La mayoría de las personas pierden la mayor
parte de su vida satisfaciendo sus deseos de placeres. A veces tienen deberes y
procuran dejarlos para otros mientras ellos descansan; otros son responsables
de un trabajo que beneficia a los demás y no se hacen responsables porque
prefieren perder el tiempo en cosas sin importancia; otras veces tienen la
oportunidad de ayudar a alguien que les necesita y prefieren no mirar. No saben
que se están creando deudas con esas personas y que algún día tendrán que hacer
algo por ellos, pero además, están perdiendo una gran oportunidad de desarrollo
interno.
Cuando
cultivas tu carácter para espiritualizarlo, estás abriendo tu conciencia a la
influencia del Poder del Espíritu o Yo Superior. Es bueno que tengas fe en ese
Poder para que él te mande sus mensajes, porque te ayudarán a mantener la paz y
la armonía interna, pero es mejor aún que te familiarices y hables con él,
porque él te escuchará y te responderá adecuadamente. Cuéntale cuáles son tus
ideales y esperanzas pero no le exijas, pues él sabe bien lo que te corresponde
y cuándo lo has de recibir.
Es
conveniente que estudies tus defectos porque ellos mismos hacen que veas el
mundo de otra forma. Los defectos son como las manchas de un cristal, si no se
hace una buena limpieza y te esfuerzas por mantenerlo limpio, llegará el día en
que lo verás todo oscuro. Estudia tus actitudes en cada circunstancia y con las
personas que te rodean y se sincero a la hora de juzgarte.
Si
sufres de alguna enfermedad no estés de mal humor ni te desesperes, pues no
conseguirás nada más que hacer sufrir a los que te rodean. Piensa que te estás
quitando una deuda de tu destino como el que quita una mancha de su traje; una
vez quitada, ya no vuelve a salir. La enfermedad es el resultado de las irresponsabilidades,
de la ignorancia y de las debilidades del ser humano. Su único fin es que
tomemos conciencia de la necesidad de cuidar el cuerpo físico y de lo que no
debemos hacer con él.
Procura
tener control sobre tu mente para que no se vuelva egoísta y personal, y no se
fije en las necesidades del mundo. No permitas que te haga creer que siempre
tienes razón; no permitas que te haga creer que eres un líder y caigas en una
falta de humildad; no permitas que te incline a hablar siempre tú pensando que
eres el más inteligente; no permitas que te anime a utilizar tu popularidad o
carisma para aprovecharte de las circunstancias; no permitas que te incline a
mandar, dirigir y organizar como si todo fuera tuyo cuando es también de los
demás. Piensa que tú puedes y debes hacer lo que hacen los demás por muy bajo
que te parezca, de esta forma y sin darte cuenta serás el más grande.
Debes
saber que con cada pensamiento, palabra y obra buena que hagas estás haciendo
un ahorro en el “Banco Universal”. De esta forma, cuando los Ángeles
administradores del karma individual lo crean conveniente, te darán un premio
como recompensa (aunque sea llamado suerte o casualidad) Pero si tus obras y
sentimientos no están en esa línea, no esperes nada porque nada has ingresado
en el Banco. Pero también es cierto que el que mucho recibe en esta vida
gracias a personas serviciales y altruistas, debe hacer lo mismo para compensar
la balanza, de otro modo lo perderá.
“El
amor nunca se acaba” dice el Libro Santo. Haced todo con amor: si escribís una
carta hacedlo con amor; si estrecháis la mano, hacedlo con amor; si os dais un
beso, dadlo con amor. ....Pero también: si hacéis algo que os repugna, hacedlo
con amor; si os tenéis que reunir con personas que no son de vuestro agrado,
habladles con amor; si os dan de lado, admitidlo con amor.
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parte de: Cómo ganar el cielo estando en la Tierra
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