LOS HERMANOS DE TRAJES RESPLANDECIENTES
Los resplandecientes, caminan en trajes de belleza, sus caras vueltas hacia Dios, sus manos extendidas hacia el hombre para ayudarlo en su camino. Ellos siempre iluminan al buscador de la Verdad, ansiosos y listos para felicitar al Hermano recientemente elevado. La decadencia o la muerte no los puede tocar; en senderos alados, de noche, circundan este Globo oscuro como Luces Resplandecientes, faros encendidos, para mostrar al fatigado que el camino hacia Dios no se ha perdido.
¿Quiénes son estos seres radiantes que caminan en Trajes de Gloria, consagrando sus vidas al Servicio de la Humanidad? ¿Son Dioses o Angeles o seres de alguna estrella lejana? No, no son nada de esto; ellos son hermanos, nuestros Hermanos Mayores, los hombres que pertenecen a nuestra propia oleada de vida, que son los pioneros que nos han adelantado; que han desarrollado los poderes que Dios les ha dado, de potencialidades latentes a actividad dinámica.
Estos son los verdaderos superhombres que han merecido el derecho de servir como Auxiliares de Dios en la Obra Gloriosa del Plan Cósmico. Ellos han abierto un sendero ante nosotros, el recto y angosto Sendero de la Iniciación y se han liberado de la rueda del Renacimiento.
Ansiosamente esperan que desarrollemos nuestras propias luces, para que también nosotros nos volvamos Luces Resplandecientes y alguna vez nos unamos al rango de esta exaltada hermandad. Sin embargo, ellos jamás apresuran, alaban y reprenden. El apresuramiento debe venir de adentro, del corazón de cada individuo, ya que también nosotros somos poseedores del derecho divino del libre albedrío en cada pensamiento, palabra y obra.
El Cristo dijo: “Dejad que vuestra luz brille ante los hombres, para que puedan ver sus obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en el Cielo”. Pero ¿cómo podemos desarrollar nuestra luz individual? Una y solamente una respuesta es necesaria. Por medio de un esfuerzo sincero y persistente, recordando siempre que “EL UNICO FRACASO QUE UNO PUEDE TENER ES DEJAR DE LUCHAR”.
Ellos conocen los Secretos de la Eternidad y están equilibrados sobre el mismo borde del Cielo. Aún no se podrá entrar hasta que ellos nos ayuden, al sendero duro y estrecho que han hollado. Sabiduría y Amor – estas fueron las estrellas guiadoras; Viven para ser canales de la Sabiduría de Dios. Bien sea que los reciban o rechacen aún trabajan, para pilotear este mundo triste a través de todos sus años, para que el Gran Plan pueda algún día cumplirse. Y la vida sea tal cual la Voluntad de Nuestro Padre Celestial. Con profunda compasión y un amor ardiente. Ellos contemplan todas las acciones de pecado y deshonra. Ellos saben, comprenden y no condenan; Ellos no son Angeles de un mundo superior, sino Hombres, quienes a través de errores y luchas mentales, alcanzaron al fin la VIDA ETERNA.
Que cada día nos encontremos mucho más lejos en el Sendero acercándonos al momento glorioso en que también caminemos en esta Tierra con Vestiduras de Belleza, con LUCES RESPLANDECIENTES SOBRE NUESTRA FRENTE.
Elizabeth Hansen
Agradecemos al Sr. Raúl Sasia, por este aporte.
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