miércoles, 4 de agosto de 2010

LA BIBLIA Y EL CRISTIANISMO - L o s S í m b o l o s B í b l i c o s a l a Luz d e l a F i l o s o f í a R o s a c r u z




L o s S í m b o l o s B í b l i c o s a l a Luz
d e l a F i l o s o f í a R o s a c r u z

Traducido de la revista Correio Rosacruz del
Centro Fraternal Rosacruz de Río de Janeiro - Brasil

LA BIBLIA Y EL CRISTIANISMO

“Mas id ante las ovejas perdidas de la casa de Israel. Y, yendo,
pregonad diciendo: Ha llegado el reino de los Cielos”.

Cuando el Hijo del Hombre, el Cristo Interno, nace y crece dentro
de vosotros, comenzáis a sentir profundamente la fuerza de ese lazo
que todo lo une, que se identifica con todos. Sentís esa comunión de
toda la vida, que tiene su centro en el Padre, de Quien todos emanamos
y a Quien todo debemos. Esta Gran Luz, esta Sabiduría, no os
dispensará de vuestras obligaciones o del deseo de cumplir cualquier
cosa con exactitud y justicia.

Lejos de esto. Bajo vuestra responsabilidad, continuarán todos
vuestros deberes anteriores, con la diferencia de que ya no los ejecutaréis
como una carga, sino como una bendición, sabiendo que aquí
os encontráis para trabajar, bendecir y salvar.

Puede ser que vuestro trabajo en el mundo material sea duro y
tengáis poco tiempo para meditar sobre vuestro desarrollo. Sin embargo,
no temáis. Utilizad sabiamente cada momento disponible. No
temáis nada que aparentemente os pueda retrasar. Manteneos fieles,
alegres, sin amargura alguna, dando conscientemente todo lo que os
sea posible o lo que os pidan.

Cuando menos lo esperéis, vuestras condiciones cambiarán y las
oportunidades aparecerán ante vosotros como camino libre; o puede,
repentinamente, cumplirse alguna bella promesa hecha a vuestra fidelidad.
Así, vuestra antigua habitación egoísta se desvanecerá y, en
su lugar, se edificará la bella mansión que la mente iluminada fue construyendo
–la casa fundada y edificada sobre roca, en el Cristianismo
de Cristo Señor, que ni el temporal ni la muerte pueden destruir.

Entonces vosotros percibiréis que la separación entre unos y otros
es pura ilusión y engaño de vuestros sentidos todavía ilusorios. Ese
sentimiento de unificación, de Fraternidad entre todos, viene del conocimiento
de vuestro origen, estado presente y desarrollo futuro. Es el
despertar de un largo sueño, del peregrinaje a ciegas por el desierto
del mundo, olvidados de nuestro hogar común; olvidados de que somos
todos hermanos peregrinos que deben regresar al punto de partida
suficientemente Ricos... pero con el Oro que el “óxido” no corroe
ni que puede ser hurtado. Con este Tesoro llegaréis al Padre, que
sobre vosotros extenderá Su Bendición.

Un nuevo estado de consciencia os traerá la Paz perdida, la confianza
y la identificación con todos los seres. Y, cuando arda en vuestro
pecho esa llama interna “de aquél que fue engendrado de nuevo”,
ninguna sombra quedará en vuestras mentes. Aunque invisible y silenciosamente,
sentiréis la presencia de la Nueva Vida –la nueva vida
en la cual habéis entrado y que os ayudará en todas las cosas.

Se viene aproximando la hora en que el hombre debe aprender a
mirar para ver y escuchar para oir. Debe encontrarse a sí mismo y
conocerse integralmente, para que pueda situarse en justicia y en verdad,
y comprender que es un pequeño Cristo en formación.


“Dice el SEÑOR a la multitud que lo seguía:

Bienaventurados los pobres en espíritu,

porque de ellos es el Reino de los Cielos.

Bienaventurados los que lloran,

porque ellos recibirán consolación.

Bienaventurados los mansos,

porque ellos recibirán la tierra por heredad.

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia,

porque ellos serán saciados.

Bienaventurados los misericordiosos,

porque ellos alcanzarán misericordia.

Bienaventurados los de limpio corazón,

porque ellos verán a DIOS.

Bienaventurados los pacificadores,

porque ellos serán llamados hijos de DIOS”.


San Mateo, 5: 3-9

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456 - JOYAS ESPIRITUALES - - 06/00 - - FRATERNIDAD ROSACRUZ DEL PARAGUAY

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