domingo, 5 de octubre de 2014

La Tabla Isíaca

La Tabla Isíaca, parte I




En el mundo esotérico nos movemos demasiadas veces entre el saber y el creer, lo que sabemos siempre es el dato empírico y el creer es la suposición o la convención de que algo es cierto basado en algunas realidades o experiencias subjetivas. Hoy vamos ha hablar sobre la Tabla Isíaca y vamos a contar lo que sabemos de ella y lo que creemos de ella.

Tabla Isíaca
La tabla  Isíaca  es una plancha, en realidad un tablero de una mesa, de cobre  y en ella aparecen grabadas decenas de dioses egipcios, mostrando sus símbolos y atributos así como letras de diferentes alfabetos manteniendo un orden de lectura a modo de “cómic”. La tabla apareció en Roma durante el saqueo de la ciudad por parte del ejército imperial de Carlos I de España y V de Alemania. La tabla apareció en casa de la familia del Cardenal Bembo del que toma el nombre de Tabla Bembina.

Por lo tanto no existen pruebas históricas que haya estado en ningún momento en Egipcio ni sea autentica.

Tenemos otra semiprueba historiográfica, que es un manuscrito de Thomas Taylor, que es posiblemente el más reputado traductor de griego de obras de Platón y mitos Órficos. En sus notas aparece este párrafo:

Platón fue iniciado en los “misterios mayores” a los 49 años. La iniciación tuvo lugar en una de las salas subterráneas de la Gran Pirámide. La Tabla Isíaca formaba el altar y ante ella se presento el divino Platón y recibió lo que siempre había si do suyo, pero que la ceremonia de los misterios encendió y saco de su estado latente.

Pero claro, Thomas Taylor, nació y murió doscientos años después de la aparición de la Tabla. Por lo que no sirve de fuente de autenticidad. Hasta aquí lo que sabemos de la tabla, pero ¿Qué es lo que creemos de ella?.

La Tabla  Isíaca es una clave y una guía de lectura de los misterios iniciáticos, fundamentalmente para comprender el libro de Toth, del cual sabemos que si es autentico, y básicamente un diálogo en el que hay dos interlocutores, el dios Toth y un discípulo que “aspira a saber”, es decir, una guía iniciática al estilo de los “diálogos entre Simón y Felipe” y otros.

Vitrinas de la
Sainte Chapelle
La Tabla  Isíaca  es la guía del maestro iniciador para dar la luz al iniciado, podemos compararla con las vidrieras de la ermita de la Sainte Chapelle (Paris, Francia) que son una guía de lectura y comprensión de la gnosis cristiana y del libro del Génesis. O podemos compararla también con el recorrido iniciático de los laberintos, en especial el de la Catedral de Chartres.

Volviendo a la Tabla  Isíaca, podemos observar que relaciona geográficamente las épocas del año con el zodíaco, este con las 12 letras hebreas  simples (esto también lo hace el Sefer Yetzirah, cap V, Sec. I), los planetas, y la mitología egipcia. La tabla enseña la constitución del mundo triple: arquetípico, intelectual y perfectible (otros diríamos astral, mental y fisico), mostrando la divinidad suprema moviéndose en cada uno de los 12 aspectos que la componen.

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