sábado, 1 de abril de 2017

¿Qué es la Paz Profunda?

¿Qué es la Paz Profunda?

paz2“Pax profunda omnibus hominibus bonae voluntatis” (“Paz profunda a todos los hombres de buena voluntad”) es un saludo tradicional de las Escuelas Esotéricas de Occidente, especialmente de la Rosacruz, y que generalmente se sintetiza en dos palabras: “¡Paz Profunda!”
Su origen puede hallarse en Lucas 2:14 donde se dice: “¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz para con los hombres de buena voluntad!” (“Gloria in altissimis Deo et in terra pax in hominibus bonae voluntatis”). No obstante, la Paz de los Iniciados es una “Paz Profunda”, la misma a la que se refiere Filipenses 4:7: “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros entendimientos en el Cristo Jesús”.
Verdaderamente, la Paz de Dios o Paz Profunda está por encima de toda comprensión porque no es una Paz externa que esté supeditada a eventos que procedan del mundo profano y a estímulos provenientes de “afuera” sino que es una Paz interna, vinculada a procesos espirituales.
De acuerdo a los místicos, hay tres etapas medulares en el Sendero: la vía purgativa, la vía iluminativa y la vía unitiva, relacionadas a las “tres edades” de la vida espiritual: la de los incipientes, la de los proficientes y la de los perfectos. En la terminología que usamos en nuestra Escuela de Filosofía Iniciática vinculamos estas tres etapas con la Ascesis, la Iniciación y la Reintegración, y a las “tres edades” con los grados de adelanto: probacionismo (o discipulado en probación), discipulado y adeptado. De acuerdo a Clemente de Alejandría, en la primera etapa predomina el Temor de Dios, en la segunda la Fe y la Esperanza, y en la tercera el Amor y la Sabiduría.
Estas tres etapas están directamente relacionadas con una “Paz Profunda” que no es otra cosa que un estado de conciencia superior pero que significa dos cosas distintas, dependiendo del grado de avance en el Sendero.
Para los discípulos, la Paz Profunda es la Iniciación o Iluminación, que los musulmanes llaman as-sakînah, el Zen Satori, los hindúes Samadhi, los budistas Bodhi, y que también se conoce como “despertar del ojo interior”. Para los Adeptos –mientras tanto–, es decir aquellos que ya han iluminado su conciencia, la Paz Profunda significa un supra-estado de conciencia: la Reintegración o Unión con la Fuente Primordial, que es también Moksha, Paranirvana o Mukti. (1)
En otras palabras, cuando saludamos a alguien augurándole “Paz Profunda” estamos haciendo votos para que, en vinculación con su propio estado de conciencia, pueda avanzar en el sendero de desarrollo consciencial y alcance la paz de Dios, aquella que –en palabras de San Pablo– “está por encima del entendimiento”.
Ciertamente, la paz de los iniciados es una paz profunda que proviene del corazón y no es la misma paz superficial que buscan los profanos. De acuerdo con Krishnamurti: “La guerra es una mera expresión externa de nuestro estado interno, una amplificación de nuestra actividad diaria. Es más espectacular, más sangrienta, más destructiva, pero es el resultado colectivo de nuestras actividades individuales. (…) Ningún dirigente, ni gobierno, ni ejército, ni patria, va a darnos la paz. Lo que traerá la paz es la transformación interna que conducirá a la acción externa. La transformación interna no es aislamiento; no consiste en retirarse de la acción externa. Por el contrario, sólo puede haber acción verdadera cuando hay verdadero pensar; y no hay pensar verdadero cuando no hay el conocimiento propio. Si no os conocéis a vosotros mismos, no hay paz. Para poner fin a la guerra externa, debéis empezar por poner fin a la guerra en vosotros mismos”. (2)
paz profunda

“Antes de orar debes de comprender que detrás de todos tus deseos de objetos o de situaciones del mundo, sólo hay un deseo: la Paz Profunda. Y ese deseo último que tanto anhelas y que proyectas en los objetos y situaciones del mundo sólo lo puedes obtener en la interioridad” (Ermitaño anónimo en “Pequeño tratado de oración contemplativa”)
Notas del texto
(1) El hito de la “Iniciación” está marcado con el número “1” en el esquema adjunto (Paz del Alma) y el de la Reintegración con el número “2” (Paz del Espíritu)
(2) Krishnamurti: “La libertad primera y última”
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