Del Libro Divagaciones Poéticas por “Un Viejo Niño”
LA HORA EN QUE VIVIMOS
Estamos en la hora de olvidar, odios y recelos,
que han detenido siempre a las almas sus vuelos.
Porque en el mundo vibran, clarinadas de guerra,
y un temblor de amargura se esparce por la Tierra.
Por qué contener al Ego, su espiritual progreso,
y detener su elevación, para caer en el retroceso.
El Ego requiere siempre, conquistas superiores,
para arrojar a un lado todas sus penas y dolores.
Pensamos que algún día, la Verdad será soberana,
siendo el mejor dictado para la especie humana.
No perpetuando nunca, el lema del empeño brutal,
sino, dignificando siempre, la vida espiritual.
Sabemos que, la ambición y odio, con su presencia,
en modo alguno, favorecerá nuestra existencia.
Conquistamos la paz y armonía, con mucho valor,
sembrando por todas partes, la semilla del amor,
El buen Cristiano siempre está ávido de mayores
alturas espirituales, donde no nacen los rencores.
Si la maldad, encuentra refugio, se acrecienta,
pues su gran percepción, siempre está atenta.
Pero el que lleva en el alma la luz, bien encendida,
no puede caer en los errores personales de la vida.
El ya sabe contestar, a la repetida interrogación
que dice: ¿Será cierta la Ley de la Evolución?
Con las contradicciones, de los dogmas austeros,
para él ya no existen ritos, con anuncios certeros.
Porque conoce las negruras del torpe fanatismo,
y nunca será lanzado a la profundidad del abismo.
El sabio muy Cristiano, persigue la gloria futura,
amando siempre al prójimo y a la verdad más pura.
Esa es, en todos los momentos, su principal tarea,
manteniendo su mente y corazón, con límpida idea.
Es por eso que, la sabia Doctrina del Rosacrucismo,
siempre enseña al ser, todo lo que es, en sí mismo.
Mostrándole a raudales la gran luz inspiradora,
que acrecienta su pureza, fe y amor, a toda hora.
Si es posible comprendamos todos los secretos,
de la gran Ley, a que todos nos hallamos sujetos.
Ley que nos gobierna, sin absurdos, ni ficciones,
para apartarnos del medio, ya minado de pasiones.
Oigamos la voz del Ego, que es muy cierto que existe,
y, no escucharlo sería siempre angustioso y triste.
Porque sería vivir ignorante, del supremo deber,
permaneciendo esclavos del falso y nefasto poder.
Hemos de alcanzar por los cauces de la sabiduría,
la libertad genuina, convirtiéndola en una guía.
Dominemos los impulsos inferiores o ilusiones,
cumpliendo con nuestras sublimes aspiraciones.
Vemos en estos tiempos de horror, a la famosa ciencia,
Hacer inventos para destruir más vidas con violencia.
Pero el hombre sobrevive, y desde más allá de la tumba,
trabaja por el bien que, la falsa ciencia derrumba.
No ignoramos que la materia tiende a desintegrarse.
pero el Ego subsiste, aun cuando no pueda palparse.
Ya se acercará el tiempo, que demostrará la realidad,
que el cuerpo muere y el alma pasa a la inmortalidad.
Nuestra eterna consigna de ser: Vivir y conocer,
para poder llegar al triunfo, sin miedo de perecer.
Pues, nuestra alma es eterna, como lo es su misión,
para alcanzar por sí misma, su propia perfección.
Conviene que el dogma mercenario, ya no pueda existir,
porque cuando el mundo entero, sepa en verdad oír la voz de Dios,
terminarán todos los funestos odios, los crímenes y guerras,
y seremos del Amor, CUSTODIOS.
***
451 - JOYAS ESPIRITUALES - 01/00
FRATERNIDAD ROSACRUZ DEL PARAGUAY
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