lunes, 30 de abril de 2012

LA TRANSFIGURACIÓN



L A     T R A N S F I G U R A C I O N

            Después de la Transfiguración, Cristo impartió sus más profundas enseñanzas ocultas. Trataba de hacer comprender a Sus discípulos, el verdadero significado de Su Misión en el plano físico con esa escena imponente de la Transfiguración que infundía reverencia y que fue llamada “la victoria de la Luz”. El estaba tratando de ayudar a sus tres discípulos más avanzados, Juan, Pedro y Santiago a funcionar conscientemente en el Mundo del Espíritu de Vida, el primero de los mundos universales.
            En ese plano existe una Memoria de la Naturaleza. Toda persona que se capacite para ello puede leer allí el pasado, el presente y el futuro. Juan era el discípulo amado; Santiago poseía tal intensidad que fue el primero de los discípulos en seguir a Cristo al martirio. Pedro era la roca, el símbolo de la fe. Los tres habían logrado un desarrollo espiritual que les permitió ver a Cristo transfigurado, en el glorioso cuerpo hecho de materia de ese plano. San Juan trata de describirnos más tarde este cuerpo cuando nos dice: “Nosotros presenciamos Su Gloria como el Unigénito del Padre”. San Lucas nos dice: “La forma de su rostro se alteraba a medida que El oraba y Sus vestiduras eran blancas y radiantes”. Luego el Maestro se alejó de ellos para regresar a Su hogar en el Mundo del Espíritu de Vida. Sobre esto nos dice Mateo: “Se transfiguró delante de nosotros y Su rostro resplandeció como un Sol. Sus vestiduras eran blancas como la Luz”.
            Los discípulos fueron elevados a esa altura espiritual y sublime para que pudieran leer en la memoria de la Naturaleza. Allí Cristo trató de enseñarles a leer en ese archivo indestructible y así pudieran comprender mejor Su verdadero ministerio y su próxima muerte en su cruz en Jerusalén.
            La Transfiguración fue una de las grandes crisis en la Vida de Cristo. Desde la Gloria deslumbrante de esa victoria de la Luz, descendió a las tinieblas de la tierra para dar a Sus discípulos Sus más profundas enseñanzas y pasar los pocos días que le quedaban en tierno y compasivo ministerio, curando al enfermo y consolando al angustiado.
            Para todo aspirante sincero la Transfiguración representa la suprema lección. Desear y buscar desarrollo espiritual, tener como única finalidad servir en los lugares más bajos como El sirvió. De esa exaltación espiritual, de la que aún hoy entendemos muy poco, el Maestro regresó para encontrar la Cruz esperándole.  


ASOCIACION INTERNACIONAL DE CRISTIANOS MISTICOS MAX HEINDEL
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Agradecemos a Raúl Sasia, por este material.

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