viernes, 11 de abril de 2014

¿Sabe usted que estudiar?




¿SABE USTED QUE ES ESTUDIAR?

            No siempre las personas entienden precisamente lo que significa estudiar.
Se emplea este verbo muchas veces para designar el acto de pasar un período de tiempo más o menos prolongado sentado de cualquier manera y mirando de vez en cuando las líneas impresas en un libro de texto y pensando en otra cosa que nada tiene que ver con lo que está escrito.
            También se llama estudiar a la repetición de memoria de datos y nombres y aún un esfuerzo concentrado para resolver un difícil problema o comprender el sentido oculto de un parágrafo.
            Para Emilio Mira y Lopez, de actuación fecunda y saliente en el campo de la Psicología y la Psiquiatría , el estudio: “es el acto de concentrar toda la actividad personal en la adquisición de nuestros conocimientos y su integración en el ámbito de la cultura individual”.
            En cualquier colegio, el grupo estudiantil podría ser dividido en tres subgrupos con características bien definidas.
(1) Un grupo numeroso que estudia para pasar el tiempo. Estos alumnos asisten a las aulas sin tener un propósito definido. Van porque “es divertido” y se distraen en el colegio. En el aula encuentran siempre un motivo para la gracia o la risa, para las bromas de mal gusto y las interrupciones inoportunas. Se convierten en especialistas en el arte de simular.
Cuando el profesor se esfuerza por explicar un problema, ellos simulan interesarse, pero en realidad sus pensamientos están dirigidos a regiones muy distantes. Y por cierto que es muy claro que no aprovechan, no aprenden, por lo que son reprobados en varias materias, luego, en la vida, se convierten en elementos que se refugian fluctuando en el mar de los fracasados.
(2) Un segundo grupo, también numeroso, lo consideran una obligación y se adaptan relativamente a la disciplina escolar. A ellos los anima el único propósito de acumular en el menor espacio de tiempo posible, la mayor cantidad de datos que los habiliten para pasar los exámenes finales. Dice Mira y Lopez que cuando a esta actitud se suma una buena memoria y cierto deseo intenso de “brillar” personalmente, tiene los ingredientes que determina lo que el vulgo califica de “buen” estudiante, como estudiante aplicado y que en la jerga estudiantil se designa con el calificativo de “traga libros”.
(3) El tercer y último grupo, reducido, seleccionado, está formado por los que estudian para satisfacer una “necesidad de espíritu”, que realmente tienen sed por saber; aquellos que ansían levantar el velo que oculta la verdad, para conocerla directamente. Podemos llamar a estos como verdaderos estudiantes. Son los alumnos que no se conforman solo con almacenar datos, sino que procuran examinar lo que se oculta detrás de ellos. Estudian y desmenuzan los asuntos para compenetrarse de su contenido. Para ellos el estudio es verdaderamente formativo, además de ser informativo, por eso lo consideran como una fuente de placer, en contraste con los otros dos grupos, para quienes el estudio es un pasatiempo o una penosa obligación.
Y ahora, joven amigo que me acompañas en estas consideraciones: ¿en que grupo debemos clasificarte?
S.V.C.
Tema traducido de la Revista SERVICIO ROSACRUZ de la Fraternidad Rosacruz de San Pablo, Brasil.-

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Agradecemos al Sr. Raúl Sasia, por este aporte.

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