jueves, 21 de mayo de 2015

Cómo ayudar al prójimo



COMO AYUDAR AL PRÓJIMO


Cuando nuestro “YO” Superior “consigue” mostrarnos el camino recto y comenzamos a recorrerlo, percibimos que de alguna manera, casi en forma automática, modificamos nuestro ángulo de visión sobre todo lo que nos rodea.

Ahora bien, bajo el efecto de ese cambio, muchas veces tenemos la sorpresa de que al intentar modificar el mundo reclamando a todos y de todo, corremos el riesgo de acreditar que teniendo poco conocimiento de la literatura filosófica oculta, ya significa tener un pasaporte al Cielo.

En este caso: ¿Dónde está el conocimiento, la comprensión, el amor y la tolerancia?.

Si queremos que los demás modifiquen su actitud ante la vida, hagámoslo primero nosotros..

¿Queremos en verdad ayudar a nuestros hermanos del mundo? Cuando comenzamos a expandir nuestros horizontes, esto se convierte en algo claro y correcto. No tendría sentido ser un aspirante Rosacruz, si no estamos imbuidos por un auténtico amor a nuestro prójimo, tal como nos lo recomienda nuestro Señor Cristo Jesús.

Más una reflexión siempre es muy necesaria. ¿Estamos ayudando realmente a todos aquellos seres que están dentro de nuestro hogar o estamos simulando un tratamiento que en verdad no lo hacemos con sinceridad de corazón?

Nuestro hermano Max Heindel dice que la Caridad comienza en casa.

Imaginemos entonces que cada uno de nosotros es el centro del Universo, comencemos nuestro trabajo internamente, extendiéndolo luego hacia toda la familia, cuidando de que seamos amigos, en el verdadero sentido de la palabra y cuando estemos totalmente convencidos, nos podremos sentir en condiciones de extender hacia nuestros semejantes toda la preciosa ayuda que necesitan, aumentando ese número de personas cada vez más a medida que pase el tiempo.

A su vez, nunca nos debemos sentir incomprendidos, sino que siempre debemos comprender a nuestros semejantes.

Por último, es necesario reflexionar si ya hemos asimilado los grandes valores que encierran las preciosas enseñanzas que recibimos de los Hermanos Mayores, por medio de nuestro querido e inolvidable amigo y hermano Max Heindel.

Por un Estudiante


ASOCIACIÓN INTERNACIONAL DE CRISTIANOS

MÍSTICOS  MAX  HEINEL

Colombres 2113 – Córdoba - Argentina


Agradecemos al Sr. Raúl Sasia, por este aporte

*

No hay comentarios:

Publicar un comentario