viernes, 16 de mayo de 2014

UNA MIRADA A LOS RITUALES




UNA MIRADA A LOS RITUALES


MIRANDO CON CURIOSIDAD 

Una fiel se persigna a solas en una iglesia católica. Un lama tibetano realiza una serie de postraciones. En otro lugar del mundo, un masón se levanta durante una reunión por invitación del maestro de ceremonias. Todas estas personas, por muchas diferencias que queramos buscar entre ellas, llevan a cabo rituales; en ocasiones muy sencillos y en otras, engranados en formas más complejas. La razón entrenada en los asuntos prácticos de orden material no deja de experimentar incomodidad ante hechos tan alejados de la experiencia sensorial cotidiana. Si al menos todo fuera 
producto del miedo, si negociaran para obtener un beneficio tangible, si pidieran algo a un poder trascendente… entonces la mente concreta le encontraría una justificación 
material, un sentido que hoy por hoy se le escapa. 

Los rituales configuran una peculiar manera de estar en el mundo y de entender la vida. Intentan reorganizar el espacio externo y el interno, los cuales entrelazan. 
Conforman manifestaciones culturales. Panteísmo, animismo, monoteísmo, politeísmo, budismo desentendido de los dioses personificados, corrientes esotéricas: 
todos los sistemas religiosos, y los sistemas trascendentes que no encajan en el término, los cultivan. ¿Qué está sucediendo en esas mentes? 


LA SED QUE EL AGUA NO PUEDE SACIAR 

Los rituales aportan unidad individual y de grupo, paz y serenidad. Mas pronto caeremos en la cuenta: quien busca paz, es porque aún no la tiene. Un ritual implica una insatisfacción, una declaración de principios por la cual nuestra vida no está plena y buscamos una nueva dimensión del vivir aquí y ahora. De la percepción de la carencia nace la aproximación a lo numinoso, lo sagrado, el espacio total externo e interno, sin barreras. El camino habitual para acceder a la luz es un reconocimiento de la ilusión de esta materia, tanto física como emocional y mental, que no nos sacia. A partir de esa sed viene el intento de crear un espacio sagrado, un lugar donde caminar descalzas y descalzos con el mismo ánimo de María a los pies de Jesús. 


LAS MÚLTIPLES FORMAS DE LA VIDA 

Este fenómeno incluye posturas corporales, sonido, voz, interacción con animales, vegetales y objetos naturales o artificiales. Asimismo, organiza el espacio-tiempo: un sentido y un ritmo, todo se dispone y ordena para ser repetido. La repetición deja una huella energética en los participantes y habla claro de la vocación de atemporalidad y de trabajo interno. La forma ritual procede de un impulso interno revestido de ideas y de emociones. La materia sigue a la energía, y el “espíritu”, en el sentido de lo inmaterial, cristaliza en una forma material que de nuevo apunta a lo espiritual, como las serpientes entrelazadas del caduceo. Los rituales nos hablan de creatividad y de diversidad. 

Tensión en la vida, eterno diálogo de opuestos, mal simplemente en el camino de mostrarse como el auténtico bien que encierra en lo más profundo de su oscuridad. 
Orden que se abre desde su fuente, el Caos. 


SI LA SAL SE VUELVE SOSA, ¿QUIÉN LA SALARÁ? 

El rito también puede contribuir a una autocomplacencia. El camino de ascenso puede transitarse en sentido descendente. La forma no excusa el contenido; la paz no suprime la tensión del cambio. Si nuestros pensamientos no son puros ni durante el 
mismo ritual, ¿qué ceremonia nos elevará? Un ritual de curación rosacruz dice que un vaso sucio no puede contener agua pura y saludable, ni una lente manchada puede dar una imagen precisa. Igualmente, repetiremos viejos errores si parcelamos la verdad, si 
rechazamos la película completa en favor de un solo fotograma y condicionamos lo trascendente a una forma contingente y pasajera, la de nuestro entorno cultural, la que nuestras creencias sancionan tranquilizadoramente, mirando por encima del hombro a las creencias ajenas. Parece que toda forma es susceptible de degenerar, de envejecer y de llegar a estados diferentes del pretendido. “¡Ay de quien tome la vestidura externa de la Torah (su texto literal) como la Torah misma!” La ignorancia es 
nuestro mal. Por eso, una y otra vez nuestros errores nos convocan para renacer con más sabiduría. 


OPORTUNIDAD DE SERVICIO 

Los efectos van más allá de un bienestar psicológico. Toda persona que comienza a participar en un ritual es aprendiz de mago. Las energías acuden cuando se respetan las leyes profundas del cosmos. El silencio deviene en poder de servicio. La armonía se expande y contagia. Estamos diseñados para cosechar experiencia, para ser 
íntimamente felices, para hacernos felices mutuamente. Desde la unidad podemos ser uno con las energías sutiles y participar de ellas como pequeñas chispas de luz. El despertar espiritual consiste en sintonizarse y en formar parte de esas fuerzas vivas que impulsan el cosmos, en servirlas. Nadie posee el poder espiritual. Cuando el héroe Ulises venció simbólicamente al cíclope Polifemo (monstruo individualista y cruel), su sabiduría nos dejó un mensaje de la mayor lucidez y significado. Confrontar su personalidad contra las gigantescas fuerzas de la sombra sólo podía llevarle al fracaso. 
Su destino parecía ser devorado por el monstruo, junto a sus hombres. Así que diluyó sus aspectos personales y dijo al cíclope que él era “Nadie”. Cuando los otros cíclopes preguntaban quién había herido a su compañero, la respuesta invariable era: “Nadie lo 
hizo”. Esto permitió a Ulises y a sus camaradas salir con bien de la isla. Que nuestros actos en la magia que un ritual despliega disfruten de la misma impersonalidad que encierra el mito griego. Si alguien nos pregunta si hicimos tal o cual trabajo interno, 
que desde lo profundo de nuestra conciencia podamos responder con veracidad: 

“Nadie lo hizo. Se hizo, ocurrió, nada en mí es dueño de lo que pasó”. No es el mago quien moviliza la energía, sino la energía la que moviliza al verdadero mago. 


LA ARMONÍA DE LOS CONTRARIOS 

Espacio sagrado y espacio profano, lo externo y lo interno, Ulises y el cíclope, “tú” y “yo”… La llamada genuina de los ritos pide superar la ilusión de los contrarios. A la postre, todo espacio es producto de la Creación, nace de su aliento, vive y evoluciona. 
Todo espacio es sagrado, todo momento es ritual. En todo momento las rosas pueden florecer en nuestras cruces. Tan sólo hemos de cesar en nuestra resistencia, entregarnos y vivir cada momento en la luz. 


Luis Blanco

* * *

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. El valor de la Nada, de nadie, que genera el Todo. el Todo es lo que invalida la Nada, al llenarla, siendo la Nada la fuente del Todo. El Todo no puede existir sin la Nada y de ella surge, mientras que la Nada puede prevalecer sin el Todo.. Por tanto, la Nada puede engendrar el Todo .La Nada no es cero o carencia, si no la entelequia del Todo y no al revés. la 'energía potencial del Todo' radica en la Nada.
    Si usamos un poco de los conocimientos del álgebra abstracta y del análisis matemático, podemos inferir que, sin embargo, el Todo no es nunca estático sino dinámico y que aunque si bien el componente absoluto Nada tiene una ‘aridad’ nula, no es nunca cero, pues intrínsecamente en ella está potenciada el elemento generatriz del qu el Todo, todo es. Para llegar a ser algo del Todo, es decir para llenarnos de Dios y tratar de entender la Totalidad, necesitamos vaciarnos de nuestra personalidad y ser nada y nadie, cual Ulises ante Polifemo. JMR.

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