SOBRE
LA ALIMENTACIÓN
CARNÍVORA
PREGUNTA: ¿Por qué los Rosacruces objetan la dieta a base de carne y se obtienen realmente perniciosos efectos físicos o espirituales como resultado de esta práctica? Conozco a mucha gente realmente buena quienes comen carne y piensan que es perfectamente correcto para ellos hacerlo así. Es sabido que la mayoría de la humanidad consume carne como alimento básico.
Ruego me informen definidamente al respecto.
RESPUESTA: Los Rosacruces no enseñan que se deba ser vegetariano “de golpe”. Lo que enseñan realmente es que la dieta vegetariana genera una abundante energía, mucho mayor que la dieta de carne. Esta energía no es solamente física sino espiritual de forma tal que si una persona lleva una vida sedentaria y es de disposición materialista y envuelto, tal vez, en alguna
actividad sórdida o similarmente mundana, la energía espiritual no encuentra vía de salida natural, causando por lo tanto un disturbio del sistema. Solo aquellos que hacen vida al aire libre y despliegan gran actividad física, en lugares en que la gran energía pueda fluir libremente, o quienes la transmutan en desarrollo espiritual, son realmente aptos para ser vegetarianos.
Por otra parte, los Rosacruces reconocen el hecho de que el devenir de las generaciones ha hecho al hombre en gran parte carnívoro, de manera que en el caso de mucha gente, el cambio de la dieta mixta a la exclusivamente vegetariana debe realizarse en forma gradual. Por el mismo motivo no existen reglas rígidas que puedan ser aplicables a todos por igual. De acuerdo a esto, todo referente a la alimentación individual, como lo conectado a la personalidad debe ser determinado por el propio individuo. Los Rosacruces no
tratan de convertir a nadie al vegetarianismo. Ellos solamente se limitan a indicar los hechos para que la gente los tome en propia consideración y obre luego de acuerdo a su propia decisión.
Los Rosacruces saben que toda la Creación va evolucionando lentamente hacia Dios. Ellos saben también que en nuestra Tierra, en la presente época, hay cuatro oleadas de vida separadas y distintas: los minerales, los vegetales, los animales y la humanidad, todos los que se encuentran realizando su evolución por medio de la “forma”; y saben que en nuestro sistema solar no hay otra vida que la vida de Dios mismo que envuelve y anima a todo lo que es.
Por lo antedicho deducimos que si quitamos la vida de cualquier criatura, destruimos la forma, construida por Dios para Su propia manifestación. Los animales son espíritus evolucionantes y poseen sensibilidad. Es el deseo de obtener experiencia lo que les mueve a construir formas físicas para su expresión. Cuando les destruimos la forma, les privamos también de la oportunidad de obtener experiencias, causándoles un daño en su evolución en
lugar de ayudarles.
La carne fue agregada a la dieta del hombre para disminuir sus vibraciones y densificar su cuerpo físico hasta el estado en que pudiera funcionar en el mundo físico. También le ayudó a desarrollar energía y coraje. Cuando la carne fue añadida a la dieta humana (en la época atlante), los animales carecían aun del grado de conciencia de la vida en el plano físico como lo están ahora, y por ende, la pérdida de sus formas físicas no les afectaba mayormente como hoy en día ocurre. Más aun, el pasional vehículo de deseo animal era mucho menos desarrollado que el actual y su cuerpo físico poseía una constitución muy diferente. Es natural que nosotros deseemos lo mejor para nuestra alimentación, pero todos los animales en la actualidad poseen
los venenos de la carroña. La sangre venosa esta repleta de bióxido de carbono y otros residuos nocivos que circulan hacia los riñones y los poros de la piel para ser expelidos como orina y transpiración. Estas substancias pútridas están en cualquier parte de la carne del animal y cuando ingerimos tal alimento, llenamos nuestro propio organismo con los tóxicos de esos venenos. La mayoría de nuestras enfermedades de hoy son causadas por la ingestión de carne.
La Tierra ha alcanzado el nadir de la densidad física y su futura evolución depende ahora de su eterealización. El hombre también ha llegado al pináculo de su densidad física y mucho de su futura evolución depende de la elevación de las vibraciones de su vehículo físico, para poder separar de este los éteres luminosos y reflectores y unificarlos en un nuevo vehículo: el “Cuerpo Alma”,
en el que el hombre funcionará cuando la Tierra se eterealice y el vehículo físico sea descartado. La alimentación carnívora obstruye este proceso debido a que genera bajos deseos, egoísmo, ferocidad y depravación y además reduce las vibraciones con el agregado de que la energía obtenida de este alimento se consume casi toda en el proceso digestivo. En otras palabras, la dieta de carne no acompaña más a la evolución de los pioneros quienes están a la cabeza por su desarrollo; pero, para aquellos que no están preparados
para dar este paso en el sendero, es aun permisible.
Tiempo llegará no obstante, en que todos deberemos abandonar esta practica alimenticia, de lo contrario retrocederemos en nuestra evolución, lo que ciertamente es asunto muy serio.
THE ROSICRUCIAN FELLOWSHIP
Oceanside, California, 92049-0713
U.S.A.
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