¿Qué es para ti la Iluminación?
Un Maestro espiritual le preguntó a uno de sus discípulos: “¿Qué es para ti la Iluminación?”.
El muchacho, tras pensarlo unos segundos, respondió: “Para mí, la Iluminación se asemeja a un soldado raso que se despierta un día en la lujosa cama de un mariscal”.
Antes que el Maestro pudiera decir algo, otro discípulo se adelantó y afirmó: “Yo creo justamente lo contrario. Para mí, la Iluminación es parecida a un mariscal que se despierta en el miserable camastro de un soldado”.
– Los dos tienen razón -sentenció finalmente el sabio- y los dos se equivocan. La Iluminación no es otra cosa que un encuentro de los opuestos. Por eso, se parece a un soldado que despierta como mariscal y un mariscal que despierta como soldado.
Notas al margen
¿Quién experimenta la Iluminación? No es el cuerpo ni el espíritu sino el Alma. Y el Alma no es otra cosa que un puente entre el mundo material y el mundo espiritual.
Por lo tanto la Iluminación significa la reunión de los opuestos, la percepción lúcida de un punto intermedio, lo que determina el descubrimiento pleno de nuestra naturaleza “anfibia”.
Como decía Plotino en sus Enéadas: “Por lo que hemos de convenir que las almas tienen necesariamente una existencia anfibia: pues, por un lado, viven en parte la vida inteligible, y por otro viven también en parte la vida de este mundo, por más tiempo la primera las almas que conviven en mayor grado con la inteligencia, y con más insistencia la segunda las almas que se ven empujadas a ella, bien por su naturaleza, bien por circunstancias fortuitas”.
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