"La Jerusalén eterna"
Señor, dejaré fuera a los demás para que
respiren el polvo y llenen sus ojos de
tierra. Entraré en mi habitación, cantaré
mis canciones de amor. Recordaré a
Jerusalén con e l cor a zón di r igido a
e l l a : ¡Jerusalén, patria mía, Jerusalén,
madre mía!
(Confesiones 12,16)
Oración - Oh Dios, escrútame y conóceme.
Sabes que no apruebo las acciones de los
malvados. Soy pacífico con los que odian la paz,
hasta que veo y comprendo estar en Jerusalén,
madre de todos nosotros, la ciudad eterna.
(Enarraciones sobre el salmo 138,29)
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de: "Un pensamiento diario" de San Agustín de Hipona
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