sábado, 7 de mayo de 2011

¿EL VRIL O QUÉ?


¿EL VRIL O QUÉ?

Benjamin Von Wong

Todas las cosas de este mundo visible y material son imágenes mentales cristalizadas al igual que un arquitecto forma una casa en su mente, sacando los planos de esa imagen mental, planos que luego aprovechan los obreros para construir la casa materialmente. La imaginación de Graham Bell se cristalizó en el teléfono, la de Fulton en un vapor, etc. Pero por supuesto, esas ideas no eran perfectas desde el primer momento, siendo necesario un gran número de experiencias antes de que las invenciones mencionadas tuvieran la eficiencia necesaria para ser útiles en la vida.

La misión del mundo material, concreto, es hacer manifiestos nuestros errores. Estamos desarrollando un poder enorme dentro de nosotros mismos y en el Mundo Físico tenemos la condición más ideal para desarrollar la habilidad requerida para poder usar aquel poder convenientemente. Sin esa habilidad, en los estados de materia sutiles produciríamos perjuicios inmensos. La que es la fuerza venidera lo veremos cuando echemos una mirada retrospectiva sobre el pasado desenvolvimiento, lo que nos dará la verdadera medida de la perspectiva.

En los primeros albores de la existencia humana, el hombre actuó principalmente con los sólidos, sus primeros implementos fueron piedras afiladas, lo que es de dominio corriente. Más tarde comenzó a obrar sobre los líquidos, viajando en su burda canoa por el agua, o empleando ésta para mover sus molinos. Más tarde aprendió a emplear los gases, el viento, como fuerza de propulsión para los barcos o para los molinos.

Habiendo, pues, visto los progresos pasados debe ser evidente que todo progreso ulterior de la raza humana depende del descubrimiento y utilización de una energía más sutil transmisible con facilidad aún mayor que las fuerzas que ya conocemos.

Bulwer Lytton Secretario de Estado para las Colonias, Primer Barón Lytton (Londres 1858)

En su obra, La Raza Futura, novela descriptiva de una realidad esotérica Bulwer Lytton autor también de Zanoni, Los últimos días de Pompeya, Memorias de un Médico, etc), nos dio una vislumbre de lo que será esa fuerza futura a la cual dio el nombre de “VRIL YA”, común en la humanidad en el futuro. Como todas las demás novelas nunca ha sido tomada en serio, sino que se la ha considerado solamente como el producto de la fantasía de un autor de talento.Las novelas de Julio Verne han encontrado por parte del público una actitud de admiración similar por su vivida fantasía y, sin embargo, ¿no se han realizado muchas de ellas? La Vuelta al Mundo en Ochenta Días, es ahora demasiado lenta para un viajero del siglo XXI. La navegación submarina y las naves aéreas son una realidad de nuestros días. En verdad, la mente humana no puede imaginar nada que no sea posible realizar. Esto parece ser una afirmación extravagante pero, ¿no queda justificada en vista de lo que ya se ha hecho? E invirtiendo nuestra argumentación podemos decir que algo parecido al Vril de Bulwer Lytton tendrá que descubrirse antes de que el hombre pueda dar el subsiguiente gran paso de progreso.Ciertamente, grandes y maravillosos descubrimientos están ante nosotros esperando una explotación más intensiva de las fuerzas que ya poseemos, pero el próximo Gran Paso depende del descubrimiento y preparación para su empleo de la fuerza venidera. Se hicieron tentativas para construir la máquina de vapor mucho antes de que se obtuviera el éxito que ha alcanzado en nuestros días. Los hombres de ciencia conocieron también algo sobre la electricidad anteriormente, pero se ha necesitado largo tiempo para que esas ideas maduraran y pudieran aprovecharse prácticamente; similarmente, mientras seguimos marchando y explotando las fuerzas que conocemos sabemos que tenemos que prepararnos para la fuerza venidera y si la hallamos podremos encontrar los medios de usarla con más rapidez. Echemos una ligera mirada sobre el Vril de Bulwer Lytton, pues entre todo su ornamento fantástico hay una verdad inestimable oculta allí.

El Vril era una fuerza que se generaba dentro de los personajes de esa novela; no dependía de una maquinaria externa que costara dinero, que podía favorecer a los pocos y no a la mayoría; todos sin excepción poseían en La Raza Futura ese poder desde el nacimiento hasta la muerte.

Ciertamente que ese es un ideal muy superior a una estación central de energía.No había necesidad alguna de elevadores, puesto que cada uno levitaba a voluntad. Tampoco eran necesarios los tranvías, coches o ferrocarriles, pues todos podían moverse rápida y fácilmente por su propia fuerza; de nada servía los barcos cuando el hombre podía volar por el airesin necesidad de exponerse a los inconvenientes inherentes de los viajes por tierra o por mar; y véase con cuanta menos resistencia podía volar como el pájaro, sin tener que depender de aeroplanos u otra cosa semejante.

Como todas las demás fuerzas el Vril podía emplearse como medio de destrucción; era también rápido en eso, así que tenía que tenerse sumo cuidado en su empleo. Era necesario poseer el dominio propio en el más alto grado, pues si uno se dejaba arrastrar por un acceso de ira se hubiera originado espantosos desastres. Si alguna vez tenemos que emplear esa fuerza podremos ver muy bien la gran necesidad que hay de que seamos buenos, cariñosos y que no tengamos enemigos. Nuestras vidas estarían en manos de los demás a tal extremo cuál ni por soñación se nos ocurre.

Este modo lento que en la actualidad caracteriza la exteriorización del pensamiento en forma de cosas, no debernos tomarlo como medida de las posibilidades; ni desalentarnos por el hecho de que el pensamiento nos parezca demasiado sutil y escurridizo. Ha sucedido lo mismo con las otras fuerzas que más tarde movieron las ruedas del progreso. Durante edades innumerables las olas del mar han agotado su energía en batir las costas, pero ahora los inventores están comenzando a aprovechar la fuerza del agua, poniendo generadores eléctricos en combinación con las cascadas. Durante períodos larguísimos los vientos han barrido la tierra y el mar antes de que su fuerza se pusiera al servicio del hombre en los barcos de vela. Durante edades el vapor se escapaba en el aire saliendo de las ollas que empleaba la humanidad primitiva mucho antes de que ésta aprendiera a concentrar su poder y a utilizarlo en las diversas industrias. Así como el vapor se escapa inútilmente de las vasijas de cocina, así también la energía mental radiante de la humanidad actual se escapa inútilmente, y así como el vapor pudo utilizarse concentrándolo así también el sutilísimo poder mental, pero colosalmente potente, puede concentrarse para hacer el trabajo del hombre con una facilidad imposible de imaginar si se compara con las fuerzas actuales, pues éstas son simplemente utilizables para trabajar sobre cosas existentes, mientras que el Poder Mental es una fuerza creadora.

Sabemos cuan peligrosas son las otras fuerzas cuando se concentran; mientras el vapor se escapa de una cafetera no puede hacer el menor daño.

La electricidad generada por la fricción en un cristal o en un trozo de ámbar no puede ser peligrosa para nadie, pero cuando se genera el vapor en cantidad y se le encierra en una caldera, puede destrozar las manos del obrero incompetente; y la electricidad puesta en tensión en un alambre puede matar al ignorante que se ponga en contacto con ella. Análogamente podemos deducir que el Poder Mental mal dirigido o empleado ignorantemente produciría efectos muchos más desastrosos por ser una energía más sutil. Por lo tanto es necesario que el hombre asista a una escuela donde pueda aprender a usar esa energía formidable en forma segura y eficaz, y comprendámoslo o no, los sabios instructores que trabajan invisible pero potentemente con la humanidad nos han proporcionado ya esa escuela cuando nos colocaron en esta existencia concreta.

pdf ”La Raza Futura”audiolibro “La Raza Futura”

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Agradecemos a Fraternidad Rosacruz Cristiana: http://fraternidadrosacruz.com/articulos/%C2%BFel-vril-o-que

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