E L A B O R T O
Entiendo que el aborto es un tema de gran importancia y trascendencia por el profundo significado que encierra, al tratarse de que siempre está en juego una vida humana.
Muchas veces lo he comentado al tema con gran cantidad de personas que estaban o no de acuerdo con que se declare legal al aborto.
En tales intercambios de ideas siempre he sostenido que si la mayor parte de la humanidad creyera realmente en la existencia del renacimiento, a esta altura serían muy pocos los sostenedores de esa práctica tan cruel e inhumana.
Muchos se preguntarán de que cual es la razón por la que vengo sosteniendo esta aseveración y esto es muy simple de contestar, ya que quienes hoy impulsan esta idea de terminar con la existencia de todo ser que habita en el seno de una madre, seguramente las Leyes de Causa y Efecto y Consecuencia, le traerán la justa retribución cuando tenga que enfrentarse a un futuro renacimiento en el mundo físico, seguramente bajo severas condiciones, por haber negado la vida a otros seres en el pasado.
Pero veamos amigos lo que nos informa la Revista Rayos de la Rosa Cruz que publicaba la Sede Central de The Rosicrucian Fellowship de Oceanside, California, U.S.A.
PUNTO DE VISTA ROSACRUZ
SOBRE EL ABORTO
Pregunta: Quisieran explicar, por favor, el punto de vista Rosacruz sobre el aborto.
Respuesta: Las enseñanzas Rosacruces aseguran que la vida es sagrada y santa, que nadie tiene el derecho de destruir la forma en la cual el Espíritu vive.
Si las personas comprendieran el intrincado proceso pre-natal, que tiene lugar en los mundos invisibles previo a traer un Ego de retorno para que pueda ocupar un cuerpo físico y si conociesen todas las causas y efectos de vidas pasadas que forman parte de ese acontecimiento, con toda certeza que abrigarían serias dudas antes de destruir esa forma naciente, aunque estuviera en un proceso de formación de poco tiempo. Desde todo punto de vista, el aborto es siempre un crimen.
ASOCIACION INTERNACIONAL DE CRISTIANOS
MISTICOS MAX HEINDEL
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Agradecemos al Sr. Raúl Sasia, por este artículo.
fraternalmente, Edgardo Ceol
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