L O S S A T E L I T E S
Pregunta:
¿Cómo es que los satélites pueden mantenerse girando en el espacio sin que more un espíritu dentro de ellos si la Tierra tiene dentro de ella al Espíritu de Cristo que la mantiene flotando? Debería ocurrir que la fuerza que sostiene a los satélites en el espacio también mantuviera a la Tierra así como a todos los planetas.
Respuesta:
Los satélites o lunas de los planetas, constituyen el vehículo físico de Jehová, que son mantenidos en sus órbitas por Jehová y el Espíritu Planetario, cuando el planeta tiene uno. Antes de que el Espíritu de Crísto penetrara en la Tierra , nuestro planeta también era mantenido en su órbita por los poderes de Jehová y Cristo, pero desde el exterior de la Tierra. Al respecto, Max Heindel dice lo siguiente:
“El Sistema Solar puede ser considerado como el cuerpo de un Gran Espíritu al que llamamos Dios y del mismo modo que cualquier desarrollo causado por un proceso anormal nos causa dolor cuando ocurre en nuestro cuerpo, del mismo modo semejantes cristalizaciones como las lunas, son causa de disturbios para ese gran Ser.
Así como nuestro sistema se las ingenia para eliminar tales anormalidades, de ese mismo modo el universo expele las lunas que han cumplido ya su propósito.
Mientras los seres que han sido exiliados en una luna se encuentran allí, el Espíritu Planetario del planeta primario, para el cuidado de esos seres, mantiene la luna en su órbita, por medio de la Ley de Atracción, pero cuando ellos regresan al planeta paterno, el Espíritu Planetario ya no tiene ningún interés en esa luna que sirvió su propósito.
Entonces, lentamente la órbita de la luna se va ensanchando y comienza a desintegrarse para finalmente ser expelida al espacio interestelar.
Los asteroides son remanentes de lunas que una vez circunvalaban a Venus y a Mercurio”.
Los satélites construidos por el hombre son, por supuesto, de una clase diferente. Estos son mantenidos en órbita gracias al uso y conocimiento de fuerzas de la naturaleza que han sido descubiertas y utilizadas por el hombre, pero en una escala mucho más pequeña.
Extraído de “Rays From the Rose Cross” , Julio de 1968.
Sección “Los lectores preguntan”
Traductor: Domingo Febles D
Agradecemos al Sr. Raúl Sasia, por este aporte.
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