. Este ejercicio tiene el más grande potencial, si es adecuadamente comprendido y practicado. Existen trampas que deberíamos tratar de evitar. Puesto que la retrospección tiene por objeto fortalecer el bien y erradicar lo indeseable, debemos tener cuidado de no poner demasiado énfasis en el lado indeseable de nuestros caracteres, ni tratar demasiadamente de ello, porque esto pronto nos 
congelaría en un estado de desesperación y nos volvería incurables. Esto, por supuesto, frustraría nuestro propósito y bloquearía nuestro progreso. Aun cuando deseemos erradicar lo indeseable, tratemos primero de fortalecer el bien y amplificar su benéfica influencia. Puesto que el mal esta en pugna con el universo, genera fuerzas autodestructivas que aniquilarán a la larga su lado negativo. Recordemos también que el mal es el bien en formación. Debemos 
luchar por buscar el bien en todas las cosas, porque con el tiempo esta actitud nos ayudara a vencer el mal, o más bien, a transmutar el mal en bien. 

También tengamos cuidado de no irnos al otro extremo y rehusar 
reconocer la presencia de los aspectos indeseables de nuestra naturaleza, so pretexto de buscar el bien. Esto seria completamente equivocado. Negar o reprimir lo indeseable le daría mas poder para afectarnos en formas más sutiles a través del subconsciente, y ¡la cura seria peor que la enfermedad! 
Para avanzar armoniosamente debemos reconocer ambos lados y dar al Cesar lo que es de Cesar y a Dios lo que es de Dios. 

Cuán a menudo recibimos cartas de los Probacionistas, en las que afirman que ellos no se sienten “suficientemente perfectos” para el sendero espiritual, o se creen “indignos” de ser Probacionistas a causa de sus muchas limitaciones. Esta actitud es equivocada y debilita nuestra capacidad de ayudar a otros. Así como es importante sentir un profundo remordimiento cuando hemos hecho daño a alguien, así también es importante que todo lo 
posible sea hecho para compensar ese daño. 

 También deberíamos esforzarnos por ser más vigilantes y resolvernos a no repetir el error. Pero es enteramente equivocado llenar nuestra conciencia de morbosos pensamientos y sentimientos de culpa, miedo, preocupación y lamentos indebidos que producirán indecisión, ansiedad y desaliento. Estos, a su vez, oscurecerán la cabeza y el corazón y sofocaran al Espíritu en su búsqueda de la experiencia tan necesaria para el crecimiento anímico. Es 
mejor cometer un error que del todo no actuar, porque la Ley de Causa y Efecto a su tiempo nos enseñará el recto camino. Debemos hacer las cosas con espíritu de confianza y asumir voluntariamente la responsabilidad por todo lo que hacemos. Tal actitud positiva nos ayudará verdaderamente a crecer espiritualmente. Todos tenemos defectos de carácter sobre los cuales trabajar, y es mejor hacer frente a la verdad, tomar el toro por los cuernos, y sinceramente trabajar en ello, que sentarnos y complacernos en la 
autocompasión u con otras actitudes negativas después que hemos fracasado. 
Si actuamos, la esencia de nuestras acciones estarán allí para ser extraída e incorporada en nuestros Cuerpos Anímicos, mientras que sentarse producirá poco o ningún crecimiento anímico. Por lo tanto luchemos por considerar nuestros defectos de carácter como piedras para pasar hacia el mejoramiento y ser agradecidos con Dios por todas las oportunidades que nos son dadas mientras estamos aquí en el cuerpo, aprendiendo en esta gran Escuela de la 
Vida el arte de ser creadores divinos. 


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Curación para la nueva era



CURACIÓN PARA LA NUEVA ERA

El método de curación de la Fraternidad Rosacruz es tan efectivo como único. Es un método que se realiza principalmente por medios espirituales, pero que a su vez requiere del paciente cierta cantidad de cooperación. Toda persona que desee ayuda debe solicitarla escribiendo con la pluma y su tinta, ya que la tinta llevará el efluvio de su cuerpo vital. Este efluvio será el medio a través del cual el Auxiliar Invisible obtiene entrada al cuerpo del paciente 
para efectuar la requerida curación. El solicitante deberá enviar 
mensualmente a la Fraternidad Rosacruz unas cortas líneas escritas en pluma y tinta en las cuales informará sobre su estado de salud. Por este medio el Auxiliar invisible conocerá el progreso realizado en el paciente. 

Los Auxiliares Invisibles son estudiantes consagrados de la Orden Rosacruz que han logrado el grado de Probacionistas. Ellos tratan de vivir durante el día una vida de pureza y de servicio amoroso y desinteresado al prójimo. Durante el sueño trabajan en grupos bajo la dirección de los Hermanos Mayores de la Orden Rosacruz, y dirigidos por un doctor. Como hay grupos de Auxiliares en 
todo el Globo, la ayuda es perenne. 

Toda persona menor de 14 años que necesite ayuda debe solicitarla a través de su madre. Personas mayores de 14 años la solicitaran 
personalmente. 

Casi sin excepción, toda persona que pida ayuda la recibirá la misma noche. No obstante, la curación total deberá hacerse de acuerdo a las leyes de la Naturaleza, tomando en consideración los merecimientos de la persona, su cooperación y el destino envuelto, pues toda enfermedad es consecuencia del pecado, y es necesario remover las causas para obtener la curación total. 
Los Auxiliares Invisibles le proporcionan al paciente la ayuda desde los planos invisibles, y este debe cooperar haciendo una evaluación objetiva de si mismo para comprender y remover las causas de su enfermedad. 

La dieta no tiene que cambiarse radicalmente. No obstante, deseamos enfatizar la importancia de una dieta vegetariana de semillas, frutas y vegetales para aligerar la curación. 

La acción de curar a un enfermo es una labor espiritual, y aun antes de llegar la solicitud a la Sede Central, los Auxiliares Invisibles, operando bajo las ordenes de Cristo: “Curad al enfermo”, son atraídos hacia la persona y deben, de acuerdo con la ley absoluta, proporcionar toda la ayuda posible: “Pedid y se os dará.” 

Le invitamos amorosamente a unirse a nosotros en oración por los 
enfermos cuando le sea posible, pero especialmente a las 18:30 (6:30) de la tarde todos los días. En la Sede Central y en el Mundo entero los miembros de la Fraternidad Rosacruz oramos a esas horas por todos los enfermos. 

Si usted desea unirse a nosotros en oración, cierre sus ojos y concentre su mente en nuestro Emblema Rosacruz con la Rosa Blanca y Pura en el centro de la Cruz Blanca, y medite silenciosamente sobre el Amor y la Curación Divina. De este modo usted puede llegar a convertirse en un canal para liberar 
el poder de curación que viene directamente del Padre. Ese es el poder que utilizan los auxiliares Invisibles para ayudar a curar a los enfermos. 

Todo paciente que solicite ayuda recibirá atención individual. Si usted desea nuestra ayuda se la daremos gustosamente: 


A.E.F.R.M.H. 
Apartado Postal 335 
17300 Blanes 
GIRONA 



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La Verdadera Causa de la Enfermedad




La Verdadera Causa de la Enfermedad

Por absurdo e inverosímil que parezca, podemos asegurar que somos nosotros mismos los causantes de nuestros males y dolencias. Aunque el medio ambiente y los cambios de clima, los accidentes, etc. Parezcan ser las causas determinantes de la enfermedad, la verdadera causa la tenemos que buscarla dentro de nosotros mismos. 

Todas las dolencias físicas, mentales y emocionales que nos aquejan, se manifiestan primero en nuestro cuerpo mental y emocional antes de manifestarse en nuestro cuerpo físico, y provienen de nuestra forma equivocada de vivir, de pensar, de sentir, y el resultado directo de nuestros errores del pasado. Esto es por no haber atendido a la llamada interior de nuestra conciencia, que constantemente trata de sobreponerse a nuestra naturaleza inferior. 

Los Grandes Seres, que desde los mundos celestes guían el destino de la humanidad, permiten que suframos las consecuencias inevitables de nuestros errores, en un esfuerzo de obligar a nuestra naturaleza inferior a soltar los tentáculos con que se aferra a nuestros vehículos superiores. Lo aceptemos o no, todos tarde o temprano, nos veremos forzados a admitir que todos 
nuestros sufrimientos se deben a nuestros propios actos, tanto a los de esta vida como a los de nuestras vidas anteriores. 

Malos sentimientos, mala voluntad para con los demás, gratificación inmoderada de los sentidos y otras formas de egoísmo, tienden a interferir con las glándulas, nervios y órganos de nuestro cuerpo. Aunque es cierto que podemos con frecuencia aliviar nuestras dolencias por medio de dietas adecuadas, medicamentos y tratamientos varios, lo cierto es que solo podemos aspirar a una curación completa cuando desterramos todas las bajas 
inclinaciones de nuestra naturaleza inferior y vivimos la vida superior de pureza, de amor y servicio desinteresado de la humanidad. 

Es por tan importante razón, que la curación verdadera nos permite 
aprender la lección espiritual contenida en la enfermedad misma. 

Comprendemos, entonces, que debemos atribuir la causa de la 
enfermedad a nuestra propia ignorancia y locura por haber infringido las leyes Divinas, y no a una causa desconocida que, en nuestra ignorancia, atribuimos a una suerte caprichosa y despiadada. 

Esto nos permite trabajar en la más íntima armonía con los auxiliares invisibles y así poder desterrar los malos hábitos que se manifiestan en males y dolencias por no guardar armonía con el Plan Divino de la Creación. 

Descubierta y aceptada la causa interior de nuestros males y dolencias, que pueden ser: irritabilidad, gratificación desordenada de nuestros sentidos, odio, resentimiento, miedo, lascivia, o cualquier otra cosa de orden negativo y destructivo, que nos mantiene atados a nuestra naturaleza inferior, podemos entonces emprender la gloriosa tarea de nuestra liberación con 
sistemática persistencia y fe en Dios. Esto lo podemos realizar, resistiendo y combatiendo todo aquello de orden inferior.

Pero existe un método natural de mucha mayor eficiencia. En efecto, en un momento de reflexión nos demostrara que el polo opuesto de todo vicio es una virtud, en la que ese vicio debe ser transmutado. Inmediatamente comprendemos entonces lo imposible que es ser al mismo tiempo abstinente y glotón, paciente e impaciente, amoroso y desamoroso, puro e impuro, etc.; 
por consiguiente, si cultivamos cierta cualidad, el vicio quedará desterrado. 
Viviendo una vida consagrada a los altos ideales, cultivando lo bueno y lo verdadero dentro de nosotros y tratando siempre de ponernos a tono con las altas vibraciones del amor, automáticamente nos sobrepondremos y venceremos las bajas tendencias a que nos impele nuestra naturaleza inferior 
con tanta o mas seguridad que el calor se opone al frío y la luz a las tinieblas. 
Es mucho mas fácil desterrar un mal habito (vicio) construyendo el habito opuesto (virtud), que atacándolo directamente y extrayéndolo de raíz. Esto es, sin duda, lo que San Pablo quiso dar a entender cuando dijo: “No te dejes dominar por el mal, antes bien, domina el mal con el bien.” 

Es innegable que muchos de nosotros hemos adquirido malos hábitos que están fuera de control de nuestra voluntad poder desterrar. Sin embargo si sabemos que los Auxiliares invisibles trabajan con nosotros mental, emocional y espiritualmente, para restablecer la armonía en nosotros y suavizar nuestros 
dolores y que están siempre dispuestos a ayudarnos amorosamente a liberarnos de nuestros males por medio de la auto regeneración; esa poderosa ayuda, sumada a la que nosotros mismos podemos aportar, nos permitirá obtener resultados que nos seria imposible obtener por nosotros mismos. 
Siendo esto posible en el caso particular de usted, lo urgimos para que coopere con los auxiliares invisibles. 

Usted ha llegado a nosotros en busca de ayuda espiritual; pues bien, crea y acepte que ya la esta recibiendo. Tenga presente, sin embargo, que el beneficio que pueda usted obtener de tal ayuda depende en gran parte, de su voluntad, y firme deseo de cooperar con los auxiliares invisibles, para restablecer la armonía desaparecida entre su vida y la Ley Natural Divina. 

Usted no puede esperar que ninguna Entidad Divina, por amorosa que sea, quiera hacerle perder sus malos hábitos y errores por la fuerza, pues eso seria atentar contra su libre albedrío, que es un don que Dios nos ha dado. Es a usted a quien le corresponde combatir con voluntad y decisión sus errores y malos hábitos; y es como usted debe cooperar. Es una gran verdad que: “Dios 
por intermedio de sus auxiliares invisibles ayuda a los que se ayudan a si mismo. 
 Max Heindel 
Renovarse es vivir 


A.E.F.R.M.H.
Apartado Postal 335
17300 Blanes, Girona
Spain




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