Pensamiento del domingo 26 de mayo de 2013.
"¡Cuántas cosas podéis comprender meditando ante una rosa!
Contempladla, uníos a su espíritu, habladle como si se tratara
de un ser vivo, pedidle que vuestra alma se vuelva como ella, que
se impregne de sus quintaesencias para que se convierta, ella
también, en una flor en el jardín de Dios, y pueda deleitar a
las entidades celestiales a las que les gusta frecuentar la
tierra.
Porque las entidades celestiales se alegran de descubrir
flores en su camino: almas puras y luminosas. Se ocupan de ellas
y las protegen para hacerlas todavía más hermosas.
¡Aún otro misterio, una rosa! Su color es el del amor
espiritual; su forma, la expresión de la armonía perfecta; su
perfume, el de la pureza. Pero entre los que hacen crecer rosales
en su jardín, o que ornamentan sus hogares con ramos, ¿cuántos
sospechan realmente lo que representan las rosas? ¿Por qué no
buscan a través de ellas el camino del verdadero amor, el amor
que no encarcela, el amor que libera?"
Omraam Mikhaël Aïvanhov
y las protegen para hacerlas todavía más hermosas.
¡Aún otro misterio, una rosa! Su color es el del amor
espiritual; su forma, la expresión de la armonía perfecta; su
perfume, el de la pureza. Pero entre los que hacen crecer rosales
en su jardín, o que ornamentan sus hogares con ramos, ¿cuántos
sospechan realmente lo que representan las rosas? ¿Por qué no
buscan a través de ellas el camino del verdadero amor, el amor
que no encarcela, el amor que libera?"
Omraam Mikhaël Aïvanhov
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