¿QUIEN PUEDE CURAR A QUIEN?
Por Domingo Febles D.
Cuando observamos el abatimiento de alguien enfermo, tenemos la buena intención de, por lo menos, querer ayudar a calmar el sufrimiento que la enfermedad le produce, pero debemos ser muy claros en una realidad: la buena intención no es suficiente.
Hace falta que la persona que tiene el propósito de curar o calmar posea, además del interés y buena disposición, un conocimiento astrológico, aunque sea rudimentario, que le permita establecer el grado de compatibilidad existente entre él y el enfermo, es decir, conocer la Ley de Receptividad que le permitan saber si armonizan, a fin de que el proceso curativo pueda verse coronado por el éxito, sin olvidar nunca las palabras de Cristo: “No se haga mi voluntad, sino la Vuestra Padre mío”
Los Auxiliares Invisibles Conscientes poseen este y otros conocimientos de una manera acabada. Saben perfectamente que el éxito de las curaciones milagrosas que realizan dependen, entre otros, de tres factores primarios:
1.- El amor puro y desinteresado con que llevan a cabo la actividad curativa dirigidos siempre por los Hermanos Mayores.
2.- La Gran Fuerza Curativa que se genera en el mundo mediante los fervientes Servicios de Curación que son realizados por los miembros de la Fraternidad Rosacruz.
3.- La aplicación inteligente de la Ley de Recptividad, la que permite que los Auxiliares Invisibles que armonizan entre si, por las vibraciones de sus arquetipos, puedan asistir con una alta probabilidad de éxito a las personas que han solicitado ayuda y que a su vez y como muy importante, son compatibles con ellos en sus vibraciones arquetípicas.
Tema extraído de la Revista ECOS DE SANTO DOMINGO del Centro Fraternidad Rosacruz de la República Dominicana.
Agradecemos este aporte al Sr. Raúl Sasia.
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