DOCTRINA ROSACRUZ EN
PREGUNTAS Y RESPUESTAS
Pregunta: Para aquellos que han sido educados en algunas escuelas de pensamiento,
es muy fácil aceptar la realidad de la existencia de la otra vida y la
incidental experiencia purgatorial en
ellas; pero no les es fácil comprender porque no es factible para el individuo
aprender todas las experiencias necesarias para progresar en el mundo
espiritual, sin tener que renacer una y otra vez en nuevos cuerpos. Si existe
una razón imperativa para estos `periódicos retornos a la carne, como explican los Rosacruces,
quieren manifestarla no concisa, sino detalladamente.
Respuesta: La necesidad del Renacimiento tiene dos
fases: una física y otra espiritual. Si los componentes minerales de nuestros
cuerpos no se cristalizasen y fuese posible mantenerlos jóvenes y flexibles por
millones de años, no sería necesario renacer; podríamos aprender las lecciones
de la vida a través de la ininterrumpida sucesión de las edades. Pero debido a
nuestra ignorancia y abuso de este cuerpo, generalmente no dura mucho más de
los 70 años y la mitad de ese tiempo como promedio. Por lo tanto, si viviésemos
aquí solo una vida corta de 30 o 40 años, sería imposible aprender todas las
lecciones que debieran sernos enseñada en este medio ambiente y eso sería un
derroche de energía. . Como seres humanos, no pensaríamos construir una escuela
provista de todos los adelantos y equipos necesarios para la enseñanza de los
alumnos y graduarlos luego de un día de asistencia a ella; eso sería
exactamente análogo a un sistema cósmico que requiriera la asistencia de los
discípulos a la escuela de la vida solamente por un día. En lugar de ello,
cuando ha terminado el primer día de escuela, enviamos al niño a su casa para
que asimile su lección y se prepare para el siguiente día escolar y así
sucesivamente por muchos días, meses y años.
Similarmente,
las Jerarquías Divinas que guían nuestra evolución, nos envían a la escuela de
la Tierra cada día y al terminarse esta somos llamados a nuestro hogar
celestial para descansar y prepararnos para el siguiente día o vida en la
escuela terrena. Sería una absoluta imposibilidad para nuestros Instructores
atiborrar la cabeza del pupilo, aunque fuera muy precoz, con toda la sabiduría
que deba aprenderse en la escuela, si el tiempo se limitara a solo un día. Pero
dando días sucesivos, que al fin suman años, les es posible impartir,
gradualmente, todo su conocimiento al educando.
Esto es
igual en la escuela de la vida: la sabiduría y el amor cósmico no pueden ser
enseñados en muy corto tiempo; dura edades, pues las cualidades no son como el
crecimiento de los hongos, que puede tener lugar en una noche. Más bien se
parece al fuerte roble que necesita un siglo para desarrollarse, pero que tiene
una firmeza y una fuerza a las que ni remotamente se aproxima el hongo.
Más aún,
la constitución y condiciones de los mundos espirituales los hacen inapropiados
para las fases de progresión que el hombre tiene que aprender en el Mundo
Físico. En la actualidad la humanidad está desarrollando la mente por el uso
del pensamiento correcto, que ha de convertirse en recta acción y esto
puede hacerse mejor en un reino en el que las condiciones son firmes y rígidas.
Cuando un inventor visualiza
una máquina o artefacto puede parecer que trabaje maravillosamente en su
mente, pero las ruedas que giran tan primorosamente en el Mundo del
Pensamiento en el que la ley es interpenetración, frecuentemente se encuentra
que frotan unas con otras y que se obstaculizan en su curso cuando el modelo es
hecho de material físico.
Eso demuestra que su
pensamiento era erróneo y entonces se ve forzado a trabajar y corregir el error
o abandonar el proyecto. De esta manera, la condición física actúa como un
correctivo y mostrando sus errores, se le hace posible aprender gradualmente a
desarrollar el pensamiento correcto e incorporarlo en una máquina para que
funcione bien.
De modo similar, quien trata
de emprender un negocio, piensa con detalle como ha de marchar, pero
subsecuentes descubrimientos con frecuencia le enseñan que no ha calculado
bien. Así, a él también, por sus equivocaciones le es demostrado donde es
erróneo su pensamiento y se le da la oportunidad de corregirlo.
Estas cosas no pueden ser
aprendidas en el mundo espiritual en donde uno sale a través de una ventana o
por una chimenea, tan fácilmente como a través de una puerta, porque allí todo
es fluídico y plástico. Siendo Divinos, tenemos infinitas posibilidades
latentes en nosotros, pues somos Dioses en formación.
El pensamiento es una fuerza
creadora y a menos de que aprendamos como usarla de manera correcta, puede
resultar ser una maldición en lugar de una bendición, tanto para nosotros como
para las criaturas que hemos de auxiliar en edades futuras.
En ese caso, no podremos
ayudarlos en la creación de vehículos apropiados, y podríamos crear
monstruosidades. Por consiguiente, la escuela terrena es una absoluta necesidad
para enseñarnos a pensar con rectitud y por ese medio crear
adecuadamente tanto en las substancias sutil como densa con las que tenemos
que trabajar.-
ASOCIACION
INTERNACIONAL DE CRISTIANOS
MISTICOS
MAX HEINDEL
Colombres
Nº 2113 – Bº Lomas de San Martín
5008
– Córdoba – Argentina
e-mail:
cristianosmisticos@argentina.com
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Agradecemos al Sr. Raúl Sasia, por este aporte.
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