LA ESTRELLA VERDE
(elaborado de un texto recibido del centro Rosacruz de Corrientes - Argentina)
Existían millones de estrellas en el cielo. Estrellas de todos los tamaños y formas y colores: blancas, plateadas, doradas, rojas, azules, y una verde. Un día, inquietas, se acercaron todas a Dios y le dijeron:
- Señor, nos gustaría vivir en la Tierra, entre los hombres.
- Así será, - respondió el Señor - os haréis pequeñitas para poder bajar a la
Tierra.
Y cuéntase que aquella noche hubo una lluvia de estrellas. Algunas se acurrucaron en las torres de las iglesias, otras fueron a jugar y correr junto a las luciérnagas por los campos, otras se mezclaron con los juguetes de los niños, y la Tierra
quedó maravillosamente iluminada.
Pero, con el pasar del tiempo, las estrellas resolvieron abandonar a los hombres y volver al cielo, dejando la Tierra oscura y triste.
- ¿Por qué volvéis? - preguntó Dios, mientras iban llegando al cielo.
- Señor - dijeron - no nos fue posible permanecer en la tierra. Allí existe mucha
miseria y violencia, mucha maldad, mucha injusticia…
Y el Señor le dijo:
- Tenéis derecho a pensar que vuestro lugar está aquí en el cielo. Y que la tierra es el lugar de lo transitorio, de aquello que pasa, del que cae, del que yerra, del que muere; donde nada es perfecto., mientras el cielo es el lugar de la perfección, de lo inmutable, de lo eterno y donde nada perece.
Después de terminar de llegar las estrellas y comprobar su número, Dios habló de nuevo:
- Falta una estrella. ¿Será que se extravió?
Un ángel que estaba cerca, respondió:
- No, Señor. Una de las estrellas resolvió quedarse entre los hombres. Pensó que su lugar está exactamente donde existe la imperfección, donde las cosas no van bien, donde hay lucha y dolor.
- ¿Qué estrella es ésa? - preguntó Dios.
.- Es la Esperanza, Señor, la estrella verde. Es la única estrella de ese color.
Y, cuando miraron hacia la Tierra, vieron que la estrella ya no se encontraba sola. La Tierra toda estaba nuevamente iluminada, porque había una estrella verde en el corazón de cada persona
Esperanza es el único sentimiento que el hombre tiene. Dios no necesita tener esperanza. Dios ya conoce el futuro. La esperanza es propia de la persona humana, propia de aquél que yerra, de aquél que no es perfecto, de aquél que no sabe cómo será el futuro.
Recibe en este momento la estrellita verde en tu corazón. Es la estrella de la esperanza. Tu estrella verde. No dejes que huya ni permitas que se apague. Ten la
certeza de que iluminará tu camino. Sé siempre positivo y agradéceselo a Dios todo. Sé siempre feliz y contagia con tu corazón iluminado a otras personas.
Boletín Nº 37 AÑO 2.000 - CUARTO TRIMESTRE
(Octubre-Diciembre) FRATERNIDAD ROSACRUZ MAX HEINDEL (MADRID)
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