miércoles, 23 de julio de 2014

Sinfonía crepuscular del mar


SINFONIA  CREPUSCULAR  DEL  MAR

                                                                            Por Corinne Heline
           
Seres tales como las Ondinas o espíritus del agua que realmente existen, se da como una débil creencia en nuestro mundo material. Sin embargo, de hecho se mantiene, a pesar de nuestra carencia de visión y pereza de comprensión, podemos ver un glorioso espectáculo de uno de los ceremoniales de la naturaleza, si miramos fijamente el horizonte del mar en el crepúsculo.
            A las Ondinas se les llama correctamente “Espíritus del Mar” porque ellas incorporan en si esos mismos elementos. Sus ágiles movimientos y melodiosas canciones son una combinación armoniosa del barrido melódico y el ritmo de las rompientes  movedizas.
            Las Ondinas son vistas a menudo en las marejadas cuando se rompe en la playa. Ellas dan la impresión de ser tímidas y huyen de los ruidos humanos tales como el griterío y las risotadas fuertes.
            Por consiguiente, la hora más propicia para deleitarse con sus diversiones, es la hora del crepúsculo, cuando las playas están algunas veces desiertas y tranquilas. Entonces es que, tan lejos como el ojo puede ver, estas pequeñas criaturas se ven que vienen cabalgando en la espumosa cresta de las olas, como una exquisita mezcla de agua brillante de aire y de sol.
            Los Silfos, los espíritus del aire, están tan en armonía con las Ondinas, que ellos flotan justo por encima de las olas, en luminosas asociaciones y en ritmo perfecto con las Ondinas. El conjunto de Silfos y Ondinas, con sus siluetas al fondo del dorado brillante del Sol que se esconde y las sombras malva-rosas del crepúsculo descendiente, forman una impresión celestial. Escenas tales como estas, esperan la inspiración de un artista de la Nueva Era , bendecido con los ojos que ven la verdad.
            Hay leyendas encantadoras concernientes a las Ondinas. Se refiere a que solo una telaraña llena de Luz es dejada brillando en el mar en la expiación al término de su vida – la que generalmente se extiende a varios cientos de años de nuestro tiempo. Pero si una Ondina es amada de un mortal, entonces parte del alma del mortal es entregada a ésta y de esta manera es dotada con la inmortalidad. La realidad y la fantasía están extrañamente entremezcladas. La herencia de cada Ondina debe ser la inmortalidad debido a que ellas son la esencia de la belleza y la belleza es el corazón más íntimo de la verdad, la cual siempre es inmortal.
            La canción de la Ondinas está armonizada con el ritmo de las mareas. Sus voces son tan suaves y profundas que ellas se confunden con los sonidos más ruidosos del mar. Sin embargo, una vez que estas voces son escuchadas, nunca más se pueden olvidar. Debido a que sus canciones son tan melancólicas, tan encantadoramente amorosas, es que la memoria de ellas se prolonga en el corazón de uno, para siempre, tal como un sueño largamente acariciado.-.

Agradecemos al Sr. Raúl Sasia, por este aporte.

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