DE LA CLARIVIDENCIA
por
Orión de Panthoseas
Lo que una persona sea
susceptible de captar del mundo exterior dependerá, naturalmente, de la
capacidad y sensibilidad que detenten los órganos de sus sentidos. Así, por
ejemplo, un pintor estará normalmente dotado para descubrir colores con matices
tan sutiles que acaso jamás pueda llegar a distinguir otra persona no amante de
la pintura.
El mero hecho de que actualmente
dispongamos de cinco sentidos, ello no debe significar que en el futuro no
hayamos de disponer de otros sentidos nuevos, como en realidad así ha de ser,
pues ya hubo un tiempo en que sucesivamente tuvimos dos, tres o cuatro, por lo
que, hoy, de manera semejante, la creencia entonces que podríamos
incrementarlos era achacado a cosa de la imaginación o de mera fantasía de
quienes entonces lo afirmaban. Sin embargo sabemos a ciencia cierta de la
existencia de regiones y planos diferentes al plano tridimensional, regiones y
planos en que la materia vibra mucho más rápidamente que en nuestro mundo de
percepción ordinaria, y eso debemos afirmarlo claramente y con rotundidad en
las mismas puertas del tercer milenio de nuestra era, pues sus consecuencias
son trascendentales del mismo modo a como lo han sido siempre. Debemos recordar
en este instante con sensatez meridiana casos como los de Miguel Servet,
Giordano Bruno o Galileo Galilei y no desfallecer, puesto que ningún falaz
entuerto de cada época negra ha conseguido que se el edificio de la verdad se
desmoronase. En consecuencia ahí sigue ese edificio de verdad, y nosotros
pacientemente conociéndolo, develándolo a través de nuestras ciencias: la
material y la espiritual.
Por ello, el sexto sentido a que
aludimos es un sentido que se manifiesta triple, pues triple es el grado en que
de forma paulatina procede en su desarrollo: a) Visión etérica: Es su grado
inferior y, por medio de ella – muy semejante a los Rayos X – podemos ver en la
región etérica del mundo físico, donde encontraremos y descubriremos a
entidades tales como los espíritus de la naturaleza: ángeles, gnomos, ondinas,
silfos y salamandras. Con esta visión puede mirarse con éxito a través de todos
los objetos a excepción del vidrio, dado que no es conductor de la
electricidad, consiguiendo descifrar sus partes y composición interior; b) Visión
astral o visión en el mundo del deseo. En este mundo podremos encontrarnos con
las huestes arcangélicas, además de con los hombres y mujeres desencarnados que
aún se encuentren en este plano. Mediante esta visión los objetos son vistos no
de frente únicamente como son vistos aquí, en el mundo tridimensional, sino
completamente extendidos y en todas direcciones, desde los trescientos sesenta
grados del círculo por medio de una sola mirada; y c) Visión mental o visión
que alcanza la región del pensamiento concreto. Aquí tiene su sede el segundo
cielo, y en él se construyen y tienen su residencia los arquetipos de todo
cuanto existe en nuestro mundo; su peculiaridad consiste en que el clarividente
no estará observando las cosas por partes, de forma estructurada y desde todos
los ángulos, sino que percibe a la vez aquellas realidades como un compendio
viviente y hablante, con la calidad de un presente y eterno ahora que le
vertirá a la conciencia una plasmación total acerca de su virtualidad, motivo
por lo que, al regresar a la conciencia normal, la ordenación siquiera
elemental de narrar y detallar cuanto haya visto y percibido, le devendrá en
aspiración rotunda y absolutamente imposible.
Ahora bien, las diferencias entre
los poseedores de los grados de visión descritos son de importancia capital.
Así, los poseedores de la visión etérica son de dos clases: los videntes
involuntarios por un lado y los voluntarios por otro. Los primeros son aquellos
que mediante prácticas negativas de desarrollo espiritual han logrado ver, si
bien no disponen de elección alguna para variar de visión o abandonar lo
presenciado en aquel momento. El vidente voluntario, por contra, y mediante
ejercicios debidamente dirigidos por un maestro competente, puede observar a
voluntad cuanto quiera, durante el tiempo que quiera y en la dirección que
desee. Hemos de reconocer, sin embargo, que existe una creencia muy
generalizada acerca de que, cuando alguien es capaz de ver en los mundos
invisibles, dicho vidente tiene obligación de verlo todo, saberlo todo y
asimismo comprenderlo, cuando nada más lejos de la realidad ocurre. Porque,
teniendo en cuenta la máxima analógica de – “como abajo es arriba”- al igual
que en nuestro mundo ordinario, allí cada cual ha de aplicarse y disciplinarse
a fin de estudiar y comprobar con rigor e intensidad aquello que quiera llegar
a conocer y dominar. Nadase regala en ningún mundo. Si no se trabaja, no se
conoce. Por tanto, el vidente voluntario es alguien que persiste y que
consistentemente ha trabajado para lograr aquel modo de ver lo mejor posible
bajo el dominio de la voluntad.
En un escalón más alto, y, por tanto, con un poder más alto aún que el vidente anterior, encontramos al iniciado. El iniciado no sólo detenta la facultad del anterior, sino que tiene la facultad de abandonar conscientemente su cuerpo denso a fin de manipular e investigar los mundos invisibles. Es así que, y por grados sucesivos, conseguirá conocer su propio funcionamiento interno a fin de que, uniendo estas fuerzas a las fuerzas naturales, proseguir y prosperar dentro del plan evolutivo mediante el aporte de su propio esfuerzo.
En un escalón más alto, y, por tanto, con un poder más alto aún que el vidente anterior, encontramos al iniciado. El iniciado no sólo detenta la facultad del anterior, sino que tiene la facultad de abandonar conscientemente su cuerpo denso a fin de manipular e investigar los mundos invisibles. Es así que, y por grados sucesivos, conseguirá conocer su propio funcionamiento interno a fin de que, uniendo estas fuerzas a las fuerzas naturales, proseguir y prosperar dentro del plan evolutivo mediante el aporte de su propio esfuerzo.
Más arriba aún, el Adepto es
quien, además de ver y conocer, se ha convertido en un experto en el uso de las
fuerzas de la Naturaleza, por lo que, para la persona ordinaria, la mayoría de
las cosas que hiciere podrían ser consideradas como hechas por arte de magia,
cuando es su conocimiento superior el que le permite dicha ordenación. Siendo
ello así, aprovecharemos la oportunidad para dar a conocer un tanto acerca de
la vida y poderes de los adeptos, pues de ellos hemos tenido a menudo
referencias históricas o por lo que hace al punto de vista oculto.
El Adepto conoce el medio
perfecto para controlar tanto sus acciones como sus emociones, de ahí que no
desgaste el cuerpo, dado que el cuerpo de deseos es el constante destructor del
organismo y lo ha dominado y controlado; conoce asimismo los elementos que
necesita para mantener el cuerpo físico y sus estrictas proporciones,
consiguiendo con ello el máximun de nutrición y el mínimo desgaste en la
economía de la vida, motivo por el que puede mantener un aspecto de juventud y
salud durante cientos y quizá miles de años. Pero, además de esta posibilidad,
el Adepto también tiene la de construir un nuevo vehículo denso si una razón
evolutiva lo requiriese, y la forma es la siguiente:
De acuerdo con una ley de la
Naturaleza, según la cual la vida inherente a cada célula de cualquier
partícula de alimento debe ser dominada por el Ego antes de que pueda ser
asimilada, para el Adepto es posible componer un extracto de los elementos con
los que se pueda construir un organismo para, después,
pasar del viejo al nuevo. Por ello, lo primero que hará será ingerir los
alimentos seleccionados y hacer que sintonicen con el átomo-simiente y sean
asimilados de manera apropiada. Una vez esto, deberá proceder a su extracción
para, de forma paulatina, ir conformando el nuevo cuerpo. Por tanto, habrá
tenido que comenzar previamente a nutrirse con cierto exceso a fin de llevar a
cabo la extracción mencionada sin quebrantar su salud. Generalmente, este nuevo
vehículo, en su matriz etérica, es colocado en una habitación o cuarto donde
jamás, excepto él, nadie entrará. Una vez haya dado conclusión a su trabajo, lo
único que le queda es abandonar el viejo cuerpo y entrar en el nuevo. Tan
sencillo y difícil como esto. Nada más. Según se sabe hoy, esta es la solución
a los presuntos enigmas tanto de Cagliostro como acerca del Conde de Saint
Germain y otros. Por necesidades de servicio a la humanidad, y de un día para
otro, ellos variaban de país o lugar de residencia e incluso de actividad. En
el mejor de los casos, nadie hubiera sospechado otra cosa sino que, cual al
uso, los espíritus de los cuerpos abandonados hubieran seguido su proceso
normal postmorten.
En este punto oportuno, y a fin de proporcionar mayor claridad, queremos señalar que existe una ley en la Naturaleza según la cual nadie puede construir un vehículo si antes y por evolución no ha aprendido a construirlo, es decir, si no se ha capacitado para ello. Por consiguiente, Cristo, con la altura espiritual y poder que ostentaba, no podía, en consecuencia, construirse para Sí Mismo un cuerpo físico. Él nunca había tenido una experiencia de vida celeste semejante, ni en relación con la formación de arquetipos ni por lo que hace a la experiencia de pasar por la matriz de una madre terrenal. Este fue el motivo por el que alguien debió ser elegido para que construyese para Él el cuerpo denso que iba a necesitar, y ese altísimo honor fue concedido a la familia formada por José, María y Jesús de Nazaret. En el acto del bautismo Jesús cedió a Cristo, y éste tomó de Jesús, el cuerpo denso y el cuerpo vital; no de otra manera podría Cristo unir su propia cadena de vehículos, desde el cuerpo de deseos, y venir a ser en este plano tridimensional nuestro para hacerse ver, sentir y escuchar. El error de muchos, cristianos o no, consiste en confundir a Jesús y Cristo, cuando en realidad son dos entidades tan diferentes.
En este punto oportuno, y a fin de proporcionar mayor claridad, queremos señalar que existe una ley en la Naturaleza según la cual nadie puede construir un vehículo si antes y por evolución no ha aprendido a construirlo, es decir, si no se ha capacitado para ello. Por consiguiente, Cristo, con la altura espiritual y poder que ostentaba, no podía, en consecuencia, construirse para Sí Mismo un cuerpo físico. Él nunca había tenido una experiencia de vida celeste semejante, ni en relación con la formación de arquetipos ni por lo que hace a la experiencia de pasar por la matriz de una madre terrenal. Este fue el motivo por el que alguien debió ser elegido para que construyese para Él el cuerpo denso que iba a necesitar, y ese altísimo honor fue concedido a la familia formada por José, María y Jesús de Nazaret. En el acto del bautismo Jesús cedió a Cristo, y éste tomó de Jesús, el cuerpo denso y el cuerpo vital; no de otra manera podría Cristo unir su propia cadena de vehículos, desde el cuerpo de deseos, y venir a ser en este plano tridimensional nuestro para hacerse ver, sentir y escuchar. El error de muchos, cristianos o no, consiste en confundir a Jesús y Cristo, cuando en realidad son dos entidades tan diferentes.
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BABA VANGA Predicciones - Profecías desde el año 2014 hasta el 5079.
Duración= 0:03:00 horas
Publicado el 12/12/2013
BABA VANGA
Por su Nombre Real Vangeli Gushterov era una mujer famosa clarividente búlgaro, que murió en 1996, pero dejó una larga lista de predicciones. Entre algunos que abarca desde 2014 hasta 5079, cuando se dio a entender que va a llegar el fin del mundo.
Agradecemos al Sr. César Lillo Arellano por este aporte.
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